Antibiograma: qué es, cómo se hace y resultados

El antibiograma es un examen que tiene como objetivo determinar el perfil de sensibilidad y resistencia de las bacterias u hongos a los antibióticos o antifúngicos respectivamente.

A través del resultado del antibiograma, el médico puede indicar el antimicrobiano más adecuado para tratar la infección del paciente. Esto evita el uso de este tipo de medicamentos de forma innecesaria y previene que las bacterias u hongos se hagan resistentes a los mismos.

Normalmente, el antibiograma se realiza después de la identificación de microorganismos en gran cantidad en la sangre, orina, heces y tejidos. Por esto, de acuerdo con el microorganismo identificado y el perfil de sensibilidad, el médico puede indicar el tratamiento, la dosis y el tiempo de uso más adecuado.

Imagem ilustrativa número 2

Para qué sirve

El antibiograma sirve para identificar cuáles son los antibióticos a los que los microorganismos son sensibles y resistentes, siendo útil para que el médico indique el mejor antibiótico para tratar la infección, principalmente en los casos en que la persona tuvo una infección por el mismo microorganismo más de una vez.

¿Por qué es necesario identificar el antibiótico correcto?

El uso de antibióticos que no son adecuados ni eficaces para un microorganismo retrasa la recuperación de la persona, trata parcialmente la infección y favorece el desarrollo de mecanismos de resistencia de la bacteria u hongo, haciendo que la infección se haga más difícil de tratar, ocasionando superbacterias. Conozca qué son las superbacterias.

Por este mismo motivo, es muy importante no utilizar antibióticos sin la orientación del médico y de forma innecesaria, pues esto puede acabar por crear microorganismos más resistentes a los antibióticos o antifúngicos, disminuyendo las opciones de medicamentos para combatir las infecciones.

Lea también: Resistencia bacteriana: qué es, por qué sucede y cómo evitar tuasaude.com/es/resistencia-bacteriana

Cómo se realiza el antibiograma

Para realizar el antibiograma, el médico solicitará la recolección del material biológico como sangre, orina, saliva, esputo, heces o células del órgano contaminado por los microorganismos. A continuación, estas muestras son llevadas a un laboratorio de microbiología para ser analizado y cultivado en un medio que favorezca el crecimiento bacteriano o fúngico.

Después de su crecimiento, el microorganismo es aislado y sometido a pruebas de identificación para que se pueda llegar a la conclusión de la bacteria u hongo responsable de la infección. Posterior al aislamiento, también se realiza el antibiograma para saber el perfil de sensibilidad y resistencia del microorganismo, que puede hacerse de dos formas:

1. Antibiograma por difusión en agar

El antibiograma por difusión en agar es un procedimiento donde se colocan pequeños discos de papel que contienen diferente antimicrobianos en una placa con medio de cultivo propio para el crecimiento de la bacteria. Después de 1 a 2 días, es posible observar si hubo o no crecimiento alrededor del disco. En la ausencia de crecimiento, se dice que el microorganismo es sensible a aquel antibiótico, siendo considerado el más indicado para el tratamiento de la infección.

Cómo se interpreta el resultado en el laboratorio: la evaluación de la sensibilidad y la resistencia se realiza a partir de la medición del halo que se formó alrededor del disco de antibiótico. En estos casos, una vez que se coloca el microorganismo en la placa de cultivo, se colocan los discos de antibióticos y se espera el tiempo de incubación, se verifica si hay formación o no de un halo.

Si no hubo formación de halo, significa que el microorganismo que fue colocado en la placa es resistente a aquel antibiótico. Por otro lado, si se verifica la formación de un halo de inhibición, significa que el microorganismo no fue capaz de crecer alrededor del antibiótico, indicando que es sensible a este medicamento. En estos casos, es importante la medición del halo, debido a que en algunas situaciones, cuando es muy pequeño, puede ser considerado como resistencia del agente infeccioso.

