Citomegalovirus: síntomas, causas y tratamiento

El citomegalovirus es un virus de la misma familia del herpes que puede causar síntomas como fiebre, malestar e hinchazón abdominal, por ejemplo.

Así como el herpes, este virus, también conocido como CMV, está presente en la mayoría de las personas, pero solo provoca síntomas cuando el sistema inmune está deprimido, como ocurre en las mujeres embarazadas, personas con VIH o en pacientes que están realizando tratamiento contra el cáncer, por ejemplo. 

Durante el embarazo, este virus se detecta a través de los exámenes prenatales, pero generalmente es inofensivo y no provoca alteraciones en el bebé, principalmente si la mujer fue infectada antes de quedar embarazada. Sin embargo, cuando la mujer es infectada durante el embarazo el virus puede causar algunos problemas como microcefalia y sordera en el bebé. 

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Principales síntomas 

Por lo general la infección por citomegalovirus no causa síntomas, por lo que es común que la persona sólo descubra que está infectado cuando se realiza un examen de sangre específico para el virus. 

Sin embargo, algunos síntomas que pueden surgir cuando el sistema inmune está disminuido son: 

  • Fiebre por encima de 38ºC;
  • Cansancio extremo;
  • Hinchazón de barriga;
  • Barriga adolorida;
  • Malestar generalizado;
  • Inflamación del hígado;
  • Aborto espontáneo;
  • En personas con VIH/SIDA, puede haber infección en la retina, ceguera, encefalitis, neumonía y úlceras en el intestino y esófago.

Debido al riesgo de provocar malformaciones en el bebé, todas las mujeres embarazadas deben realizar el examen para detectar el virus, así no estén presente los síntomas, de manera de iniciar el tratamiento para evitar que el virus afecte al bebé. 

Cómo es el diagnóstico

El diagnóstico de la infección por citomegalovirus se realiza mediante un análisis de sangre específico, que muestra si existen anticuerpos contra el virus.

Cuando el resultado del examen trae el resultado reactivo CMV IgM, indica que la infección por el virus todavía está inicial, pero si el resultado es reactivo CMV IgG, significa que el virus está presente durante más tiempo en el organismo, permaneciendo para toda la vida, así como ocurre con el virus del herpes.

En el embarazo, si el resultado es reactivo CMV IgM la embarazada debe iniciar el tratamiento con antivirales o inmunoglobulinas, para evitar transmitirle el virus al bebé. Conozca más sobre la infección de citomegalovirus en el embarazo.

Qué causa el citomegalovirus

La infección por citomegalovirus es causada por un virus de la misma familia que el herpes, que se transmite por contacto con secreciones corporales, como tos y saliva, por contacto íntimo con una persona infectada, o por compartir objetos contaminados, como vasos, cubiertos o toallas.

El virus también puede transmitirse a través de transfusiones de sangre o de madre a hijo, cuando la mujer se infecta durante el embarazo, y también puede ocurrir después de un trasplante de órganos o de médula ósea. 

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento para la infección por citomegalovirus puede ser realizado con medicamentos antivirales, como Ganciclovir y Foscarnet, por ejemplo, sin embargo, tienen una elevada toxicidad para las células de la sangre y los riñones, no siendo recomendado por el médico, sólo en situaciones especiales como en el embarazo o cuando la infección está muy avanzada, por ejemplo.

Por lo que el tratamiento que normalmente es recomendado es con el uso de analgésicos, como el Paracetamol, para aliviar síntomas como dolor de cabeza y fiebre. Este tratamiento normalmente se realiza en casa durante 14 días, y la persona debe mantenerse de reposo y aumentar el consumo de agua, para ayudar al organismo a eliminar el virus.

Principales complicaciones

Las complicaciones del citomegalovirus ocurren principalmente en los niños que son infectados por el virus durante el embarazo e incluyen:

  • Microcefalia;
  • Retraso en el desarrollo;
  • Coriorretinitis y ceguera;
  • Parálisis cerebral;
  • Defectos en las formación de los dientes;
  • Parálisis de algunas partes del cuerpo, principalmente en las piernas;
  • Sordera.

En el caso de los adultos, las complicaciones surgen cuando la infección se logra desarrollar, esto suele ocurrir en personas que tienen el sistema inmune deprimido como en el caso de enfermedades como el SIDA y el lupus, por ejemplo, pudiendo causar ceguera y pérdida de los movimientos de las piernas.

Cómo prevenirlo

Para evitar el contagio por citomegalovirus, es importante lavarse bien las manos, sobre todo antes y después de ir al baño y cambiar el pañal del niño, por ejemplo, además de lavar bien los alimentos al cocinar.

Además, es importante utilizar preservativo durante las relaciones sexuales y evitar compartir objetos personales con otras personas.