El angioma es una acumulación anormal de vasos sanguíneos o linfáticos en la piel o en órganos internos, lo que forma uno o múltiples bultos pequeños de color rojo o morado, y con consistencia blanda, siendo más frecuente en el rostro, cuello, hígado o cerebro.
La causa del surgimiento del angioma no es totalmente conocida, pero se sabe que es un tumor benigno ocasionado por el crecimiento anormal de vasos sanguíneos o linfáticos, pudiendo ya nacer con la persona o desarrollarse en la edad adulta.
El tratamiento del angioma depende del tipo, el tamaño y la localización. Cuando está en la piel, el dermatólogo puede recomendar láser o escleroterapia. Ahora, en los casos de angioma cerebral o en el hígado, el neurólogo o el hepatólogo pueden indicar cirugía.
Síntomas de angioma
Los síntomas de angioma varían de acuerdo con la región del cuerpo donde surgen, e incluyen:
1. Angioma en la piel
Los principales síntomas del angioma en la piel son:
- Mancha lisa de color rosado o rojizo en el rostro;
- Pequeño bulto, generalmente rojo, en la cabeza, cuello o tronco;
- Puntos redondeados y rojos, con aspecto similar al de una araña;
- Bolitas rojas en la piel, las cuales pueden aumentar de tamaño y cantidad;
- Puntos rojos brillantes, redondos u ovales en la piel.
El angioma de piel es el tipo más común, y pese a que no es indicativo de gravedad, es importante que este tipo de angioma sea evaluado por el dermatólogo para que pueda ser verificada la necesidad de tratamiento.
2. Angioma cerebral
Los principales síntomas de angioma cerebral incluyen:
- Crisis convulsivas;
- Dolor de cabeza;
- Debilidad o adormecimiento;
- Visión doble;
- Dificultad para hablar.
El angioma cerebral puede surgir en el cerebro, médula espinal o columna, siendo importante consultar el neurólogo apenas se presente cualquier síntoma, con el objetivo de realizar el tratamiento más adecuado.
3. Angioma en el hígado
Este tipo de angioma se forma en la superficie del hígado y se caracteriza por un pequeño nódulo que está constituido por un conjunto de vasos sanguíneos enredados, el cual no suele causar síntomas y no evoluciona a cáncer.
Cómo confirmar el diagnóstico
El diagnóstico del angioma en la piel es llevado a cabo por el dermatólogo o médico general mediante la evaluación de los síntomas, antecedentes de salud y examen físico, observando las características de la piel.
Ahora, en el caso del angioma en el cerebro o en el hígado, el diagnóstico es realizado por el médico general, neurólogo o hepatólogo mediante la evaluación de los síntomas y la indicación de exámenes de imagen como ecografía, resonancia magnética o tomografía computarizada.
Asimismo, el médico también puede solicitar una biopsia de la piel o del hígado, para confirmar el diagnóstico y descartar tumores malignos.
Posibles causas
Las causas del angioma no son totalmente conocidas, pero ocurre debido a un crecimiento anormal de vasos sanguíneos o linfáticos que forman un conglomerado en la piel o en órganos internos.
Algunos factores parecen contribuir al desarrollo del angioma, tales como:
- Predisposición genética;
- Embarazo;
- Exposición a sustancias químicas, como bromuros o butoxietanol.
Asimismo, pese a que algunos bebés ya nacieron con angioma, el envejecimiento también puede aumentar el riesgo de desarrollar esta lesión, principalmente luego de los 30 años de edad.
Tipos de angioma
Los tipos más comunes de angioma incluyen:
1. Angioma rubí
El angioma rubí, también nevus rubí o angioma senil, es un tipo de angioma de la piel que se caracteriza por el surgimiento de bolitas rojas en la piel, que aparecen en la vida adulta y pueden aumentar en tamaño y cantidad con el envejecimiento. Conozca las causas del angioma rubí.
