Alopecia en mujeres: tipos, causas y tratamiento

La alopecia en mujeres es una condición que se caracteriza por la ausencia o caída de cabello que puede ser temporal o permanente. Existen diferentes tipos de alopecia en las mujeres, pudiendo ser androgénica, areata, efluvio telógeno o cicatricial.

Esta condición genera una gran incomodidad en las mujeres diagnosticadas, ya que afecta su bienestar emocional y físico. Las causas de alopecia incluyen el estrés, cambios hormonales, uso de fármacos, deficiencia nutricional y enfermedades autoinmunes, entre otras.

Es fundamental acudir a un dermatólogo para obtener un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado. Las opciones de tratamiento pueden incluir suplementos nutricionales, medicación, injertos capilares, entre otros.

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Principales síntomas

Los principales síntomas y signos de la alopecia femenina son:

  • Caída de cabello más intensa;
  • Aclaramiento en el color del cabello;
  • Cabellos más finos, cortos y/o ralos;
  • Disminución de la cantidad de cabellos en la zona media o frontal de la cabeza;
  • Ampollas, heridas, costras, picazón o ardor en el cuero cabelludo.

Además, también puede observarse la aparición de áreas sin cabello en la cabeza. Sin embargo, rara vez las mujeres presentan pérdida total de cabello en la alopecia femenina.

Aunque generalmente aparece en la cabeza, la alopecia femenina también puede manifestarse en cualquier zona del cuerpo con vello, como las pestañas, cejas, vello nasal y vello púbico.

Tipos de alopecia en mujeres 

Los tipos de alopecia que afectan a las mujeres son:

1. Alopecia androgénica o androgenética

La alopecia androgénica, también conocida como alopecia de patrón femenino, se caracteriza por una disminución progresiva de los folículos pilosos, lo que resulta en un adelgazamiento y reducción del tamaño del cabello. Esta condición puede afectar a mujeres de cualquier raza, aunque se observa con mayor frecuencia en mujeres blancas, y generalmente aparece en cualquier momento después de la pubertad.

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Las causas de la alopecia de patrón femenino son desconocidas, pero se han identificado dos factores principales que pueden contribuir a su desarrollo. Por un lado, existen alteraciones hormonales, como cambios en los niveles de estrógenos y andrógenos, y por otro lado, los factores genéticos también juegan un papel importante, ya que es común observar que varios miembros de una misma familia presentan esta condición.

En la alopecia androgénica, el cabello comienza a volverse más fino y a perder densidad, principalmente en la parte superior, especialmente en la zona central y en la línea de implantación, extendiéndose por todo el cuero cabelludo. 

2. Alopecia areata

La alopecia areata es una enfermedad crónica que puede aparecer en cualquier momento, presentándose principalmente entre los 5 y los 20 años. 

Este tipo de alopecia afecta principalmente al cuero cabelludo, pero también puede observarse en la barba, cejas, pestañas, vello corporal, axilas y área púbica.

Se caracteriza por la pérdida de cabello en áreas redondas o bien delimitadas, lo que da lugar a parches de calvicie. En casos más graves, puede evolucionar hacia una pérdida total de cabello en el cuero cabelludo o incluso en todo el cuerpo. 

Las causas que pueden desencadenar esta enfermedad incluyen trastornos autoinmunes, como la tiroiditis de Hashimoto, estrés, factores genéticos y, en ocasiones, infecciones virales o ambientales. El sistema inmunológico, en lugar de defenderse contra los factores externos, ataca los folículos pilosos.

3. Efluvio telógeno

El efluvio telógeno es una de las causas más comunes de la alopecia femenina, y se caracteriza por la caída excesiva de cabello que comienza alrededor de 3 meses después de la exposición a una de las causas.

La caída de cabello generalmente dura alrededor de 6 meses, siendo inferior al 50%, y la recuperación depende de la causa y del ciclo de crecimiento del cabello. Además de la caída de cabello, también puede ocurrir el afinamiento de los cabellos.

4. Alopecia cicatricial

La alopecia cicatricial es una pérdida irreversible de cabello que se debe a la destrucción del folículo piloso, el cual es reemplazado por tejido cicatricial a medida que avanza la enfermedad.

Este tipo de alopecia puede ser primaria o secundaria, como se indica a continuación:

  • Primaria: la caída del cabello comienza de forma gradual y sin una causa clara. Esta pérdida es irreversible, por lo que es fundamental realizar un diagnóstico temprano. El síntoma más notorio es la aparición de áreas de calvicie con bordes bien definidos. En este tipo de alopecia, la inflamación del folículo piloso evoluciona rápidamente a la formación de fibrosis.
  • Secundaria: ocurre como consecuencia de quemaduras térmicas, cáncer metastásico, traumatismos o radiación, y también es irreversible. Esta forma de alopecia puede ser el resultado de procesos inflamatorios o de daño directo a los folículos pilosos.

