Qué es:
Los alimentos transgénicos, también conocidos como alimentos genéticamente modificados, son aquellos que poseen partes del ADN de otros organismos vivos, mezclados con su propio ADN, realizados a través de la ingeniería genética.
La modificación genética de ciertos alimentos es realizada con el objetivo de aumentar la resistencia contra plagas e insectos, mejorar la calidad nutricional y facilitar el cultivo de alimentos. Algunas plantas contienen ADN de bacterias que producen herbicidas naturales, ayudando a combatir las plagas en la plantación, por ejemplo.
Sin embargo, algunos estudios [1], [2] indican que los alimentos transgénicos pueden presentar algunos riesgos de salud, como aumentar la ocurrencia de alergias y el consumo de pesticidas, que son productos químicos usados en la agricultura para eliminar y prevenir el surgimiento de insectos, larvas y hongos. Conozca más sobre los pesticidas y cómo evitarlos.
Por qué se producen
Los principales objetivos de producir alimentos transgénicos son:
- Mejorar el producto final, con mayor cantidad de nutrientes, mejorar el sabor o apariencia de los alimentos;
- Aumentar la resistencia a las plagas y a la sequía, disminuyendo la necesidad del uso de agrotóxicos y las pérdidas de cultivos de los alimentos;
- Aumentar la producción y el tiempo de conservación de los alimentos;
- Reducir el precio, mejorando la accesibilidad de los alimentos.
Sin embargo, para que puedan producirse alimentos transgénicos, los productores precisan comprar las semillas de las empresas de ingeniera genética, y por eso, el valor del producto transgénico para el consumidor puede ser el mismo del convencional.
Cuáles son los alimentos transgénicos
Los principales alimentos transgénicos vendidos en el mundo son la soja, maíz y algodón, que dan origen a productos como el aceite de soja, extracto de soja, proteína texturizada de soja, leche de soja, salchicha, margarina, panes, tortas y bizcochos.
Asimismo, los alimentos que contienen almidón de maíz, jarabe de maíz y soja en su composición, también pueden llegar a ser transgénicos.
Posibles riesgos para la salud
El consumo prolongado de los alimentos transgénicos puede aumentar los riesgos de algunos problemas de salud, incluyendo:
- Promover reacciones alérgicas, ya que contienen genes que pueden ser extraños para el organismo, generando una reacción exagerada del sistema inmunológico;
- Aumentar la resistencia a antibióticos, puesto que los alimentos transgénicos pueden contener genes resistentes a antibióticos, que son transferidos para las células y el tracto gastrointestinal, reduciendo la eficacia de estos medicamentos en el tratamiento de infecciones bacterianas;
- Aumentar el consumo de pesticidas, dado que muchas de estas hierbas dañinas, que son las plantas que perjudican los cultivos de los alimentos, también se tornan resistentes a los agrotóxicos, aumentando la necesidad de aplicación de mayores cantidades de estos productos en la plantación para combatirlas.
Aunque el consumo de alimentos transgénicos presenten riesgos para la salud, los estudios actuales todavía no son concluyentes, debido a que no existen investigaciones realizadas por largos periodos de tiempo sobre el impacto de los transgénicos para la salud.
Posibles prejuicios para el medio ambiente
La producción de alimentos transgénicos también aumenta la resistencia de hierbas dañinas. Por eso, para combatir estas hierbas, normalmente es necesario la aplicación de mayores cantidades de pesticidas en la plantación, aumentando el riesgo de contaminación de los alimentos, del suelo y el agua.
Además de eso, el uso elevado de pesticidas también puede causar la muerte de especies esenciales para la producción de alimentos, como las abejas y algunas plantas, y estimular el surgimiento de otras hierbas dañinas y planas más resistentes a estas sustancias, dificultando el control de la calidad de la plantación.