La alimentación intuitiva es un enfoque alimentario que promueve una relación positiva con la comida, ayudando a que la persona se acepte y se sienta bien consigo misma.
A diferencia de las dietas convencionales, que suelen clasificar los alimentos como permitidos o prohibidos, la alimentación intuitiva adopta un enfoque diferente. En lugar de etiquetar los alimentos como "buenos" o "malos", se centra en que la persona aprenda a reconocer las señales de hambre y saciedad que su propio cuerpo envía. Esto le permite a la persona tener una mayor conciencia de cuándo es el momento adecuado para comer y cuándo es suficiente.
Al adoptar la alimentación intuitiva, se elimina la preocupación por perder o ganar peso, permitiendo que la persona se concentre en lo que realmente le beneficia, tanto a nivel físico como mental. No obstante, es fundamental buscar orientación de un nutricionista especializado en este enfoque para comprender cómo funciona este tipo de alimentación.
10 principios de la alimentación intuitiva
La alimentación intuitiva tiene algunos principios, que incluyen:
1. Olvida las dietas
Las dietas restrictivas suelen realizarse por un corto período de tiempo, ya que suelen ser difíciles de mantener a largo plazo debido a las reglas estrictas que se imponen alrededor de la comida. Además, por lo general, las personas que pierden peso con este tipo de dietas no suelen mantenerlo a largo plazo.
Esta situación puede crear un círculo vicioso, ya que el fracaso hace que la persona vuelva a intentar otra dieta diferente, ocasionando problemas como ansiedad, depresión e incluso trastornos alimentarios.
Rechazar la mentalidad de la dieta hace que los nuevos hábitos alimentarios formen parte del estilo de vida, logrando sostenerlos a largo plazo.
2. Come cuando el cuerpo lo pida
Aprender a reconocer los signos de hambre y comer cuando el cuerpo lo pide es importante para evitar el hambre excesiva, siendo importante darle energía y los nutrientes adecuados al organismo para su buen funcionamiento.
Algunos signos que pueden ayudar a reconocer el hambre son: dolor de cabeza, rugidos en el estómago, sensación de tener el estómago vacío, debilidad y mal humor.
3. Presta atención a la sensación de llenura
Al comer, se debe realizar una pequeña pausa a mitad de la comida, prestando atención a su sabor y textura, así como a la sensación de llenura. Esto hará que se pare de comer cuando el organismo se encuentre realmente satisfecho.
4. Haz las paces con la comida
Decirse a sí mismo "no puedo comer" o "este alimento está prohibido" puede desencadenar intensos sentimientos de privación y culpa. Estos pensamientos incluso pueden aumentar la ansiedad y los antojos por consumir estos "alimentos prohibidos", llegando incluso a provocar atracones.
Por este motivo, es muy importante pensar que ningún alimento está prohibido y también debe darse el permiso para comer sin sentir culpa.
5. Respeta tu cuerpo
Es importante querer y respetar nuestro cuerpo tal como es, ya que su forma y tamaño son parte de cómo somos genéticamente y de nuestra identidad. Todos los cuerpos merecen ser tratados con respeto.
Ya que los cuerpos son diferentes en cada persona, es crucial dejar de tener expectativas poco realistas sobre cómo debería lucir nuestro cuerpo. Entender esto nos ayudará a sentirnos mejor con nosotros mismos.
6. Lucha contra el policía de la alimentación
No se debe permitir que pensamientos como "este alimento es bueno" o "este alimento es malo" invadan la mente. Este tipo de pensamientos están asociados a las dietas restrictivas y estrictas, en el que se imponen reglas alrededor de la comida, creando sentimientos negativos de fracaso y de culpa.
7. Aprende a afrontar tus emociones
La ansiedad, la ira, el estrés o la tristeza, por ejemplo, son emociones que cualquier persona puede experimentar. Es importante encontrar formas de afrontarlas y resolverlas que no involucren la comida, ya que esta no solucionará ninguno de estos problemas y solo proporcionará algún consuelo a corto plazo.
Por el contrario, comer de forma emocional puede hacer que se sienta peor a largo plazo. Es crucial buscar ayuda profesional o participar en actividades que le ayuden a manejar sus emociones.
8. Descubre la satisfacción
La experiencia de comer lo que realmente se desea y deleitar en su sabor en un ambiente calmo y tranquilo ayudará a sentirse satisfecho y contento, consumiendo las cantidades adecuadas de alimento que su organismo necesita.
Algunos estudios científicos indican que comer distraído o con prisa hace que la persona ingiera más cantidad de comida. Vea cuáles son las consecuencias de comer rápido y por qué ocurren.
9. Ejercitarse y sentir la diferencia
Es importante elegir alguna actividad física que le guste y le haga sentir bien, como bailar, practicar algún deporte, caminar, correr o ir al gimnasio, por ejemplo. Esto hará que la actividad física no sea un peso ni una obligación, sino una actividad que disfrute, le haga experimentar alguna diferencia en su mente y en su organismo y que no le haga sentir que es solo para "quemar calorías".
10. Honre su salud
Seleccione comidas y alimentos que sean nutritivos, que le satisfagan, sean sabrosos y respeten su salud. Un día que no coma saludable no hará la diferencia a largo plazo, pero si lo hará lo que come a diario.
Beneficios de la alimentación intuitiva
A pesar de que hay poca comprobación científica, algunos posibles beneficios de la alimentación intuitiva son:
- Aumento de la autoestima;
- Mejor imagen corporal;
- Reduce el riesgo de padecer exceso de peso;
- Aumento del colesterol HDL "bueno" y disminución de los triglicéridos;
- Mayor satisfacción con la vida;
- Bienestar;
- Alimentación más variada y saludable.
Además, también hay menos riesgo de padecer trastornos alimenticios, como bulimia, atracones o anorexia, por ejemplo, pues la persona es más consciente de las señales de saciedad y hambre del organismo. Vea qué son los trastornos alimenticios y cuáles son los tipos.
¿Cómo empezar con la alimentación intuitiva?
Para empezar con este tipo de alimentación, es importante aplicar los diez principios de la alimentación intuitiva. No obstante, lo ideal es acudir a un nutricionista especializado en este enfoque para recibir orientación y apoyo.