Cefalea tensional: qué es, síntomas, causas y tratamiento

La cefalea tensional es el tipo de dolor de cabeza más común, el cual surge debido a la contracción de los músculos del cuello o de los que están ubicados alrededor del cráneo, lo que causa síntomas como dolor en forma de presión en toda la cabeza o dolor en ambos lados de la nuca o de la frente.

El dolor de cabeza tensional por lo general es recurrente, es decir, aparece de manera frecuente, siendo causado por mala postura, estrés, ansiedad y dormir mal por la noche, y ocurre con mayor frecuencia en mujeres, aunque también puede afectar a hombres y niños.

El tratamiento de la cefalea tensional es llevado a cabo por el neurólogo o médico general, el cual puede indicar la realización de masajes o el uso de medicamentos antiinflamatorios, analgésicos o antidepresivos, lo que varía de acuerdo con la intensidad de los síntomas y la frecuencia del dolor de cabeza.

Síntomas de cefalea tensional

Los principales síntomas del dolor de cabeza tensional incluyen:

• Dolor en forma de presión en toda la cabeza, como si se estuviese usando un casco apretado;
• Dolor de cabeza que afecta ambos lados, en la nuca o en la frente;
• Sensación de presión por detrás de los ojos;
• Rigidez o sensibilidad excesiva en los hombros, cuello y cuero cabelludo.

Por lo general, los síntomas de la cefalea tensional son más leves por la mañana y empeoran por la noche; no obstante, estos suelen ser poco intensos y no impiden ni interfieren la realización de las actividades diarias.

A diferencia de la migraña, los dolores de la cefalea tensional no están acompañados de náuseas ni vómitos ni se ven agravados por la actividad física, la luz ni los olores, por ejemplo. 

¿Cuánto tiempo dura una crisis de cefalea tensional?

La crisis de cefalea tensional puede durar de 30 minutos a 7 días, con un promedio de duración de 4 a 6 horas.

El dolor de cabeza tensional puede surgir varias veces durante el mes; sin embargo, cuando ocurre más de 15 veces, se recomienda consultar a un neurólogo para iniciar el tratamiento con medicamentos que ayuden a prevenir su surgimiento.

Cómo confirmar el diagnóstico

El diagnóstico de la cefalea tensional es llevado a cabo por el médico general o neurólogo a través de la evaluación de los síntomas, así como su duración, frecuencia, localización, intensidad y cuándo se iniciaron.

Además, el médico debe hacer un examen físico y, en caso de que sospeche de alguna condición de salud que pueda estar generando los síntomas, como meningitis o hemorragia subaracnoidea, por ejemplo, puede indicar la realización de una resonancia magnética del cráneo.

Principales causas

La causa exacta de la cefalea tensional no está completamente clara; no obstante, se cree que ocurre debido a contracciones de los músculos del cuello o de los músculos pericraneales, como los frontales, temporales, coroides, mastoides o maseteros, por ejemplo.

Algunos factores pueden contribuir al desarrollo del dolor de cabeza tensional, tales como:

• Estrés o ansiedad;
• Mala postura;
• Tensión emocional o exceso de preocupación;
• Deficiencia de vitamina B12;
• Dificultad para ver;
• Alteraciones hormonales;
• Deshidratación.

Además, la cefalea tensional también puede surgir debido a situaciones menos graves, como alteraciones del sueño o del apetito y exposición prolongada al sol.

Cualquier persona puede desarrollar dolor de cabeza tensional en algún momento de la vida, independientemente de la edad; sin embargo, este tipo de cefalea es más frecuente en adultos cuya edad ronda entre los 30 a 40 años.

Tipos de cefalea tensional

La cefalea tensional puede ser clasificada en tres subtipos, de acuerdo con la frecuencia con la que surge:

• Cefalea tensional poco frecuente: ocurre solo 1 vez al mes;
• Cefalea tensional muy frecuente: ocurre de 1 a 14 días al mes, durante más de 3 meses;
• Cefalea tensional crónica: ocurre más de 15 días al mes, durante más de 3 meses, pudiendo también durar algunos años.

Para aliviar los síntomas de cefalea tensional, es importante intentar relajarse, ya sea por medio de masajes, baño de agua caliente, actividades grupales o uso de medicamentos indicados por el médico.

Cómo tratar la cefalea tensional

El tratamiento del dolor de cabeza tensional debe ser llevado a cabo bajo orientación del neurólogo o médico general, y puede variar un poco de acuerdo con la causa:

De esta manera, las principales formas de aliviar la cefalea tensional incluyen:

1. Aplicación de compresas frías en la frente

Aplicar compresas humedecidas con agua fría en la frente ayuda a reducir la dilatación de los vasos y a disminuir la inflamación, aliviando el dolor de cabeza.

2. Aplicación de calor en el cuello y en la nuca

Dado que la cefalea tensional puede ser causada por la contracción excesiva de los músculos de la región del cuello, aplicar una compresa caliente puede ayudar a relajar los músculos y a reducir el dolor de cabeza.

3. Hacer un masaje en el cuero cabelludo

El masaje en el cuero cabelludo también es excelente para ayudar a relajar y a aliviar los síntomas de la cefalea tensional, pudiendo ser realizado a través de los siguientes pasos:

1. Soltarse el cabello y colocar las dos manos en la cabeza, sin anillos ni pulseras;
2. Hacer un leve masaje con la punta de los dedos, con movimientos circulares, desde el cuello hasta todo el cuero cabelludo;
3. Sostener con firmeza la parte cercana a la raíz del cabello y halarla suavemente;
4. Girar suavemente la cabeza de un lado al otro y moverla de adelante hacia atrás.

Para mejorar el efecto del masaje, se puede tomar un baño relajante con agua caliente, para que los músculos logren estirarse de manera más fácil y toda la tensión acumulada sea aliviada. 

Vea en el siguiente video algunos analgésicos naturales que pueden ser utilizados:

4. Tomar medicamentos

El uso de analgésicos y antiinflamatorios, como el paracetamol o el ibuprofeno, por ejemplo, es bastante eficaz para ayudar a aliviar los síntomas cuando se trata de una cefalea tensional poco frecuente o muy frecuente.

Sin embargo, en el caso de la cefalea tensional crónica, estos medicamentos pueden no tener el mismo efecto, por lo que el médico puede recomendar el uso de otros más fuertes, como el sumatriptán o el zolmitriptán, por ejemplo.

5. Fisioterapia

Las sesiones de fisioterapia también pueden ser muy importantes en ciertos casos para estirar los músculos de la región del cuello y de la cabeza, lo que facilita su relajación y mejora la circulación sanguínea en la zona, reduciendo el surgimiento de los síntomas.

6. Cambios en el estilo de vida

Una de las formas de tratamiento más eficaces consiste en hacer cambios en el estilo de vida que ayuden a relajarse de manera más fácil. Por esta razón, se aconseja intentar evitar situaciones de mucho estrés y llevar a cabo actividades físicas relajantes, como yoga o meditación.

También se recomienda practicar ejercicio de manera regular y tener una alimentación equilibrada.