Qué es:
La bronquiolitis es una infección respiratoria que provoca la inflamación y obstrucción de los bronquiolos, una parte de las vías aéreas que conduce el aire hacia los pulmones. Esta puede ser causada por un virus respiratorio, como el virus sincitial respiratorio (VSR) y el rinovirus.
Normalmente, esta afección es más común en bebés menores de 2 años de edad y con antecedentes de enfermedades pulmonares, desnutrición o bajo peso al nacer, por ejemplo, y provoca síntomas como tos, sibilancias al respirar, respiración acelerada y, en los casos más graves, dificultad para respirar.
En caso de sospecha de bronquiolitis, es importante consultar al pediatra para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento, el cual normalmente implica medicamentos antitérmicos y lavado nasal con suero fisiológico, y en los casos más graves, puede que tenga que ser llevado a cabo en el hospital.
Principales síntomas
Los principales síntomas de bronquiolitis en el bebé incluyen:
- Fiebre;
- Goteo o congestión nasal;
- Tos;
- Sibilancias al respirar;
- Respiración rápida;
- Irritabilidad;
- Reducción del apetito;
- Dificultad para dormir.
Al inicio, la bronquiolitis es semejante a un resfriado, pero luego los síntomas tienden a empeorar hasta el 3.er o 4.º día posterior al comienzo de la enfermedad, provocando respiración acelerada y sibilancias al respirar. Estos síntomas pueden demorar de 3 a 4 semanas en desaparecer.
En caso de sospecha de bronquiolitis, es importante consultar al pediatra para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento más adecuado.
¿La bronquiolitis en el bebé es grave?
La bronquiolitis en el bebé algunas veces puede ser grave, especialmente cuando surgen síntomas como ensanchamiento de las narinas, balanceo de la cabeza, marcas de las costillas o movimientos excesivos del abdomen al respirar. En estos casos, es importante acudir a un hospital para que sea llevada a cabo una evaluación.
Asimismo, en caso de que el bebé no logre ser amamantado o no pueda comer o ingerir líquidos, también se recomienda acudir a la emergencia pediátrica, pues esto puede indicar una mayor gravedad de la bronquiolitis.
Cómo se confirma el diagnóstico
El diagnóstico de bronquiolitis generalmente lo realiza el pediatra después de la evaluación de los signos y síntomas presentados por el niño, así como del historial clínico.
En algunos casos, especialmente cuando la bronquiolitis tarda en curarse o cuando los síntomas son muy intensos, el pediatra puede solicitar algunos exámenes de sangre y una radiografía de tórax, con la finalidad de descartar otras infecciones.
Principales causas
La bronquiolitis en el bebé normalmente es causada por la infección de las vías aéreas por virus respiratorios, como el virus sincitial respiratorio (VSR) y el rinovirus, que provoca la inflamación de la pared de los bronquiolos, la producción de secreciones y la obstrucción del flujo de aire hacia los pulmones.
Además, la bronquiolitis es más común en bebés menores de 2 años de edad que no fueron amamantados, que poseen desnutrición, que nacieron con bajo peso o que sufren de enfermedades pulmonares o que afectan la inmunidad.
¿La bronquiolitis es contagiosa?
Los virus que causan la bronquiolitis pueden ser transmitidos de una persona a otra al ser liberados en las pequeñas gotas de saliva o en secreciones nasales de una persona infectada cuando habla, tose o estornuda, e inhalados por otras personas, lo que da paso a su multiplicación en las vías aéreas.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la bronquiolitis normalmente implica el uso de medicamentos antitérmicos, en caso de fiebre, y medidas como el lavado nasal con suero fisiológico y la aspiración de las secreciones. Asimismo, también es importante mantener al bebé hidratado con leche y agua. Vea cómo es llevado a cabo el tratamiento de la bronquiolitis en casa.
No obstante, en los casos más graves, puede que el tratamiento requiera ser realizado con el niño en el hospital, pudiendo ser indicado el uso de oxígeno, la alimentación por sonda y, en caso de sospecha de infección bacteriana, el uso de medicamentos antibióticos, por ejemplo.
No existe un fármaco antiviral específico para combatir el virus que provoca la bronquiolitis; sin embargo, este tiende a ser eliminado naturalmente por el organismo luego de 2 o 3 semanas.
Fisioterapia en la bronquiolitis
La fisioterapia en caso de bronquiolitis también puede ser indicada por el pediatra, en especial en los casos más graves, con el objetivo de ayudar a desobstruir los pulmones mediante la realización de ejercicios respiratorios, mejorando la respiración del bebé.
Cómo prevenir la bronquiolitis
Para evitar la bronquiolitis se recomienda:
- Evitar el contacto directo del bebé con otros bebés o con personas que tengan gripe o estén resfriados;
- Lavar frecuentemente las manos del bebé, especialmente después de haber estado en contacto con el piso y otras personas;
- Limpiar frecuentemente los juguetes y las superficies donde el bebé juega;
- Vestir al bebé adecuadamente, evitando alteraciones bruscas de temperatura;
Además, en caso de que los cuidadores también estén resfriados o engripados, es importante lavar las manos con frecuencia y emplear una mascarilla al cuidar el bebé, para evitar el desarrollo de bronquiolitis.
Cuándo acudir al médico
Es importante consultar al pediatra cuando surge alguna alteración en la salud del bebé. Sin embargo, los casos que son más urgentes de la bronquiolitis ocurren cuando el bebé presenta mucha dificultad para respirar, tiene la piel de los pies y las manos azuladas y no come, y cuando es posible notar que se hunden los músculos de las costillas al respirar o si la fiebre no disminuye al cabo de 3 días. Conozca más sobre cuándo acudir a un pediatra.