La cebolla es un vegetal que ofrece muchos beneficios para la salud, como ayudar a reducir el colesterol "malo", mantener la salud intestinal, disminuir el riesgo de cáncer y prevenir el envejecimiento prematuro.
Esto se debe a que la cebolla (Allium cepa) contiene fibras, quercetina y antocianinas, nutrientes y compuestos bioactivos con propiedades prebióticas, antiinflamatorias, hipoglucemiantes y antioxidantes.
Existen varios tipos de cebolla, como la blanca, la morada y la amarilla, que se diferencian principalmente en el tipo de antioxidantes que poseen. Por ejemplo, la cebolla morada es rica en antocianinas. La cebolla puede consumirse cruda o cocida, y utilizarse en la preparación de ensaladas, conservas, tés y sopas, entre otros.
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Principales beneficios
Los principales beneficios de la cebolla para la salud son:
1. Reduce el colesterol "malo" y los triglicéridos
Gracias a las saponinas, compuestos orgánicos con acción antioxidante, la cebolla disminuye los niveles de colesterol "malo" (LDL) en la sangre al reducir la absorción del colesterol de los alimentos en el intestino y aumentar su excreción en las heces.
Así, este vegetal ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas como la aterosclerosis y el infarto.
2. Mantiene la salud intestinal
La cebolla mejora la salud del intestino gracias a la inulina, un tipo de fibra prebiótica que alimenta a las bacterias beneficiosas presentes en el intestino, manteniendo una flora intestinal equilibrada, mejorando la digestión y evitando el crecimiento de bacterias dañinas.
Además, las fibras de la cebolla aumentan el volumen de las heces y estimulan los movimientos intestinales naturales, ayudando a prevenir el estreñimiento.
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La cebolla contiene aliína y antioxidantes que favorecen la relajación de los vasos sanguíneos, mejorando la circulación sanguínea y ayudando a prevenir la hipertensión.
4. Reduce el riesgo de cáncer
Los antioxidantes presentes en la cebolla, como la quercetina, luteína y zeaxantina, combaten el estrés oxidativo e inhiben el crecimiento de células tumorales, disminuyendo así el riesgo de desarrollar cáncer.
5. Regula el sistema inmunológico
Por su contenido de vitamina C y compuestos bioactivos, la cebolla fortalece el sistema inmunológico, combatiendo virus, bacterias y hongos que podrían causar infecciones e inflamaciones.
Además, sus fibras prebióticas favorecen las bacterias intestinales beneficiosas, contribuyendo a la salud de las células de defensa y reforzando el sistema inmune.
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Gracias a las antocianinas, antioxidantes presentes en la cebolla, este vegetal protege la piel contra los daños causados por los radicales libres, ayudando a prevenir el envejecimiento prematuro.
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Las fibras de la cebolla ralentizan la absorción de los carbohidratos de los alimentos, ayudando a regular los niveles de azúcar en la sangre.
Además, la quercetina y los compuestos sulfurados con propiedades hipoglucemiantes ayudan a controlar la glucosa y a reducir el riesgo de resistencia a la insulina y diabetes.
8. Alivia gripes y resfriados
Consumida en forma de tés o jarabes, la cebolla alivia los síntomas de gripes, resfriados y bronquitis gracias a su acción expectorante y antiséptica, que disminuye las secreciones, mejora la tos y elimina el moco.
Lea también: 6 jarabes caseros para la tos con flemas (¡comprobados!) tuasaude.com/es/jarabes-caseros-para-la-tos¿La cebolla es fruta o verdura?
La cebolla es el bulbo de la planta Allium cepa que es utilizado como verdura para sazonar los alimentos, pues una fruta es la parte de la planta que contiene las semillas y contribuye a su diseminación, que no es el caso de la cebolla.
Información nutricional de la cebolla
En la tabla a continuación se indica la información nutricional por cada 100 g de cebolla:
Es importante recalcar que todos los beneficios mencionados anteriormente, podrán obtenerse no solo a través del consumo de cebolla, sino también es importante mantener una dieta equilibrada y variada, así como un estilo de vida saludable.
Cómo consumirla
La cebolla se puede consumir todos los días, ya sea cruda o cocida, sola o en recetas como ensaladas, conservas, salsas, tartas y sopas, por ejemplo.
No existe una cantidad específica recomendada de cebolla al día para obtener sus beneficios. Sin embargo, la recomendación mínima de consumo de frutas y verduras es de 400 g diarios.
La cebolla también puede utilizarse como remedio natural en forma de jarabes y tés.
Contraindicaciones
Las personas con alergia o intolerancia a la cebolla no deben consumir este alimento.
Además, quienes padecen síndrome de intestino irritable, reflujo o gastritis podrían experimentar problemas como mala digestión, acidez, dolor abdominal y exceso de gases al consumir cebolla.
Recetas con cebolla
A continuación, algunas recetas sabrosas que se pueden preparar con cebolla:
1. Té de cáscara de cebolla
Ingredientes:
- Cáscaras de 2 cebollas;
- 1 litro de agua.
Modo de preparación:
Lavar bien las cáscaras de las cebollas. Hervir el agua en una olla y, al apagar el fuego, añadir las cáscaras de cebolla. Tapar la olla y dejar reposar durante 5 minutos.
Colar la infusión y consumir el té mientras esté tibio. Este té puede ayudar a aliviar la tos en casos de resfriados, gripes y bronquitis.
2. Conserva de cebolla
Ingredientes:
- ½ taza de vinagre de sidra de manzana;
- 1 cucharada de azúcar;
- 1 ½ cucharada de sal gruesa;
- 1 cebolla morada.
Modo de preparación:
Lavar y pelar la cebolla, luego cortarla en rodajas finas. Mezclar el vinagre, el azúcar y la sal en un frasco de vidrio pequeño hasta que el azúcar y la sal se disuelvan completamente. Por último, añadir las rodajas de cebolla a la mezcla y cerrar el frasco. Guardar en el refrigerador durante al menos 30 minutos antes de consumir.
Idealmente, dejar reposar la cebolla durante 2 horas antes de comerla. Puede conservarse hasta 2 semanas, aunque su mejor sabor se disfruta en la primera semana.
3. Ensalada de cebolla morada y limón
Ingredientes:
- 1 cebolla morada grande;
- 2 limones;
- 1 cucharada de azúcar;
- 1 diente de ajo;
- Sal y pimienta al gusto;
- 1 cucharada de perejil picado;
- 1 cucharada de aceite de oliva.
Modo de preparación:
Pelar los limones, retirando toda la piel blanca, y cortarlos en gajos. Colocarlos en un bol y espolvorear con el azúcar.
Pelar la cebolla, cortarla en tiras finas y añadirla al bol con los limones. Picar el ajo en rodajas finas y añadirlo a la ensalada.
Condimentar con sal, pimienta, perejil y aceite de oliva, y servir inmediatamente.