El cáncer en el ojo, la mayoría de las veces, no causa signos ni síntomas aparentes y puede ocurrir en personas de cualquier edad. Sin embargo, el retinoblastoma, por ejemplo, es más común en niños menores de 5 años, mientras que el melanoma ocular es más frecuente en personas entre 45 y 75 años que tienen ojos claros.
Como en la mayoría de los casos no se notan síntomas, es común que el diagnóstico solo se realice en una fase más tardía de la enfermedad, lo que puede hacer que el tratamiento sea más agresivo, además de aumentar el riesgo de metástasis en otros órganos, como el cerebro, los pulmones y el hígado, por ejemplo.
Por lo tanto, si se nota alguna alteración en los ojos al tomar una foto, movimientos involuntarios de los ojos, estrabismo o visión borrosa, por ejemplo, se recomienda consultar a un oftalmólogo para que se pueda hacer el diagnóstico y comenzar el tratamiento de inmediato.
Principales síntomas
Los signos y síntomas del cáncer en el ojo son:
- Disminución de la capacidad visual, pudiendo haber pérdida de visión en uno de los ojos;
- Visión borrosa y limitada en uno de los ojos;
- Pérdida de la visión periférica;
- Alteraciones en la forma de la pupila;
- Aparición de una mancha en el ojo;
- Reflejo blanco en el centro del ojo, principalmente notado en fotos con flash;
- Cambio en el color del ojo;
- Aparición de "moscas" en la visión o sensación de destellos de luz.
Los signos y síntomas no son frecuentes, pero aparecen cuando la enfermedad ya está en una etapa más avanzada.
En el caso de los niños pequeños, como no pueden hablar, es posible que el niño se toque los ojos con frecuencia y tenga dificultad para identificar y recoger objetos cercanos, por ejemplo. Conozca más sobre el retinoblastoma.
Lea también: Mancha roja en el ojo: 6 causas y qué hacer tuasaude.com/es/mancha-roja-en-el-ojoAdemás, en casos de metástasis, también pueden aparecer síntomas relacionados con el lugar de propagación y proliferación de las células cancerosas, pudiendo haber síntomas pulmonares, cerebrales o hepáticos, principalmente.
Cómo se hace el diagnóstico
El diagnóstico del cáncer en el ojo lo realiza el oftalmólogo a través de un examen oftalmológico de rutina, además de la evaluación de los signos y síntomas presentados por la persona y exámenes más específicos, como retinografía, angiografía, mapeo de retina y ecografía ocular.
En el caso de los recién nacidos y bebés de hasta 2 años, se puede realizar la prueba del reflejo rojo, que tiene como objetivo evaluar todas las estructuras del ojo, permitiendo el diagnóstico de enfermedades oculares.
Si se confirma el diagnóstico, también pueden solicitarse otros exámenes con el objetivo de verificar si ha habido metástasis, recomendándose la realización de tomografía, ultrasonido abdominal, resonancia magnética y análisis de sangre para evaluar la función del hígado, como TGO/AST, TGP/ALT y GGT, ya que el hígado es el principal lugar de metástasis del melanoma ocular.
Cómo se hace el tratamiento
El tratamiento tiene como objetivo principal preservar los tejidos oculares y la visión. Sin embargo, el tipo de tratamiento depende del tamaño del tumor y su ubicación, además del hecho de que haya habido o no metástasis.
En el caso de tumores pequeños o medianos, normalmente se indica la realización de radioterapia, quimioterapia o terapia con láser. Sin embargo, cuando el tumor es grande puede ser necesario realizar una cirugía para la remoción del tumor y de los tejidos cercanos.
En algunos casos, puede ser necesaria la remoción del ojo, procedimiento llamado enucleación. Sin embargo, es bastante agresivo y, por lo tanto, solo se indica cuando los tratamientos anteriores no han tenido efecto o cuando el riesgo de metástasis es muy alto.