El cáncer infantil es un grupo de tumores malignos que surgen en la infancia o en la adolescencia, causando síntomas como dolor óseo, fiebre, infecciones frecuentes, alteraciones en la visión, pérdida de energía o pérdida de peso sin motivo aparente.
Los tipos de cáncer más comunes en la infancia son leucemias, linfomas, tumores del sistema nervioso central o retinoblastomas, por ejemplo, causados por alteraciones en el ADN de las células, las cuales no maduran correctamente y comienzan a multiplicarse de manera rápida y descontrolada.
El tratamiento del cáncer infantil es realizado por el oncólogo pediátrico u oncopediatra, que puede indicar cirugía, quimioterapia, radioterapia o trasplante de médula ósea, lo que varía según con el tipo de cáncer y el estadio del tumor.
Principales síntomas
Los principales síntomas de cáncer infantil incluyen:
- Fiebre baja sin causa aparente, que dura más de 8 días;
- Sangrados por la nariz o encías o surgimiento fácil de hematomas;
- Dolor en los huesos, en las piernas o en los brazos;
- Ganglios linfáticos endurecidos e indoloros en las axilas, ingles o cuello;
- Dolor de cabeza frecuente;
- Pérdida de equilibrio o de coordinación motora;
- Hinchazón en los ojos o pupila blanca cuando es expuesta a la luz;
- Sudoración nocturna;
- Tos persistente o falta de aire;
- Pérdida de peso sin motivo aparente.
Asimismo, en los bebés se puede observar el aumento de tamaño de la cabeza, cuando la fontanela (mollera) aún no está cerrada, en especial en bebés menores de 18 meses.
Si los padres observan estas alteraciones, lo más recomendable es llevar al niño al pediatra lo antes posible para realizar exámenes y establecer el diagnóstico precoz, con el objetivo de aumentar las probabilidades de éxito del tratamiento, pues mientras más rápido este sea iniciado, mayores serán las posibilidades de cura.
Cómo se realiza el diagnóstico
El diagnóstico del cáncer infantil puede realizarse por el pediatra basándose en los síntomas, y para confirmar la sospecha deben ser realizados exámenes como:
- Exámenes de sangre: el médico analiza algunos valores que pueden estar alterados en caso de cáncer, como PCR, leucocitos, marcadores tumorales, TGO, TGP y hemoglobina;
- Tomografía computarizada o ecografía: son exámenes de imagen que permiten confirmar la presencia de un tumor, así como su grado de desarrollo;
- Biopsia: es realizada a través de la toma de una muestra de tejido del órgano que se sospecha que está afectado, la cual luego será analizada en el laboratorio para determinar si existen células cancerígenas.
Al confirmar el diagnóstico, el pediatra debe referir al niño a una consulta con un oncólogo pediátrico para iniciar el tratamiento más adecuado, de acuerdo con el tipo de tumor
Mientras más temprano sea realizado el diagnóstico, más rápido puede ser llevado a cabo el tratamiento y mayores serán las probabilidades de cura.
Tipos de cáncer infantil
Los principales tipos de cáncer infantil incluyen:
1. Leucemias
Las leucemias son el tipo de cáncer más común durante la infancia, representando alrededor del 30 % de todos los casos de cáncer en los niños.
Este tipo de cáncer afecta las células sanguíneas e inicia en la medula ósea, que es responsable por producir y liberar los glóbulos blancos maduros en el torrente sanguíneo. Vea los principales síntomas de leucemia.
2. Tumor del sistema nervioso central
Los tumores del sistema nervioso central pueden surgir en el cerebro, la médula espinal o las meninges, siendo el segundo tipo más común de cáncer en la infancia.
Estos tumores pueden causar síntomas como dolor de cabeza, que puede estar acompañado o no de vómitos y de alteraciones en la coordinación motora o en el comportamiento, por ejemplo.
3. Linfomas
Los linfomas son tumores que afectan los linfocitos, que son células de defensa del cuerpo, lo que puede aumentar el riesgo de infecciones.
Este tipo de cáncer puede surgir en los ganglios linfáticos, en la médula ósea o en otras partes del cuerpo. Vea cuáles son los síntomas del linfoma y el tratamiento.
4. Neuroblastoma
El neuroblastoma es un tipo de cáncer infantil que se desarrolla a partir de células nerviosas inmaduras.
Este tipo de cáncer puede surgir en cualquier parte del cuerpo, siendo más común alrededor de las glándulas suprarrenales.
5. Cáncer en los riñones
El tipo de cáncer en los riñones más común en la infancia es el tumor de Wilms, que afecta niños entre los 2 y 5 años de edad.
El tumor de Wilms generalmente es notado a través de la presencia de una masa dura en el abdomen, la cual no causa dolor, o de otros síntomas como hinchazón abdominal, pérdida del apetito y sangre en la orina, por ejemplo.
