Bronquitis asmática: qué es, síntomas y tratamiento

La bronquitis asmática es la inflamación de los bronquios, las principales vías aéreas encargadas de transportar oxígeno hacia y desde los pulmones, que puede presentarse en personas con asma.

Esta inflamación puede causar síntomas como dificultad para respirar, sibilancias (ruidos al respirar) y tos persistente. Las personas con asma tienen un mayor riesgo de desarrollar bronquitis.

Es importante que, ante la aparición de síntomas indicativos de bronquitis asmática, se consulte a un neumólogo para que realice una evaluación y determine el tratamiento más adecuado.

Principales síntomas

Los principales signos y síntomas de la bronquitis asmática son:

• Dificultad para respirar y sensación de que el aire no llega a los pulmones, pudiendo empeorar en la noche;
• Sensación de opresión en el pecho;
• Tos nocturna;
• Sibilancias o ruidos al respirar;
• Sensación de malestar general y cansancio;
• Presencia de una pequeña cantidad de flema, similar a la clara de huevo.

En algunos casos, la flema puede cambiar de color y ser amarillenta o verdosa, principalmente cuando la persona también presenta una infección respiratoria de origen bacteriano.

Cómo se realiza el diagnóstico

El diagnóstico de la bronquitis asmática puede ser realizado por un neumólogo a través de la evaluación del historial médico, los síntomas que la persona presenta y de un examen físico, en el que se realiza una auscultación de los pulmones.

Además, también puede ser indicada una espirometría, pruebas de alergia, prueba de provocación con metacolina o una prueba de provocación con ejercicio con inhalación de aire frío, por ejemplo.

Asimismo, el médico también podría indicar algunas pruebas de imagen, como una radiografía de tórax y de los senos paranasales.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento para la bronquitis asmática debe ser indicado por el neumólogo o pediatra.

1. Medicamentos

Algunos medicamentos para la bronquitis asmática, que pueden ser indicados por el médico, son:

• Broncodilatadores, como el salbutamol (Combivent), budesonida (Symbicort, Vannair) o bromhidrato de fenoterol (Berotec o Berodual), para aliviar la dificultad respiratoria;
• Jarabes expectorantes, que contengan dextrometorfano o guaifenesina, para aliviar la tos y aflojar las secreciones;
• Antihistamínicos, en caso la causa sea de origen alérgica.

En los casos donde hay una infección bacteriana asociada, el médico podría indicar el uso de antibióticos, como la amoxicilina.

2. Fisioterapia respiratoria

La fisioterapia también puede ser un recurso para el tratamiento de la bronquitis asmática, siendo útil para mejorar la capacidad respiratoria y el condicionamiento físico de la persona.

En estas sesiones se realizan ejercicios respiratorios que fortalecen los músculos involucrados en la respiración, expandiendo la capacidad pulmonar y ayudando a extraer el moco de los bronquios. Vea en qué consiste la fisioterapia respiratoria. 

3. Otras recomendaciones generales

Algunas otras recomendaciones para tratar la bronquitis asmática son:

• Eliminar o evitar los alérgenos;
• Beber muchos líquidos para facilitar la salida de la flema y la mucosidad;
• Evitar el cigarrillo;
• Usar un humidificador en casa o inhalaciones de vapor para facilitar la salida de las secreciones;

Además, la pérdida de peso, en el caso de las personas con sobrepeso, también puede ayudar a mejorar el asma. Vea más detalles sobre el asma.