Qué es:
El cistocele, conocido también como prolapso de vejiga, se produce cuando los músculos y ligamentos del piso pélvico no logran sostener la vejiga exactamente en su lugar, por lo que se desplaza de su posición normal, pudiendo palparse fácilmente a través de la vagina.
Esta situación también recibe el nombre de prolapso de vejiga o prolapso anterior, siendo más frecuente en mujeres de más de 40 años de edad, con antecedentes de embarazo. La mujer puede presentar sólo el prolapso de vejiga, sin embargo también puede presentarse caída del útero, de la uretra y del recto al mismo tiempo.
El tratamiento para el cistocele puede realizarse con cambios en el estilo de vida, pérdida de peso, dejar de fumar, combatir el estreñimiento, además de fisioterapia, ejercicios pélvicos indicados por el fisioterapeuta, o a través de cirugía, en los casos más graves, la vejiga pasa por la vagina o incluso llega a la entrada de esta.
Síntomas principales
Los signos y síntomas que indican un prolapso de vejiga incluyen:
- Protuberancia en la vagina, que puede ser vista a simple vista o palparse con los dedos durante un tacto vaginal;
- Sensación de peso en la vejiga;
- Sensación de tener una bola en la vagina;
- Dolor o molestia en la región pélvica;
- Debilidad o flacidez de los músculos y ligamentos del periné;
- Puede haber pérdida involuntaria de orina;
- Dificultad en la paso de la orina, durante los primeros segundos de micción;
- Urgencia y aumento de la frecuencia urinaria;
- Dolor e irritación en la vagina durante el contacto íntimo;
- En caso de que también haya prolapso rectal, puede haber formación de una "bolsa" cerca del ano causando dolor, incomodidad y dificultad para eliminar las heces.
El médico especializado para realizar el diagnóstico e indicar el tratamiento en el caso de cistocele es el ginecólogo, sin embargo el tratamiento también puede ser orientado por el fisioterapeuta.
Exámenes de diagnóstico para cistocele
Los exámenes que pueden ser solicitados por el ginecólogo para la evaluación de cistocele son:
- Evaluación de la fuerza muscular pélvica;
- Ultrasonido transvaginal, para evaluar los músculos de la región perianal y evaluar la existencia de alguna alteración en el útero, en el vaciado de la vejiga o uretra;
- Estudios urodinámicos, para evaluar la capacidad de la vejiga de retener y eliminar la orina;
- Resonancia magnética, para tener una mejor visualización de todas las estructuras de la región pélvica;
- Cistoscopia, para observar la uretra y la vejiga en aquellas mujeres que presentan urgencia, frecuencia urinaria, dolor en la vejiga o sangre en la orina.
El prolapso de vejiga es más común durante o después de la menopausia, después del embarazo, en caso de estreñimiento, después de una histerectomía, en caso de exceso de peso u obesidad, después de los 50 años de edad, y en mujeres que fuman.
Otra situación que favorece el cistocele son los trabajos que exigen un esfuerzo físico significativo, como el trabajo doméstico o en aquellos en que es necesario cargar objetos pesados. De esta forma, para evitar que el cistocele se presente nuevamente es necesario evitar estos factores de riesgo.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento varía de acuerdo con el grado de cistocele que la mujer posea:
1. Ejercicios para el prolapso de vejiga
Los ejercicios de Kegel están indicados para los casos menos graves, donde la mujer presenta una "caída" de la vejiga o de los músculos pélvicos débiles, con pocos síntomas, por lo que a cirugía no está indicada. Estos ejercicios deben realizarse diario para que tengan el efecto esperado y son muy eficientes cuando se hacen de la manera correcta.
Cómo hacer los ejercicios de kegel:
- Vaciar la vejiga;
- Identificar el músculo pubocoxígeo: para eso, intente interrumpir el chorro urinario mientras orina;
- Vuelva a contraer el músculo pubocoxígeo después de orinar para asegurarse que sabe contraer el músculo correctamente;
- Realizar 10 contracciones seguidas del músculo;
- Relajar por algunos instantes;
- Retomar el ejercicio, haciendo, por lo menos, 10 series de 10 contracciones todos los días.
Los ejercicios de kegel pueden realizarse en cualquier posición, ya sea sentado, acostado o de pie, y pueden inclusive llevarse a acabo con la ayuda de pelotas de gimnasia. Sin embargo, es más fácil iniciar estando acostado con a piernas dobladas.
Cómo hacer gimnasia hipopresiva:
La gimnasia hipopresiva también está indicada para combatir el prolapso de vejiga debido a que ayuda a fortalecer los músculos del piso pélvico. Para realizarlos:
- Inhale normalmente y después suelte el aire completamente, hasta que el abdomen comience a contraerse solo y posteriormente "meta la barriga", haciendo los músculos abdominales hacia adentro, como si quisiera llevar el ombligo a la espalda;
- Debe mantenerse esta contracción durante 10 a 20 segundos inicialmente y con el pasar del tiempo, ir aumentando el tiempo poco a poco, permaneciendo el mayor tiempo posible sin respirar.
- Después de la pausa, llene los pulmones de aire y relaje completamente, volviendo a la respiración normal.
2. Fisioterapia para el prolapso de vejiga
En la fisioterapia, además de los ejercicios antes mencionados, existen otras posibilidades, como el uso de pesario vaginal, el cual es un pequeño dispositivo que se coloca dentro de la vagina para ayudar a sostener la vejiga, pequeños pesos en forma de bolitas con peso variado los cuales pueden introducirse en la vagina durante la realización de ejercicios.
Otros recursos que también pueden usarse son la estimulación eléctrica intravaginal o biofeedback que son aparatos que ayudan a la mujer a tener más consciencia de sus músculos pélvicos, con el fin de facilitar la realización de los ejercicios de forma correcta.
La fisioterapia en la salud de la mujer consiste en sesiones individuales, con duración de cerca de 30 minutos a 1 hora, que deben ser realizados como mínimo 1 vez a la semana, sin embargo los ejercicios deben llevarse a cabo, incluso en casa, todos los días.
3. Medicamentos
Algunos medicamentos a base de estrógeno pueden usarse durante la menopausia para ayudar a controlar los síntomas del cistocele, de esta forma, la reposición hormonal durante la esta etapa también está indicada para complementar el tratamiento en algunas mujeres.
4. Cirugía
La cirugía para el cistocele consiste en reforzar la estructuras de la región pélvica para restaurar la posición correcta de la vejiga, útero y de todas las estructuras que se encuentren "caídas". Normalmente el médico coloca una red la cual sirve de apoyo para los órganos pélvicos, que es bastante eficaz, siendo especialmente indicado para los casos más graves.
Este tipo de cirugía puede hacerse a través de laparotomía o corte abdominal con anestesia regional o general, pero como en todas la intervenciones quirúrgicas, tiene riesgos, como perforación de órganos, sangrado, infección, dolor durante el contacto sexual y el retorno de la incontinencia urinaria, en algunos casos.
La cirugía es rápida y la mujer permanece internada durante 2 o 3 días, pero es necesario estar en reposo en casa y evitar esfuerzos en la 1ª semana después de la cirugía. Vea más detalles sobre la ARTIGO NÃO ENCONTRADO EM ES: cirugía para la incontinencia urinaria.