Artritis juvenil: síntomas, causas y tratamiento

La artritis juvenil es una enfermedad reumatológica que provoca la inflamación de una o más articulaciones, lo que resulta en síntomas como dolor, hinchazón y enrojecimiento en las articulaciones, pudiendo también afectar a otros órganos como la piel, el corazón, los pulmones, los ojos y los riñones.

La causa de este tipo de artritis aún no se conoce completamente, pero parece estar relacionada con factores genéticos y ambientales, lo que hace que las células del sistema inmunológico ataquen las articulaciones como si fueran extrañas al organismo.

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La artritis juvenil, también conocida como artritis idiopática juvenil, afecta a niños de hasta 16 años, y el tratamiento lo realiza el reumatólogo pediátrico, quien puede recomendar el uso de medicamentos o fisioterapia para aliviar los síntomas, prevenir la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida.

Síntomas de artritis juvenil

Los principales síntomas de la artritis juvenil son:

  • Dolor e hinchazón en una o más articulaciones;
  • Rigidez en la articulación afectada, principalmente por la mañana;
  • Dificultad para mover un brazo o una pierna;
  • Negativa del niño a caminar;
  • Cojera;
  • Aumento de la sensibilidad en la articulación afectada.

Además, también pueden aparecer manchas en el cuerpo similares a la psoriasis, irritación en los ojos, fiebre constante por debajo de 38ºC, especialmente por la noche, cansancio excesivo o falta de apetito.

Algunos niños pueden no quejarse de dolor en las articulaciones y, por lo tanto, algunos signos que pueden indicar artritis son cojera, quedarse muy quietos o tener dificultades para usar las manos para movimientos delicados, como escribir o pintar, por ejemplo.

Cómo realizar el diagnóstico

El diagnóstico de la artritis juvenil lo realiza el reumatólogo pediátrico mediante la evaluación de los síntomas y su duración, el historial médico del niño y el examen físico. Además, el médico puede solicitar análisis de sangre y pruebas de imagen, como radiografías, ecografías o resonancias magnéticas, para evaluar el daño en la articulación afectada.

El tratamiento de la artritis juvenil debe ser orientado por un reumatólogo pediátrico, con el objetivo de aliviar los síntomas y prevenir la progresión y las complicaciones de la enfermedad. Asimismo, el tratamineto puede incluir el uso de medicamentos antiinflamatorios, fisioterapia y acompañamiento psicológico, entre otros.

Por otro lado, el médico puede llegar a solicitar exámenes como proteína C reactiva (PCR), velocidad de sedimentación globular (VSG), anticuerpos antinucleares (ANA), factor antinuclear (FAN) y anticuerpos anti-péptido citrulinado cíclico (anti-CCP), por ejemplo.

Otros exámenes que el médico puede solicitar son radiografías, ecografías o resonancias magnéticas para evaluar los daños en la articulación afectada.

El diagnóstico de la artritis juvenil no siempre es fácil, ya que no existen exámenes específicos para esta enfermedad, pero ayudan al médico a descartar condiciones con síntomas similares, como artritis reactiva, fiebre reumática aguda o enfermedad de Lyme, por ejemplo.

Causas de la artritis juvenil

La causa exacta de la artritis idiopática juvenil no se conoce completamente, pero se sabe que ocurre debido a una interacción entre factores genéticos y ambientales, que resultan en la producción de anticuerpos por parte del sistema inmunológico, que atacan las articulaciones, provocando lesiones e inflamación.

Algunos factores ambientales que pueden desencadenar la artritis idiopática juvenil son el uso de antibióticos o infecciones por virus Epstein-Barr, Parvovirus B19, Chlamydophila pneumoniae e infecciones estreptocócicas, por ejemplo.

¿La artritis juvenil es contagiosa?

La artritis idiopática juvenil no es contagiosa, y tampoco se transmite de padres a hijos.

Tipos de artritis juvenil

La artritis idiopática juvenil puede clasificarse en diferentes tipos, como:

  • Artritis idiopática juvenil oligoarticular, donde se ven afectadas 4 o menos articulaciones;
  • Artritis idiopática juvenil poliarticular, donde se ven afectadas 5 o más articulaciones en los primeros 6 meses de la enfermedad;
  • Artritis idiopática juvenil sistémica, también conocida como enfermedad de Still, ocurre cuando la artritis está acompañada de fiebre y otros signos y síntomas que afectan a varios órganos del cuerpo, como la piel, el hígado, el bazo, los pulmones o el corazón;
  • Artritis idiopática juvenil relacionada con entesitis, que es la inflamación en los puntos de fijación de los tendones en los huesos, pudiendo o no afectar las articulaciones sacroilíacas o la columna vertebral;
  • Artritis psoriásica juvenil, caracterizada por la presencia de artritis con signos de psoriasis;
  • Artritis idiopática juvenil indiferenciada, que no cumple los criterios para ninguna de las categorías anteriores.

El tipo de artritis idiopática juvenil se identifica por el médico según sus características, el número de articulaciones afectadas y los síntomas que provoca en otras partes del cuerpo.

¿La artritis reumatoide juvenil tiene cura?

La artritis juvenil no tiene cura. Sin embargo, algunos niños pueden llegar a tener una remisión de los síntomas, dejando a la enfermedad inactiva. 

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de la artritis juvenil debe ser dirigido por un reumatólogo pediátrico, con el objetivo de aliviar los síntomas y evitar la progresión y complicaciones de la enfermedad.

Los principales tratamientos que el médico puede indicar son:

1. Uso de medicamentos

Normalmente, el tratamiento con medicamentos comienza con el uso de antiinflamatorios, como ibuprofeno o naproxeno, por ejemplo, con dosis adaptadas al peso del niño.

Cuando la artritis infantil afecta solo una articulación, el reumatólogo también puede recetar inyecciones de corticosteroides para complementar el tratamiento realizado con otros medicamentos y aliviar los síntomas durante algunos meses.

Sin embargo, dependiendo de la gravedad de la artritis juvenil, el médico puede recomendar el uso de medicamentos modificadores de la enfermedad (MME), como metotrexato, infliximab, adalimumab o etanercept, por ejemplo, ya que ayudan a reducir la actividad de la artritis y evitan la progresión de la enfermedad.

2. Fisioterapia

La fisioterapia es muy importante para la rehabilitación, y se realiza con ejercicios recomendados por el fisioterapeuta que ayudan a devolver la movilidad a la articulación, para que el niño pueda realizar actividades como caminar, escribir y comer sin dificultad.

Además, también es importante ejercitar la flexibilidad y la fuerza muscular.

3. Acompañamiento psicológico

Los niños con artritis idiopática juvenil también deben recibir acompañamiento psicológico y apoyo familiar, ya que pueden presentar dificultades emocionales y sociales.

El desarrollo intelectual de los niños con artritis es normal, por lo que deben asistir regularmente a la escuela, la cual debe estar al tanto de la situación del niño para facilitar su adaptación e integración social.

Posibles complicaciones

Las principales complicaciones de la artritis idiopática juvenil son la contractura articular, el retraso en el desarrollo físico del niño o la diferencia de tamaño entre las piernas.

Además, otras complicaciones incluyen la baja densidad ósea para la edad, la amiloidosis o la necesidad de colocar una prótesis en la cadera cuando esta se ve afectada.