Para cada antibiótico existe un tamaño patrón para lo que se considera sensibilidad o resistencia, por lo que el profesional tiene que hacer la evaluación de acuerdo a lo que el laboratorio considera como patrón.

2. Antibiograma basado en dilución

En el antibiograma basado en dilución existe un recipiente con varias diluciones de antimicrobiano con dosis diferentes, donde se colocan los microorganismo que serán analizados y se determina la Concentración Mínima Inhibitoria (CMI) del antimicrobiano. En el recipiente en que no se observó crecimiento microbiano es el que indica la dosis correcta de antimicrobiano que debe ser utilizada en el tratamiento.

Cómo se interpreta el resultado en el laboratorio: en estos casos la persona realiza una serie de diluciones, que van de la más concentrada a la menos concentrada, por ejemplo, existen diluciones 1:1, 1:2, 1:4; 1:16 y 1:32, en que el 1:1 es el más concentrado, es decir, que es la dilución que tiene mayor concentración de antibiótico. A medida que se hacen la diluciones la concentración del antibiótico va disminuyendo y puede haber el crecimiento del microorganismo, haciendo con que el recipiente donde se hizo la dilución sea más turbio. Por esto, si la persona que está evaluando el examen realiza una dilución al 1:16 y ve que no hubo crecimiento del microorganismo, pero observa que la dilución 1:31 tuvo, significa que la concentración mínima de antibiótico que fue capaz de inhibir el crecimiento del microorganismo es 1:16, si se usa un antibiótico con una concentración más pequeña, no tendrá el efecto terapéutico esperado y puede ocasionar resistencia.

Actualmente en los laboratorios, el antibiograma es realizado por un equipo en que se realizan las pruebas de resistencia y sensibilidad. El informe otorgado por el laboratorio indica cuáles son los antimicrobianos al que el agente infeccioso fue resistente y cuáles fueron eficaces para combatir el microorganismo y en qué concentración.

Urocultivo con antibiograma

La infección urinaria es una de las infecciones más comunes en las mujeres y en hombres, y para ser diagnosticada es común que los médicos soliciten un examen general de orina (EGO) y el urocultivo con antibiograma, estos análisis en conjunto permiten identificar cuál es el microorganismo que está causando la infección y que antibiótico utilizar para combatirlo. Conozca cómo se realiza el urocultivo con antibiograma.

Cómo interpretar el resultado del antibiograma

El resultado del antibiograma puede demorar entre 3 a 5 días y se obtiene mediante el análisis del efecto de los antibióticos en el crecimiento de las bacterias u hongos. El antimicrobiano que inhiba el crecimiento del agente infeccioso será el indicado para tratar la infección, pero en el caso de que los microorganismos crezcan y estos no ocasionen ningún efecto, indica que la bacteria no es sensible a ese antimicrobiano, siendo entonces resistente.

De forma general, se indica en el informe:

  • Sensible o S, que indica que el microorganismo es sensible al antibiótico probado, pudiendo ser indicado para el tratamiento de la infección;
  • Resistente o R, que indica que el microorganismo es resistente al antibiótico probado, no debiendo ser indicado por el médico.

Dependiendo del tipo de antibiograma realizado, también es posible observar la Concentración Mínima Inhibitoria (CMI o MIC) del antibiótico, que es útil para que el médico evalúe cuál es la concentración del antibiótico que es eficaz para combatir el agente infeccioso. Es importante que el CMI sea evaluado por el médico, pues puede variar de acuerdo con el antibiótico a ser experimentando y el microorganismo que fue identificado.

Por ejemplo, se el informe indica que el antibiótico tiene un CMI de 0,025, significa que dosis bajas de ese antibiótico son muy eficacez contra el microorganismo en sí. Por otro lado, si el CMI del antibiótico es más elevado, por ejemplo de 4, significa que son necesarias dosis mayores del mismo antibiótico para combatir el microorganismo.