El cáncer de mandíbula es un tipo raro de tumor que se desarrolla en el hueso de la mandíbula inferior y causa síntomas iniciales como dolor progresivo en la boca e hinchazón en la región de la mandíbula y el cuello.
Este tipo de cáncer normalmente se diagnostica en las primeras etapas debido a los síntomas, que son evidentes, y a los resultados de los exámenes radiológicos. Sin embargo, si el diagnóstico se realiza en un estadio más avanzado de la enfermedad, existe mayor probabilidad de metástasis a otros órganos, dificultando el tratamiento. Vea los principales síntomas de metástasis.
El tratamiento del cáncer de mandíbula debe ser orientado por un médico y, por lo general, se recomienda una cirugía para extirpar el tejido afectado, seguida de sesiones de radioterapia o quimioterapia.
Principales síntomas
Los principales síntomas del cáncer de mandíbula son:
- Hinchazón en la cara o sólo en el mentón;
- Sangrado en la boca;
- Dificultad para abrir y cerrar la boca;
- Cambios en la voz;
- Dificultad para masticar y tragar, ya que estas acciones provocan dolor;
- Entumecimiento u hormigueo en la mandíbula;
- Dolor de cabeza frecuente.
A pesar de los síntomas, en muchos casos el cáncer de mandíbula puede aparecer sin ningún síntoma y desarrollarse de forma silenciosa.
Por lo tanto, si aparecen cambios en la región de la mandíbula y el cuello que tardan más de 1 semana en desaparecer, se recomienda consultar a un médico general para realizar un diagnóstico e iniciar el tratamiento adecuado.
Diagnóstico de cáncer de mandíbula
El diagnóstico de cáncer de mandíbula debe ser realizado por el médico, inicialmente mediante la evaluación de los signos y síntomas que presenta la persona.
Sin embargo, para confirmar el cáncer, el médico puede recomendar pruebas de imagen, como radiografía de mandíbula, tomografía computarizada y/o resonancia magnética, además de una biopsia.
Lea también: Tomografía Computarizada: qué es y para qué sirve tuasaude.com/es/tomografia-computarizadaEstas pruebas ayudan no sólo a confirmar el diagnóstico, sino también a evaluar la gravedad del cáncer, siendo útiles para que el médico indique el tratamiento más adecuado.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento del cáncer de mandíbula debe ser guiado por el médico según el grado de desarrollo del tumor y la edad del paciente.
En general, el tratamiento comienza con una cirugía para extirpar la mayor cantidad posible de tejido afectado, pudiendo ser necesario colocar prótesis metálicas en la mandíbula para reemplazar el hueso faltante. Tras la cirugía se realizan sesiones de radioterapia o quimioterapia para eliminar las células malignas restantes y, por tanto, el número de sesiones puede variar según el grado de desarrollo del cáncer.
En los casos en los que el cáncer está muy desarrollado y el tratamiento no se inició a tiempo, pueden aparecer metástasis en otras partes del cuerpo, como los pulmones, el hígado o el cerebro, complicando el tratamiento y reduciendo las posibilidades de curación.