Brazo izquierdo dormido o entumecido: 7 causas y qué hacer

El adormecimiento del brazo izquierdo puede ocurrir por una mala postura al sentarse o al dormir, sin embargo, puede ser síntoma de problemas más graves como un infarto, ACV o a la compresión de los nervios del brazo, por la presencia de un tumor o una infección, por ejemplo. 

Esta sensación de adormecimiento o entumecimiento ocasiona una pérdida de sensibilidad de ese miembro y normalmente se acompaña de hormigueo, siendo importante mantenerse atento a la presencia de otros síntomas asociados, como dolor en el cuello, dificultad para respirar o hablar, alteraciones en los latidos cardíacos y dificultad para hablar.

En estos casos, es necesario acudir al médico general para que se realicen exámenes que permitan identificar la causa e iniciar el tratamiento más adecuado. 

Principales causas

Las principales causas de adormecimiento o entumecimiento del brazo izquierdo son:

1. Infarto

El hormigueo y adormecimiento del brazo es uno de los principales síntomas de infarto, principalmente cuando se acompaña de otros síntomas como dolor en el pecho en forma de punzada u opresión, malestar, tos seca y dificultad para respirar, por ejemplo. Sepa cómo reconocer los síntomas de infarto. 

El infarto se produce debido a la falta de sangre en el corazón debido a la presencia, la mayoría de las veces, de placas de grasa en el interior de los vasos, interrumpiendo el flujo sanguíneo. 

Qué hacer: cuando surjan los primeros síntomas de infarto, es importante acudir de inmediato al hospital, clínica o servicio de urgencias más cercano o llamar al servicio de emergencias para que tomen las medidas necesarias. En el hospital, el tratamiento generalmente se realiza con el uso de máscara de oxígeno para facilitar la respiración de la persona, además del uso de medicamentos que regulen el aporte de oxígeno al corazón, o la realización de un cateterismo cardíaco, en el que se inserta un catéter con el objetivo de colocar un stent o balón para restablecer el flujo de sangre y evitar la muerte del tejido. 

Es importante que posterior al episodio de infarto se tengan algunos cuidados de salud, como la práctica de ejercicios de forma regular, de acuerdo con las indicaciones del cardiólogo, además de evitar fumar y beber y tener una alimentación saludable y principalmente baja en frituras.

2. Postura errada

Una mala postura puede considerarse una de las principales causas de hormigueo y sensación de adormecimiento del brazo izquierdo, ya que de acuerdo a la posición de la columna y del brazo izquierdo puede haber compresión de los nervios, y por consecuencia adormecimiento del miembro.

Las personas que trabajan en la computadora, por ejemplo, pueden padecer con mayor frecuencia de adormecimiento del brazo izquierdo, principalmente cuando los brazos no se apoyan adecuadamente, se permanece sentado de forma incorrecta y la altura y la posición de la computadora no están recomendadas.

Los trabajadores cuya actividad les obligue a hacer presión sobre el hombro o brazo pueden sentir con más frecuencia el hombro izquierdo adormecido, como en el caso de albañiles y cargadores de mercancías en tiendas, por ejemplo. 

Además, algunas posiciones para dormir pueden provocar adormecimiento en el brazo izquierdo, así como problemas en la columna. Conozca cuáles son las mejores posiciones para dormir. 

Qué hacer: para mejorar la postura y evitar que el brazo se adormezca, es importante mantener la columna recta y distribuir el peso del cuerpo sobre ambos pies cuando se encuentre de pie, además de garantizar que el hueso del trasero y la espalda, se apoyen en la silla y los pies en el piso cuando se siente. 

Además, es importante tener conciencia corporal y practicar ejercicios de forma regular. Vea en el siguiente video algunos ejercicios para mejorar la postura:

3. Tendinitis

La tendinitis, que es la inflamación de las estructuras que conectan al hueso con el músculo, puede surgir debido a esfuerzos repetitivos de la articulación del hombro o del codo, como lavar ropa, cocinar, escribir o teclear por mucho tiempo, por ejemplo, haciendo que el brazo tenga la sensación de adormecimiento y hormigueo.

