La alcalosis metabólica se produce cuando el pH de la sangre se vuelve más básico de lo que debería, es decir, cuando sus valores están por arriba de 7,45 y surge en situaciones como vómitos, uso de diuréticos o consumo excesivo de bicarbonato, por ejemplo.
Esta es una alteración grave, ya que puede causar el desequilibrio de otros electrolitos de la sangre, como calcio y potasio, y producir síntomas como debilidad, dolor de cabeza, alteraciones musculares, convulsiones o arritmia cardíaca.
Es importante que el organismo mantenga su pH equilibrado, que debe ser entre 7,35 y 7,45, para que el metabolismo del cuerpo funcione de forma correcta. Otra situación preocupante que puede surgir es cuando el pH se encuentra por debajo de 7,35, habiendo una acidosis metabólica. Conozca más sobre qué es y que causa la acidosis metabólica.
Principales causas
Generalmente, la alcalosis metabólica se produce por la pérdida del ion H+ en la sangre o por la acumulación de bicarbonato de sodio, lo que hace al organismo más básico. Algunas de las principales situaciones que provocan estas alteraciones son:
- Vómitos excesivos, situación que produce pérdida de ácido clorhídrico del estómago;
- Lavado o aspiración del estómago en el hospital;
- Consumo excesivo de medicamentos o alimentos alcalino, con bicarbonato de sodio;
- Uso de medicamentos diuréticos, como furosemida o hidroclorotiazida;
- Falta de potasio y magnesio en la sangre;
- Uso excesivo de laxantes;
- Efectos secundario de ciertos antibióticos, como penicilina o carbenicilina, por ejemplo;
- Enfermedades renales, como síndrome de Bartter o síndrome de Gitelman.
Además de la alcalosis metabólica, otro motivo para que el pH de la sangre se quede como pH básico es la alcalosis respiratoria, provocada por la falta de dióxido de carbono (CO2) en la sangre, haciendo que esta se haga menos ácido de lo normal, y sucede en situaciones como respiración muy rápida y profunda. Conozca más sobre qué es, las principales causas y síntomas de la alcalosis respiratoria.
Principales síntomas
La alcalosis metabólica no siempre produce síntomas y, en la mayoría de la veces, son los síntomas de la propia enfermedad que provocan la alcalosis. Sin embargo, también pueden surgir síntomas como espasmos musculares, debilidad, dolor de cabeza, confusión mental, mareos y convulsiones, principalmente provocados por las alteraciones en los electrolitos como potasio, calcio y sodio.
Cómo el organismo compensa el cambio del pH sanguíneo
Generalmente, cuando el pH de la sangre se altera, el propio organismo intenta corregir esta situación, como forma de evitar complicaciones.
La compensación para la alcalosis metabólica ocurre principalmente por los pulmones, que pasan a tener una respiración más lenta para retener una mayor cantidad de dióxido de carbono (CO2) y aumentar así la acidez de la sangre.
Los riñones también intentan hacer una compensación a través de cambios en la absorción o excreción de sustancias en la orina, intentando eliminar más bicarbonato. Sin embargo, pueden surgir otras alteraciones ya sea en la sangre o en los riñones, como deshidratación o pérdida de potasio, por ejemplo, principalmente en personas gravemente enfermas, lo que dificulta la capacidad del organismo de corregir estas alteraciones.
Cómo se realiza el diagnóstico
El diagnóstico de alcalosis metabólica se hace a través de exámenes que miden el pH sanguíneo, siendo también importante evaluar los niveles de bicarbonato, dióxido de carbono y algunos electrolitos de la sangre.
El médico también realizará una evaluación clínica para intentar identificar la causa. Además, la medición de cloro y potasio en la orina puede ayudar a explicar la presencia de alteraciones renales en la filtración de los electrolitos.
¿En qué consiste el tratamiento?
Para corregir la alcalosis metabólica es necesario tratar la enfermedad de base que la está originando, y en algunos casos, es necesario la colocación de hidratación por vía intravenosa con suero fisiológico. El médico también puede indicar el uso de acetazolamida, un medicamento que puede utilizarse para ayudar a eliminar el exceso de bicarbonato por la orina.
No obstante, en los casos aún más graves, puede ser necesaria la administración de ácidos por vía intravenosa o que la persona sea dializada, esto permitirá filtrar y limpiar la sangre a través de una máquina especial para ello.