El baclofeno es un relajante muscular indicado para el tratamiento de espasticidad muscular, que son contracciones musculares involuntarias causadas por esclerosis múltiple, esclerosis lateral amiotrófica, mielitis, paraplejía o después de un ACV, por ejemplo.
Este medicamento puede comprarse en farmacias o droguerías en comprimidos de 10 mg, como genérico, bajo la designación "baclofeno", o con los nombres comerciales Mylinax o Lioresal, por ejemplo. Además, el baclofeno puede encontrarse en hospitales en presentación inyectable para administración intratecal.
El baclofeno debe usarse solo con indicación médica en adultos por el tiempo y dosis establecida por el médico de forma individual.
Para qué sirve
El baclofeno sirve para el tratamiento de las contracciones o espasmos musculares involuntarios, causados por:
- Esclerosis múltiple;
- Esclerose lateral amiotrófica;
- Mielitis transversa;
- Paraplejía;
- Parálisis espinal;
- Siringomielia;
- Después de un ACV;
- Parapesia traumática;
- Espasmo muscular de origen cerebral;
- Enfermedad cerebral degenerativa o cáncer.
Además, el baclofeno puede indicarse antes de los ejercicios de fisioterapia para reducir el malestar.
El baclofeno actúa imitando la función de GABA, que es un neurotransmisor que tiene la acción de bloquear los nervios que controlan la contracción de los músculos. De esta forma, los nervios permanecen menos activos y los músculos más relajados, lo que ayuda a reducir la rigidez y los espasmos musculares.
El baclofeno de usarse solo bajo indicación médica, en la dosis y por el tiempo de tratamiento establecido por el médico.
¿El baclofeno es antiinflamatorio?
El baclofeno no es un antiinflamatorio. Es medicamento es un relajante muscular que actúa en el sistema nervioso central, permitiendo aliviar el dolor y los espasmos en los músculos, además de mejorar el movimiento y facilitar la realización de la tareas diarias.
Dosis de baclofeno
La dosis de baclofeno varía de acuerdo a su presentación, siendo:
1. Baclofeno comprimido de 10 mg
El baclofeno en comprimido de 10 mg debe tomarse por vía oral, con un vaso de agua junto con una comida, en los horarios establecidos por el médico.
La dosis de baclofeno para adultos normalmente recomendada es de 15 mg por día, dividida en 3 a 4 veces, la cual puede ser aumentada por el médico cada 3 días, 15 mg, hasta un máximo de 80 mg al día. En personas sensibles, el médico puede recomendar una dosis inicial de 5 a 10 mg al día.
Si después de 6 a 8 semanas de tratamiento no hay mejoría de los síntomas, se debe consultar de nuevo al médico para volver a evaluar el tratamiento.
Es importante no interrumpir el tratamiento con baclofeno por cuenta propia, ya que puede causar empeoramiento de los espasmos musculares de la rigidez, además de síntomas de abstinencia, como nerviosismo, confusión mental, alucinaciones, convulsiones, calambres o latido cardíaco acelerado.
Por eso, en caso de descontinuar el uso de baclofeno, las dosis deben reducirse gradualmente, durante 1 a 2 semanas, de acuerdo a la orientación del médico.
2. Baclofeno inyectable
El baclofeno inyectable es administrado por el médico o enfermero en un hospital, por medio de la inyección intratecal, es decir, directamente en la columna, en el canal espinal a una dosis prueba de 25 a 50 mcg, de acuerdo a la indicación del médico.
Las dosis de baclofeno intratecal deben ser calculadas por el médico de forma individual.
Posibles efectos secundarios.
Los efectos secundarios más comunes de baclofeno son somnolencia, mareros, náuseas, estreñimiento, cansancio, debilidad, dolor de cabeza, insomnio o exceso de orina. Normalmente estos efectos son leves y desaparecen algunos días después del inicio del tratamiento.
Además, el baclofeno puede causar efectos secundarios más graves que deben ser comunicados de inmediato al médico, como somnolencia extrema, sensación de felicidad extrema, depresión, sensación de falta de aire o respiración débil, convulsiones, alucinación, comezón, hormigueo o espasmos en las manos, brazos, pies o piernas; o pérdida de la coordinación motora.
El baclofeno también puede causar reacciones alérgicas graves que requieran atención médica inmediata, por lo que se debe interrumpir el tratamiento y acudir al servicio de urgencias más cercano al presentar síntomas como dificultad para respirar, sensación de garganta cerrada, hinchazón en la boca, lengua o rostro; o urticaria. Vea cómo identificar los síntomas de reacción alérgica grave.
Contraindicaciones
El baclofeno está contraindicado en personas con alergia a alguno de los componentes de la fórmula
Además, el baclofeno debe usarse con cuidado y solo con la orientación del médico en personas con enfermedad de de Parkinson, alteraciones psicóticas, esquizofrenia, alteraciones maníacas o depresivas, epilepsia, úlcera en el estómago, problemas renales, enfermedades en el hígado o diabetes.
Durante el embarazo o lactancia, este medicamento debe usarse solo bajo la indicación del médico, después de evaluar los beneficios del tratamiento para la mujer y los posibles riesgos para el bebé.