6. Cáncer en los huesos
El cáncer en los huesos más común en la infancia es el osteosarcoma, el cual afecta principalmente huesos largos, en las piernas o en los brazos, aunque también puede surgir en cualquier otro hueso del cuerpo.
El osteosarcoma puede diseminarse fácilmente a otras regiones del cuerpo, y los síntomas más comunes incluyen dolor en el hueso afectado, que puede empeorar por la noche, bulto cercano a un hueso o dificultad para mover la articulación afectada.
7. Retinoblastoma
El retinoblastoma es un tipo de cáncer infantil raro que afecta los ojos y puede ocurrir en uno o en ambos ojos.
Este tipo de tumor puede ser identificado fácilmente a través de la prueba del reflejo rojo aún en la maternidad o en la primera consulta con el pediatra, y tiene como principales síntomas la dificultad para ver, enrojecimiento del ojo y estrabismo, además de la presencia de una mancha blanca en el ojo. Vea cómo identificar los síntomas del retinoblastoma.
Causas de cáncer infantil
Muchas veces el cáncer se desarrolla en el niño expuesto a radiación o a medicamentos durante el embarazo, pues esto aumenta el riesgo de alteraciones genéticas durante el desarrollo.
Sin embargo, infecciones por virus, como el Epstein-Barr aislado, por ejemplo, también pueden estar relacionadas con algunos tipos de cáncer, como el linfoma de Burkitt y el linfoma de Hodgkin.
No obstante, no siempre es posible saber exactamente qué ocasionó el desarrollo de cáncer en el niño.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento para el cáncer en los niños pretende controlar o frenar el crecimiento de las células cancerígenas, impidiendo que se diseminen por el organismo. Para esto, los principales tipos de tratamiento incluyen:
- Radioterapia: es realizada a través de la aplicación de radiación, semejante a la que se utiliza durante una radiografía, para matar las células cancerígenas;
- Quimioterapia: se suministran medicamentos fuertes en forma de comprimidos o inyecciones, que eliminan células de multiplicación rápida, como el cáncer;
- Inmunoterapia: son administrados medicamentos específicos contra el tipo de cáncer que el niño tiene;
- Trasplante de médula ósea: realizada con células de la médula ósea del propio niño o de un donante compatible, principalmente en los casos de leucemias o linfomas, que son cánceres que afectan la producción de células sanguíneas en la médula ósea;
- Cirugía: es realizada para remover el tumor o la máxima cantidad de tejidos afectados. La cirugía puede ser realizada antes o después de otro tratamiento, con el objetivo de aumentar las probabilidades de éxito.
Estas técnicas pueden realizarse aisladamente o, en caso de ser necesario, en conjunto para que el tratamiento contra el cáncer tenga mayor probabilidad de éxito.
La mayoría de los casos exige la hospitalización del niño en el hospital por un tiempo variable, de acuerdo con su estado de salud; sin embargo, en ciertos casos, el niño puede recibir los tratamientos durante el día y volver a la casa al final.
Apoyo al niño con cáncer
El tratamiento contra el cáncer infantil debe incluir apoyo psicológico para el niño y la propia familia, debido a que experimentan constantemente sentimientos de tristeza, enojo y miedo a la muerte, además de tener que enfrentar las alteraciones que ocurren en el organismo, como la caída del cabello e hinchazón, por ejemplo.
De esta forma, es importante:
- Elogiar todos los días al niño, diciéndole que es bonito;
- Darle atención al niño, escuchando lo que piensa y jugando con él;
- Acompañar al niño en el hospital, estando al lado de él durante la realización de los procedimientos clínicos;
- Dejar al niño que vaya a la escuela, siempre que sea posible;
- Mantener el contacto social con la familia y amigos.
El tratamiento también debe incluir apoyo psicológico para el niño y los padres, con el objetivo de enfrentar el sentimiento de injusticia, los cambios en el cuerpo del niño y el miedo a la muerte y a la pérdida.
¿El cáncer infantil tiene cura?
El cáncer infantil y en el adolescente tiene cura en la mayoría de los casos, especialmente cuando los padres logran identificar rápidamente los síntomas y llevar al niño al pediatra para evaluarlo.
Los tumores infantiles o en la adolescencia, la mayoría de las veces, suelen crecer más rápido en comparación con el mismo tumor en los adultos.
A pesar de que son más invasivos, suelen responder mejor al tratamiento, que cuanto más temprano se inicie, presenta mayores probabilidades de cura, en comparación con los adultos con cáncer.
Para tratar el cáncer infantil generalmente es necesario realizar radioterapia y quimioterapia para eliminar las células cancerígenas o hacer una cirugía para remover el tumor.
El tratamiento debe estar siempre orientado por un equipo de médicos como el pediatra, oncólogo pediatra, enfermeros, nutricionistas, psicólogos y farmacéuticos, que, en conjunto, procuran dar apoyo al niño y a su familia.