6 causas de ardor en las piernas (y qué hacer)

El ardor en las piernas normalmente es causado por mala circulación venosa, enfermedad arterial periférica o deficiencia de vitamina B12. Asimismo, también puede ser una complicación de la diabetes no controlada o trombosis de los vasos en las piernas.

Aparte del ardor en las piernas, también pueden surgir otros síntomas como hinchazón, cambios en el color de la piel, várices, hormigueo, adormecimiento, debilidad o calor, dependiendo de su causa.

En caso de ardor en las piernas, se recomienda consultar un médico general para una evaluación. El tratamiento depende de la causa de las molestias y puede implicar medidas como perder peso, dejar de fumar, usar medicamentos analgésicos o realizar cirugía. 

Principales causas

El ardor en las piernas puede ser causado por:

1. Mala circulación venosa

La mala circulación venosa, o insuficiencia venosa, puede causar síntomas como molestias, sensación de peso, hormigueo o ardor en las piernas, que no están asociados a actividades físicas y, normalmente, mejoran al reposar con las piernas elevadas.

Asimismo, cuando no es tratada, la mala circulación puede agravarse, dando como resultado el surgimiento de várices, hinchazón, heridas y oscurecimiento de la piel en la pierna afectada, por ejemplo.

Qué hacer: en caso de sospecha de mala circulación venosa, se recomienda consultar a un angiólogo. En la mayoría de los casos, el ardor en las piernas es aliviado con medidas como perder peso y hacer ejercicios físicos que favorezcan la circulación de las piernas, además del uso de medias de compresión.

Especialmente en los casos de várices, el médico también puede indicar el tratamiento con escleroterapia o, en las situaciones más graves, cirugía para aliviar el ardor en las piernas. Conozca las principales opciones de tratamiento para várices.

2. Enfermedad arterial periférica

La enfermedad arterial periférica puede provocar síntomas característicos como calambres, molestias y ardor en la piernas al caminar o hacer ejercicios, que mejoran cuando la persona reposa. El dolor puede afectar solo unas de las piernas y es más frecuentes en los muslos y/o pantorrillas.

En la mayor parte de los casos, la enfermedad arterial periférica es una consecuencia de la aterosclerosis, que da como resultado la disminución de la circulación de la sangre por las arterias debido a la acumulación de colesterol en estos vasos. Entienda mejor qué es la aterosclerosis.

Qué hacer: es importante consultar a un cardiólogo para una evaluación. El ardor en las piernas tiende a mejorar con el tratamiento, el cual normalmente involucra sesiones de fisioterapia y el uso de medicamentos para mejorar la circulación.

Asimismo, para evitar que la obstrucción arterial avance, son recomendadas medidas como dejar de fumar, perder peso y tener una alimentación saludable y equilibrada, además de realizar adecuadamente el tratamiento de problemas como presión alta o diabetes.

3. Deficiencia de vitamina B12

Cuando la deficiencia de vitamina B12 es grave, puede provocar síntomas como adormecimiento, hormigueo, pérdida de la sensibilidad o ardor en las piernas y/u otras partes del cuerpo, debido a alteraciones en el funcionamiento de nervios responsables por la sensibilidad.

Además, también es común que surjan síntomas característicos de anemia, como cansancio o palidez, pues la vitamina B12 es importante para la producción de glóbulos rojos. 

Qué hacer: en caso de sospecha de deficiencia de vitamina B12, se recomienda consultar un hematólogo o médico general. El tratamiento implica la reposición de vitamina B12, la cual, normalmente, es realizada por medio de comprimidos o inyección. 

4. Dolor en el nervio ciático

El dolor en el nervio ciático puede causar la sensación de ardor en la pierna en algunas personas y, normalmente, comienza en la parte inferior de la espalda y baja por la pierna del lado del nervio afectado.

Este dolor generalmente es causado por la compresión del nervio ciático, siendo común que también surjan otros síntomas como hormigueo, adormecimiento, debilidad o sensación de peso en la pierna afectada. Vea cómo es el dolor en el nervio ciático.

Qué hacer: en caso de sospecha de dolor en el nervio ciático, se recomienda consultar un ortopedista. En la mayoría de los casos, el tratamiento es llevado a cabo mediante el uso de analgésicos para aliviar el dolor y sesiones de fisioterapia para permitir que el nervio se recupere.

Asimismo, para aliviar el dolor del nervio ciático, también son indicadas medidas como aplicar compresas tibias, evitar permanecer mucho tiempo sentado o de pie y hacer actividades físicas y estiramientos bajo la orientación de un profesional, por ejemplo. 

5. Diabetes no controlada

La diabetes no controlada puede causar daños a los nervios en el cuerpo y dar como resultado síntomas como adormecimiento, hormigueo o ardor en las piernas y/o pies, los cuales tienden a empeorar por la noche en ciertas personas.

Esta es una complicación de la diabetes conocida como neuropatía diabética y también puede afectar otras partes del cuerpo, como las manos y/o brazos.

Qué hacer: se recomienda consultar a un endocrinólogo o médico general para una evaluación. El ardor en las piernas puede disminuir a medida que la persona hace el tratamiento de la diabetes de acuerdo con las indicaciones del médico en algunos casos.

Asimismo, en caso de que los síntomas sean persistentes o intensos, el médico también puede indicar medicamentos como pregabalina o amitriptilina, para ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de la persona.

6. Trombosis venosa profunda

La trombosis venosa profunda es la formación de un coágulo en el interior de las venas profundas del cuerpo, lo cual es más frecuente en las piernas, y puede causar la sensación de ardor en la pierna afectada, además de síntomas como dolor intenso, enrojecimiento, calor e hinchazón en la extremidad. Vea más síntomas de trombosis venosa profunda.

Qué hacer: en caso de sospecha de trombosis venosa profunda, se recomienda acudir a una emergencia para evaluación. El tratamiento normalmente es realizado con la persona hospitalizada e implica el uso de medicamentos anticoagulantes para evitar que la trombosis se agrave.