Ante los primeros signos de pérdida de cabello, es importante consultar a un médico, ya que un diagnóstico temprano puede permitir la implementación de tratamientos que eviten la progresión de la enfermedad.

5. Alopecia por tracción

La alopecia por tracción puede surgir cuando se hacen peinados muy ajustados, como trenzas y coletas, por ejemplo.

Este tipo de alopecia femenina deja los cabellos más cortos en los bordes del cuero cabelludo, disminuye la cantidad de cabellos y causa falta de crecimiento.

Posibles causas

Las principales causas de alopecia en mujeres son:

  • Factores hormonales: los cambios hormonales durante el embarazo y el posparto, junto con las alteraciones en los niveles de estrógenos y andrógenos, pueden favorecer el desarrollo de distintos tipos de alopecia.
  • Estrés físico y emocional: el estrés es un factor común que suele preceder a la caída del cabello, ya que interrumpe el ciclo de crecimiento capilar
  • Deficiencias nutricionales: la deficiencia de vitaminas, minerales, ácidos grasos y proteínas pueden conducir a un aumento de la caída del cabello, e inclusive a cambios en la coloración del pelo.
  • Enfermedades autoinmunes: algunas enfermedades autoinmunes como lupus, tiroiditis de Hashimoto, dermatitis autoinmune y esclerosis múltiple, entre otras pueden aumentar las posibilidades de desarrollar alopecia.

Además de estos, la alopecia tambien puede ser un efecto secundario del uso de medicamentos como anticonceptivos, anticonvulsivos y quimioterápicos.

Cómo se realiza el diagnóstico

El diagnóstico de la alopecia en mujeres se basa en una evaluación clínica detallada, que incluye la historia clínica y el examen físico. Durante la consulta, el médico recopila información sobre el inicio, duración y patrón de la caída del cabello, así como antecedentes familiares, enfermedades previas, uso de medicamentos, nivel de estrés y hábitos alimenticios.

Además, realiza una inspección minuciosa del cuero cabelludo para evaluar la densidad capilar y detectar posibles signos como inflamación o descamación, que pueden indicar la causa subyacente de la alopecia.

Examenes de diagnóstico

Existen diferentes métodos diagnósticos para poder diagnosticar y diferenciar el tipo de alopecia, entre ellos se mencionan:

1. Pull test

El examinador sujetará entre 25 y 60 pelos entre el pulgar, índice y dedo medio y se tirará suavemente del cabello. Este test se debe realizar en cuatro regiones diferentes (frontal, occipital y ambos temporales).

Para una correcta evaluación se le solicitará a la persona que no se lave el cabello el dia previo al test.

2. Pellizcamiento o signo de Jacquet

El examinador irá a pellizcar la región que no presenta pelos. Si al pellizcar la piel realiza un pliegue significa que no hay presencia de folículo piloso.

3. Test modificado del lavado y conteo del cabello

Se le pide al paciente no lavar el cabello durante 5 días. Luego, debe lavar y peinar su cabello en un fregadero cubierto con gasa para que el examinador pueda recolectar los cabellos caídos.

4. Triconomia

Consiste en la observación microscópica de los extremos de un mechón de entre 50 y 100 cabellos, los cuales se arrancan rápidamente con una pinza para su análisis.

5. Fototricograma

El médico realiza una comparación de imágenes de una zona específica del cuero cabelludo. Primero, toma una fotografía tras afeitar completamente el área y, días después, repite la toma para evaluar el crecimiento del cabello.

6. Biopsia

Consiste en la extracción de una pequeña muestra de piel del cuero cabelludo para analizarla bajo microscopio. Este procedimiento ayuda a identificar el tipo de alopecia y determinar su causa.

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Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento debe ser determinado por un dermatólogo, y dependerá del tipo, la causa y la evolución de la alopecia.

En casos de alopecia femenina leve a moderada, se puede recomendar el uso de medicamentos como el minoxidil, que estimula el crecimiento del cabello. El dermatólogo también puede indicar tratamientos como antralina, corticoides tópicos, difenciprona, entre otros.

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Además, podrían sugerirse suplementos como biotina y zinc, injertos capilares o terapia psicológica. Conozca más sobre el tratamiento de la alopecia.

Es fundamental consultar a un médico ante los primeros síntomas para recibir un tratamiento adecuado y específico. 

¿La alopecia femenina tiene cura?

Algunos tipos de alopecia femenina, como el efluvio telógeno y la alopecia por tracción, tienen cura cuando son diagnosticadas y tratadas correctamente.

Sin embargo, la alopecia areata, androgénica y frontal fibrosante son tipos de alopecia que generalmente no tienen cura, aunque pueden ser controladas con tratamiento médico adecuado.