El broncoespasmo es la contracción de las vías aéreas que puede dificultar el paso de aire hacia los pulmones y provocar síntomas como tos, sibilancias o falta de aire. Cuando es grave, el broncoespasmo puede colocar la vida en peligro, pues cuando las vías respiratorias se estrechan, se dificulta tanto la entrada como la salida de aire de los pulmones.
Normalmente, el broncoespasmo afecta a personas que sufren de asma, sin embargo, también puede ocurrir en infecciones respiratorias, reacciones alérgicas o atragantamiento con alimentos u objetos, especialmente en niños.
Ante la sospecha de broncoespasmo, se recomienda acudir a urgencias para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento más adecuado, que puede incluir el uso de fármacos como salbutamol, corticoides y/o una inyección de epinefrina.
Principales síntomas
Los principales síntomas del broncoespasmo son:
- Sibilancias;
- Falta de aire;
- Sensación de opresión en el pecho;
- Respiración acelerada;
- Tos;
- Cansancio;
- Mareos;
- Agitación.
Los síntomas suelen aparecer de forma repentina, especialmente cuando la persona entra en contacto con posibles sustancias alergénicas, como el polen o el polvo.
Dependiendo de su causa, también pueden presentarse otros síntomas, como enrojecimiento de la piel, hinchazón de la cara y picazón en el cuerpo, que pueden indicar reacciones alérgicas graves, como la anafilaxia. Conozca qué es la anafilaxia y cómo identificarla.
¿El broncoespasmo es peligroso?
El broncoespasmo grave puede poner en peligro la vida de la persona si no recibe el tratamiento adecuado. No obstante, al ser tratando los síntomas desaparecen rápidamente.
Posibles causas
El broncoespasmo puede ser causado por:
- Asma;
- Bronquitis crónica;
- Infecciones respiratorias, como gripes y resfriados;
- Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC);
- Enfisema pulmonar;
- Alergia al polvo, polen, ácaros, moho o pelo de animales, o a heces, saliva o partes del cuerpo de cucarachas;
- Alergia a alimentos o medicamentos;
- Actividad física;
- Reflujo gastroesofágico;
- Atragantamiento con objetos o alimentos, por ejemplo;
- Uso de algunos medicamentos, como aspirina o betabloqueadores;
- Inhalación de humo o de aire muy frío;
- Hábito de fumar;
- Emociones fuertes o estrés;
- Anestesia general en cirugías.
Sin embargo, la dificultad para respirar también puede tener otras causas, como la obesidad y problemas cardíacos, por lo que es importante consultar a un neumólogo o médico general para confirmar el diagnóstico. Conozca otras causas de dificultad para respirar.
Cómo confirmar el diagnóstico
El diagnóstico del broncoespasmo es realizado por el neumólogo o médico general, mediante la evaluación de los síntomas, antecedentes de salud y hábitos de vida, además de un examen físico en el cual se solicita a la persona inhalar y exhalar mientras se escuchan los pulmones con un estetoscopio, para verificar si existen ruidos producidos durante la respiración.
El médico también debe realizar un examen de oximetría o gasometría arterial para medir la cantidad de oxígeno en la sangre. Vea cómo es llevada a cabo la gasometría arterial y los valores normales.
Asimismo, para identificar la causa del broncoespasmo, el médico debe solicitar exámenes como espirometría, pruebas de función pulmonar, radiografía de tórax o tomografía computarizada.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento del broncoespasmo depende de su causa, pero generalmente implica el uso de medicamentos inhalados para abrir las vías respiratorias, como el salbutamol y el bromuro de ipratropio, y corticosteroides para reducir la inflamación, especialmente en caso de un ataque de asma. Vea qué hacer en caso de un ataque de asma.
Además, pueden estar indicados otros medicamentos, como antihistamínicos o la inyección de epinefrina, cuando el broncoespasmo es causado por anafilaxia, o la broncoscopia, que es un examen capaz de identificar y retirar objetos de las vías respiratorias, en caso de atragantamiento. Conozca qué es la broncoscopia y cómo se realiza.