Cámara hiperbárica: para qué sirve, qué es y cómo funciona

La cámara hiperbárica es un tratamiento de oxigenoterapia en el que se respira oxígeno 100% puro dentro de una cámara que tiene una presión 2 a 3 veces más que la presión al nivel del mar, sirviendo para tratar infecciones, intoxicaciones o embolias pulmonares, así como favorecer la cicatrización de heridas.

Este tipo de tratamiento, también llamado oxigenoterapia hiperbárica, permite que el cuerpo absorba más oxígeno a través de los pulmones y se produzca un aumento de la circulación sanguínea, lo que puede estimular el crecimiento de células sanas y combatir el desarrollo de bacterias.

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Existen dos tipos de cámara hiperbárica, una para uso exclusivo de una persona y otra para uso de varias personas al mismo tiempo. Estas cámaras se encuentran en clínicas privadas y hospitales.

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Para qué sirve

La cámara hiperbárica sirve para ofrecer más oxígeno a los tejidos, cuando hay una lesión, y se necesita más oxígeno para su reparación.

De esta forma, este tipo de tratamiento permite restaurar lesiones, mejorar la cicatrización y combatir infecciones.

Es importante resaltar que este tipo de procedimiento aún no cuenta con evidencia científica ni estudios suficientes que indiquen cura para enfermedades, pero puede ser recomendado por un neumólogo, médico general, cirujano o intensivista, por ejemplo, cuando otros tratamientos no producen los resultados esperados.

Cuándo es indicada

Las principales indicaciones de la cámara hiperbárica son:

  • Heridas que no cicatrizan, como el pie diabético;
  • Anemia severa;
  • Infecciones graves de la piel, músculos o tejido graso;
  • Embolia gaseosa o gangrena gaseosa;
  • Quemaduras térmicas extensas;
  • Intoxicación por monóxido de carbono;
  • Absceso cerebral;
  • Lesiones o necrosis óseas provocadas por radioterapia;
  • Osteomielitis;
  • Síndrome compartimental;
  • Compromiso de los injertos de piel;
  • Lesiones por aplastamiento o amputaciones.

Además, la cámara hiperbárica puede estar indicada, por ejemplo, en caso de enfermedad por descompresión o pérdida auditiva neurosensorial repentina.

Este tipo de tratamiento es prescrito por el médico junto con otros medicamentos y por ello es importante no abandonar el tratamiento convencional.

Además, la duración del tratamiento con la cámara hiperbárica depende de la extensión de las heridas y de la gravedad de la enfermedad, pero el médico puede recomendar hasta 30 sesiones de esta terapia.

Cómo funciona

La cámara hiperbárica funciona aumentando la capacidad de la sangre para transportar oxígeno y la oxigenación de los tejidos, lo cual es fundamental para combatir bacterias u hongos y favorecer la liberación de sustancias que facilitan la cicatrización.

Además, la oxigenoterapia hiperbárica ayuda a reducir el tamaño de las burbujas de gas en la sangre y favorecer su disolución, debido a la mayor presión dentro de la cámara.

Cómo prepararse

Para prepararse para la cámara hiperbárica es importante:

  • Informar a su médico sobre todos los medicamentos que utiliza habitualmente, ya que el efecto de algunos de ellos se puede ver afectado por este tipo de terapia;
  • Evitar las bebidas alcohólicas y carbonatadas durante al menos 4 semanas antes y durante el tratamiento;
  • Evitar o deje de fumar, ya que perjudica el transporte de oxígeno a los tejidos;
  • Mantener una dieta saludable y equilibrada, unas horas antes del tratamiento;
  • Beber mucha agua para mantener el cuerpo hidratado;
  • Usar ropa limpia y calcetines de algodón;

No introduzca ningún producto electrónico o inflamable en la cámara, como cerillas, encendedores, teléfonos móviles, audífonos, relojes o productos a base de aceite.
El día de la sesión de oxigenoterapia hiperbárica es importante no utilizar desodorante, perfumes, maquillaje, lentes de contacto rígidas, gafas, cremas hidratantes, lacas o aceites para el cabello, pelucas, extensiones de cabello, joyas, piercings o bisutería.

Además, se debe evitar aplicar uñas acrílicas o esmalte de uñas durante al menos 24 horas antes del tratamiento.

Cómo se realiza

El tratamiento en la cámara hiperbárica lo realiza un médico en un hospital o clínica, utilizando diferentes dispositivos y el oxígeno se puede administrar a través de máscaras o cascos adecuados o directamente en el espacio de la cámara de aire.

Para realizar la sesión de cámara hiperbárica la persona se acuesta o se sienta respirando profundamente durante 2 horas, pudiendo el médico recomendar más de una sesión dependiendo de la enfermedad a tratar.

Durante la terapia dentro de la cámara hiperbárica es posible sentir presión en el oído, al igual que sucede dentro del avión, por lo que es importante bostezar o masticar para mejorar esta sensación.

Además, es importante avisar a tu médico si tienes claustrofobia, ya que puede producirse fatiga y malestar debido a la duración de la sesión. Vea qué es la claustrofobia.

Posibles efectos secundarios

El tratamiento a través de la cámara hiperbárica tiene pocos riesgos para la salud, sin embargo, en algunos casos más raros, puede provocar convulsiones debido a la gran cantidad de oxígeno en el cerebro.

Otros efectos secundarios pueden ser rotura del tímpano, daño a los senos nasales, problemas de visión y neumotórax, que es la entrada de oxígeno al exterior del pulmón.

Además, la cámara hiperbárica puede provocar intoxicación por oxígeno y provocar daño pulmonar. Por lo tanto, sólo debe ser realizado por un médico especialista en medicina hiperbárica.

Contraindicaciones

La cámara hiperbárica está absolutamente contraindicada en casos de neumotórax no tratado. Además, las personas con enfermedades pulmonares, como asma, enfisema o EPOC, deben informar a su médico, ya que tienen un mayor riesgo de sufrir neumotórax.

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Además, existen algunas contraindicaciones relativas que el médico debe evaluar caso a caso, como la hipertensión arterial no controlada, la diabetes con niveles de glucosa superiores a 300 o inferiores a 100, el uso de marcapasos o la insuficiencia cardíaca congestiva, por ejemplo.

Otras contraindicaciones relativas son cirugía reciente de ojos, oídos o tórax, fiebre, sinusitis crónica, infecciones respiratorias activas, antecedentes de convulsiones o cáncer no tratado.

También es importante informar al médico sobre el uso de medicamentos continuos, ya que pueden influir en el tratamiento con la cámara hiperbárica. Por ejemplo, el uso de medicamentos de quimioterapia puede causar complicaciones durante el tratamiento, por lo que el uso de la cámara hiperbárica siempre debe ser evaluado por el médico.