Los cuidados con los senos durante el embarazo deben iniciarse tan pronto como la mujer descubre que está embarazada y tiene como objetivo disminuir el dolor y la incomodidad debido a su crecimiento; preparar los senos para la lactancia y prevenir la aparición de estrías.
A medida que va avanzando el embarazo los senos van cambiando para prepararse para la lactancia materna, haciéndose más grandes, más pesados y doloridos. Además de esto, también surgen otros cambios como que la aureola se vuelve más oscura y sensible, y las venas de los senos son mucho más visibles, siendo importante mantener algunos cuidados. Conozca en qué semana del embarazo se encuentra.
Las principales cambios en los senos y los cuidados que se deben tener son:
1. Los senos se sienten doloridos o sensibles
Con el aumento de peso, el crecimiento de la barriga y el inicio de la producción de leche materna es normal que los senos crezcan y estén doloridos o más sensibles. Normalmente esta sensación comienza en la 8ª semana de gestación, pero en algunas mujeres puede surgir más tarde, dependiendo del crecimiento de los senos.
Qué hacer para aliviarlos: Una excelente solución es utilizar un sostén o brasier durante el día y la noche, ya que ayuda a soportar el peso y el volumen de los senos. El sujetador debe ser, preferiblemente, de algodón, tener tiras de sujetar anchas, sostener bien los senos, no tener relleno, ni varillas para sujetar y es importante que, a medida que los senos crezcan, la embarazada aumente el tamaño del sujetador. A partir del tercer trimestre, la embarazada podrá utilizar un sostén de lactancia para acostumbrarse, ya que deberá usarlo después de que el bebé nazca.
2. La areola se oscurece
Debido a los cambios hormonales y al aumento de la vascularización sanguínea en los senos, es normal que las areolas se pongan más oscuras de lo normal. Esta nueva coloración debe permanecer durante toda la lactancia, pero vuelve a la normalidad después de que el bebé deja de amamantarse exclusivamente del pecho.
3. Las protuberancias alrededor de la aureola sobresalen más de lo normal
Algunas mujeres presentan unas protuberancias o especie de bolitas alrededor de toda la areola, estas son en realidad los "tubérculos de Montgomery", un tipo de glándula productora de grasa que es necesaria durante la lactancia para lubricar y proteger la piel de los pezones. Durante el embarazo y la lactancia es normal que estas pequeñas glándulas estén más sobresalientes, no habiendo nada de que preocuparse ya que es totalmente normal.
4. Pueden surgir estrías
El aumento rápido de los senos en el embarazo puede causar al surgimiento de estrías, y a su vez también ocasiona una cierta comezón en la piel.
Qué hacer para evitar las estrías: Debe colocarse una crema hidratante, preferiblemente especial para las estrías, en los senos por lo menos 2 veces al día, evitando colocarla sobre las areolas y los pezones. En las farmacias hay muy buenas marcas como por ejemplo Mustela Duplo Crema prevención de estrías o la crema para estrías de palmer's, pero otra excelente estrategia es aplicarse aceite de almendras e inclusive puede ser aceite de bebé. Conozca otros consejos para evitar las estrías.
5. Aparición de un líquido amarillento llamado calostro
Durante el 3º trimestre del embarazo, especialmente en las últimas semanas o días de la gestación, si la mujer presiona los pezones de forma adecuada podrá observar la presencia de pequeñas gotitas de leche amarillentas, esta será la primera leche que el bebé recibirá en sus primeros días de vida, y es llamada calostro. Esta contiene una elevada cantidad de proteínas, grasas, vitaminas y minerales para proporcionarle todos los nutrientes al bebé recién nacido. Al cabo de unos días la leche va aumentando su producción progresivamente y va cambiando de color, haciéndose más blanca. Conozca más sobre el calostro.
6. Las venas se vuelven más evidentes
La vascularización de los senos se vuelve más evidente porque con el crecimiento de los pechos la piel se estira mucho y hace con que las venas resalten. Estas pueden tener un color verdoso o azulado, siendo un cambio completamente normal.
Cómo preparar los senos para la lactancia materna
Para preparar los senos para la lactancia materna, la embarazada debe:
- Tomar 15 minutos de sol por día en los pezones: La embarazada debe tomar sol hasta las 10 de la mañana o después de las 16h, colocando protector solar en los senos, excepto en las areolas y en los pezones, esto ayuda a prevenir las grietas en los pezones y hace que la piel sea más resistente a las fisuras durante la lactancia. Una buena alternativa para las embarazadas que no pueden tomar sol es utilizar una lámpara de 40 W a 30 cm de distancia de los pezones;
- Lavar los pezones y las areolas sólo con agua: la embarazada debe evitar productos de higiene como jabones, ya que retiran la hidratación natural de los pezones, aumentado el riesgo de que se agrieten los pezones;
- Dejar los pezones expuestos al aire el máximo de tiempo posible: es importante ya que así la piel queda más íntegra y sana, previniendo fisuras e infecciones por hongos que pueden surgir durante la lactancia.
Otro consejo para preparar los senos para la lactancia es masajear los senos 1 o 2 veces al día a partir del 4º mes de gestación, ya que el masaje ayuda a que el pezón sobresalga más para facilitar la lactancia, haciendo con que sea más fácil la succión de la leche por el bebé.
Para realizar el masaje, basta con agarrar el seno con las dos manos, una en cada lado, y hacer presión desde la base hasta el pezón, alrededor de 5 veces, y luego repetir, pero con una mano arriba y otra debajo del seno, como muestra la imagen. Conozca otros consejos que puede seguir.