La alergia al huevo es una reacción del sistema inmunitario ante las proteínas contenidas en este alimento, por lo que se crean anticuerpos que identifican las proteínas de la clara del huevo como un cuerpo extraño, desencadenando una reacción alérgica, siendo una de las alergias alimentarias más comunes en los niños.
Por lo general este tipo de alergia suele diagnosticarse durante los primeros años de vida, entre los 6 y los 12 meses de edad, y suele superarse durante la adolescencia, pudiendo causar síntomas como enrojecimiento y comezón en la piel, dificultad para respirar y tos seca, y en casos graves, anafilaxia, que es una reacción alérgica grave que puede poner en riesgo la vida. Conozca más sobre los síntomas de la anafilaxia.
El tratamiento de la alergia al huevo debe ser orientado por un pediatra o alergólogo pediatra, el cual puede indicar evitar el huevo en la dieta del niño, además, de algunas técnicas como la inmunoterapia, e incluso medicamentos como el omalizumab.
Síntomas de alergia al huevo
Ante una alergia al huevo los síntomas que pueden producirse son:
- Enrojecimiento y comezón en la piel;
- Dolor de estómago;
- Náuseas, vómitos y diarrea;
- Goteo nasal;
- Dificultad para respirar;
- Tos seca y silbido al respirar.
Normalmente, estos síntomas surgen pocos minutos después de ingerir el huevo, pero pueden pasar varias horas para que los síntomas surjan y, en este caso, la alergia puede ser más difícil de identificar.
La intensidad de los síntomas puede variar a lo largo del tiempo, razón por la cual es importante evitar la ingesta de cualquier comida con vestigios de huevo, puesto que puede surgir una reacción de anafilaxia grave, en la cual la persona puede dejar de respirar.
Cómo se realiza el diagnóstico
El diagnóstico de la alergia al huevo muchas veces se realiza a través de una prueba de alergia, en la cual se debe ingerir un pedazo de huevo en el hospital para que el médico observe la aparición de los síntomas antes expuestos.
Otra manera es realizar la prueba de piel de alergia al huevo o realizar un examen de sangre para identificar la presencia de anticuerpos específicos para el huevo. Conozca más sobre cómo funcionan las pruebas para identificar alergias.
Principales causas
La alergia al huevo se debe a una reacción exagerada del sistema inmune ante proteínas de este alimento, en que el organismo las identifica como extraños y crea anticuerpos que generan una respuesta excesiva, que causan síntomas en la piel, gastrointestinales e incluso pulmonares. Esta alergia puede ser causada por factores genéticos, antecedentes familiares de alergia al huevo o a otros alimentos, por ejemplo.
La alergia al huevo suele desarrollarse a lo largo de tiempo, por lo que cuando el niño va comiendo huevo, la respuesta inmune va aumentando, llegando al punto en que se presentan los síntomas característicos, siendo necesaria una evaluación médica.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la alergia al huevo se basa en la evitación de este alimento en la dieta del niño, por lo que es importante que los padres o cuidadores presten atención en la preparación de los alimentos, así como a las etiquetas de los alimentos comprados para prevenir el desarrollo de los síntomas.
Además, el médico puede indicar la inmunoterapia oral con huevo (ITO), que consiste en la ingesta de alimentos con proteína de huevo de forma progresiva hasta lograr una cantidad que no produzca síntomas.
Asimismo, puede ser indicado por el alergólogo pediatra el uso de omalizumab, que es un anticuerpo monoclonal que impide la reacción alérgica al huevo, debido a que se une a la IgE, que es el anticuerpo que estimula la respuesta de otras células responsables de los síntomas alérgicos. Vea para qué sirve el omalizumab y cómo usarlo.
Cómo evitar la alergia al huevo
La mejor manera de evitar la alergia al huevo es excluyéndolo de la alimentación y, por esta causa, es importante no consumirlo y evitar alimentos que lo contengan o que posean vestigios, como es el caso de los pasteles, panes, bizcochos, galletas, empanizados, mayonesa, pasta, cereales.
Por este motivo se aconseja observar con atención los rótulos de los alimentos, debido a que muchos productos mencionan en su etiqueta que podría haber vestigios de huevo en su contenido. Conozca cómo leer el etiquetado nutricional de un producto.
Por qué se deben evitar algunas vacunas
Algunas vacunas utilizan la clara del huevo cuando son fabricadas y, por esta razón, los niños o adultos que posean alergia grave al huevo no deben recibir este tipo de vacunas.
No obstante, algunas personas sólo poseen una alergia leve al huevo y, en estos casos, la aplicación de la vacuna puede ser realizada de forma normal. Sin embargo, si el médico o el enfermero consideran que la alergia es grave, la vacuna deberá ser evitada.
Cuándo incluir el huevo en la alimentación del niño
La sociedad Americana de Pediatría (AAP) recomienda que la introducción de alimentos alergénicos entre los 4 y 6 meses de edad podría ayudar a disminuir el riesgo de que el bebé desarrolle alergias alimentarias, esto incluye los bebés con antecedentes de alergia en la familia y/o eccema severo, sin embargo, en estos casos se debe realizar bajo orientación del pediatra.
La AAP concluyó que no hay evidencia científica convincente de que retrasar la introducción de alimentos alergénicos como el huevo, los cacahuates y el pescado prevenga una enfermedad atópica o una alergia alimentaria.