Además, puede haber debilidad del brazo, dificultad para realizar algún movimiento y calambres, por ejemplo. 

Qué hacer: el tratamiento de la tendinitis se realiza de acuerdo a la recomendación del médico, normalmente con el uso de medicamentos antiinflamatorios, aplicación de una compresa fría por lo menos 3 veces al día durante 20 minutos y fisioterapia, por ejemplo. Además, es importante evitar la actividad que produjo la tendinitis. 

4. Lesión o presión en los nervios

Algunas situaciones pueden presionar los nervios localizados en la espalda que irradian los brazos, cuando esto sucede puede haber sensación de adormecimiento y hormigueo en el brazo. Algunas situaciones que pueden producir presión en estos nervios son: tumores, osteoartrosis de la columna, infección, permanecer parado en la misma posición por mucho tiempo, e incluso, la presencia de una hernia discal, por ejemplo. Conozca más sobre los síntomas de hernia discal. 

Qué hacer: en estos casos, lo que más se recomienda es acudir con el neurólogo u ortopedista para que se diagnostique la causa de la compresión de los nervios, por medio de la evaluación clínica y realización de exámenes de imagen, y de esta forma, se indique el tratamiento, el cual puede realizarse con fisioterapia, en la mayoría de los casos o cirugía.

5. ACV

El accidente cerebro vascular, conocido también por sus siglas ACV, también puede causar adormecimiento y hormigueo en el brazo izquierdo, así como un fuerte dolor de cabeza, disminución de la fuerza en uno de los dos lados del cuerpo, dificultad para hablar y pérdida de sensibilidad. 

Qué hacer: ante la presencia de signos y síntomas que puedan indicar que ha ocurrido un ACV, es importante llamar al número de emergencia de su país o acudir a las urgencias del hospital más cercano para que se inicie el tratamiento más adecuado, Vea más detalles sobre el ACV y qué hacer.

6. Neuropatía periférica

La neuropatía periférica es una enfermedad que afecta los nervios periféricos que están localizados fuera del cerebro y de la médula espinal, y coordinan diversas funciones en el cuerpo, como la sensación de dolor o movimientos musculares, ocurriendo principalmente como consecuencia de una diabetes.

Esta condición puede ocasionar, además de adormecimiento del brazo, otros síntomas como dolor, ardor, calambres o espasmos musculares, por ejemplo.

Qué hacer: el tratamiento de la neuropatía periférica debe ser indicado por un neurólogo y este consiste en el control la enfermedad que originó la neuropatía, así como el uso de medicamentos, la realización de fisioterapia y en algunos casos de una cirugía. Conozca qué es la neuropatía periférica y cómo es el tratamiento.

7. Mala circulación

La mala circulación es una situación que se caracteriza por la dificultad que tiene la sangre para pasar por las venas y arterias, pudiendo deberse a la formación de placas en las arterias, a la presencia de un coágulo o a enfermedades como la diabetes. Asimismo, esta mala circulación puede ocurrir debido a una compresión del brazo mientras se duerme, por ejemplo. 

Además del adormecimiento del brazo, también puede ocasionar hormigueo, dedos de las manos fríos, piel pálida o azulada e hinchazón, por ejemplo.

Qué hacer: el tratamiento para la mala circulación deberá ser indicado por el cardiólogo, el cual podrá prescribir el uso de estatinas, aspirina, warfarina y/o antihipertensivos, por ejemplo. El uso de estos medicamentos dependerá de cuál sea la causa que esté originando el problema.

Cuándo acudir al médico

Es importante consultar al médico cuando surgen otros síntomas asociados, como por ejemplo: 

• Dolor en el pecho;
• Dificultad para respirar;
• Dificultad para hablar;
• Dificultad para realizar movimientos del día a día, como escribir o teclear, por ejemplo;
• Calambres frecuentes;
• Dolor en el cuello;
• Pérdida de fuerza en el brazo.

Ante la presencia de estos signos y síntomas, el médico puede indicar la realización de exámenes de laboratorio y/o de imagen para identificar la causa e iniciar el tratamiento más adecuado.