2. Angioma en cereza
El angioma cereza, también llamado hemangioma cereza, es otro tipo de angioma senil de la piel, que afecta principalmente adultos entre 30 y 50 años de piel más clara, y generalmente surge en los brazos, tronco o piernas.
3. Angioma fresa o tuberoso
El angioma fresa o tuberoso es un tipo de angioma de piel que forma un bulto, generalmente rojo, y que suele estar presente en el nacimiento, pero puede aparecer después, creciendo durante el primer año de vida y retrocediendo lentamente hasta desaparecer.
4. Angioma estelar
Este tipo de angioma de piel se caracteriza por un punto central, redondo y rojo, el cual irradia vasos capilares en varias direcciones, por lo que posee un aspecto semejante al de una araña, siendo conocido como araña vascular. Su surgimiento está relacionado con la hormona estrógeno.
5. Angioma plano
El angioma plano, que también recibe el nombre de mancha de vino de Oporto, se caracteriza por ser una mancha lisa, rosa o roja en el rostro, y generalmente está presente desde el nacimiento; no obstante, también puede surgir meses después y tiende a desaparecer luego del primer año de vida.
6. Angioma cavernoso
El angioma cavernoso es un tipo de angioma que se localiza en el cerebro, en la médula espinal o columna y, en raras ocasiones, en otras zonas del cuerpo, pudiendo generar síntomas como crisis epilépticas, dolor de cabeza y sangrado.
Por lo general, este tipo de angioma es congénito, estando presente en el nacimiento; no obstante, en ciertos casos puede surgir más tarde.
7. Angioma venoso
El angioma venoso es un tipo de angioma cerebral que se caracteriza por una malformación congénita de algunas venas del cerebro, las cuales se dilatan más de lo normal.
8. Angioma hepático
El angioma hepático surge en la superficie del hígado y, generalmente, no ocasiona síntomas.
Las causas del hemangioma hepático no son conocidas, pero se sabe que es más común en mujeres con edad entre los 30 y 50 años que ya estuvieron embarazadas o que están bajo tratamiento de reposición hormonal.
Cómo es realizado el tratamiento
El tratamiento para el angioma debe ser indicado por el médico general, dermatólogo, neurólogo o hepatólogo, de acuerdo con el tamaño, la localización, la gravedad y el tipo de angioma.
En los casos del angioma en la piel, el dermatólogo puede indicar algunos tratamientos si el mismo causa problemas estéticos o sangra, siendo los principales:
- Láser, que reduce el flujo de sangre en los vasos sanguíneos y ayuda a remover el angioma;
- Escleroterapia, que consiste en la inyección de medicamentos para destruir los vasos sanguíneos y ayudar a remover el angioma;
- Electrocoagulación, donde es realizada la aplicación de corriente eléctrica mediante una aguja que es introducida en el angioma para destruir los vasos sanguíneos y remover la lesión.
- Crioterapia, que consiste en la aplicación de spray con nitrógeno líquido, el cual ayuda a remover el angioma.
Estos tratamientos puede ser empleados en todos los tipos de angioma en la piel, como el rubí o el estelar, por ejemplo.
En el caso del angioma cerebral, el tratamiento debe ser indicado por el neurólogo, el cual puede indicar el uso de medicamentos corticosteroides por vía oral, como comprimidos de prednisona, para reducir el tamaño del angioma.
Asimismo, cuando el angioma cerebral está asociado a otras lesiones en el cerebro o cuando la persona presenta síntomas, el médico puede recomendar la cirugía para remover la lesión del cerebro o de la médula espinal.
Por otra parte, cuando se trata de angioma de hígado, en la mayor parte de los casos no es necesario tratamiento, puesto que desaparece por sí solo sin suponer riesgos para la salud. No obstante, en ciertas ocasiones, el angioma puede crecer o sangrar, pudiendo ser necesario realizar la cirugía.