La colostomía es un tipo de ostomía (apertura realizada en un órgano hacia el exterior) que consiste en la unión del intestino grueso directamente a la pared del abdomen, con la finalidad de permitir la salida de las heces hacia una bolsa, y es indicada para tratar problemas en el intestino, como cáncer de colon o diverticulitis, por ejemplo.
Aunque la mayoría de las colostomías sean temporales, pues generalmente son utilizadas para facilitar la cicatrización del intestino después de una cirugía, algunas pueden permanecer para toda la vida, en especial cuando es necesario remover una parte muy grande del intestino que no permite la unión nuevamente al ano.
Después de la cirugía para crear la colostomía, es normal que la zona en la piel donde fue unido el intestino, conocida como estoma, quede muy enrojecida e hinchada, pues el intestino está lesionado; sin embargo, estos signos van disminuyendo a lo largo de la primera semana con los tratamientos realizados por el enfermero.
Para qué sirve
La colostomía sirve para redireccionar el flujo o descomprimir el intestino grueso ascendente, transverso, descendente o sigmoide, cuando posee alteraciones que impiden el paso natural de las heces.
De esta manera, la colostomía permite que las heces y los gases sean eliminados en una bolsa externa conectada en el abdomen.
Cuándo se indica la colostomía
Las principales indicaciones de la colostomía incluyen:
- Cáncer colorrectal;
- Defectos congénitos, como ausencia del ano;
- Obstrucción intestinal parcial o completa;
- Enfermedades inflamatorias intestinales, como enfermedad de Crohn;
- Diverticulitis complicada;
- Fístulas en el perineo.
Asimismo, la colostomía puede ser indicada en los casos de perforaciones intestinales o traumas en el intestino grueso o recto.
La colostomía es indicada por el gastroenterólogo cuando en el intestino grueso se identifican alteraciones que causan que las heces no logren o no puedan ser eliminadas correctamente a través del ano.
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La colostomía puede clasificarse en distintos tipos de acuerdo con la porción del intestino grueso afectada, como colostomía ascendente, transversa, descendente o sigmoide, y puede ser temporal o definitiva, donde la porción afectada del intestino es removida permanentemente.
Dado que la colostomía se realiza en el intestino grueso, las heces liberadas suelen ser más sólidas y menos ácidas que las heces en la ileostomía, donde la conexión se realiza entre el intestino delgado y la pared abdominal. Vea más sobre la ileostomía.
Cómo cambiar la bolsa de colostomía
Para cambiar la bolsa de la colostomía es recomendable:
- Retirar la bolsa, despegándola lentamente para no lastimar la piel. un buen consejo es colocar un poco de agua tibia en la región para ayudar a despegarla más fácilmente;
- Limpiar el estoma y la piel alrededor con un paño suave, limpio y humedecido en agua tibia. No es necesario utilizar jabón, pero, en caso de que así se prefiera, se puede utilizar un jabón neutro, el cual debe ser bien retirado con agua limpia antes de colocar la nueva bolsa;
- Secar bien la piel alrededor de la ostomía para permitir que la nueva bolsa se adhiera en la piel. No es recomendable utilizar ninguna crema o producto en la piel sin indicaciones del médico;
- Cortar un pequeño agujero en la bolsa nueva del mismo tamaño del estoma y adherirla nuevamente en la zona correcta.
El contenido de la bolsa sucia debe ser colocado en el sanitario y después la bolsa debe ser arrojada a la basura, pues no debe ser reutilizada debido al riesgo de desarrollar infecciones. No obstante, si la bolsa es de las reutilizables, se deben seguir las instrucciones del fabricante para lavarla de forma correcta.
Existen inclusive algunos tipos de bolsas de colostomía que tienen 2 piezas y que facilitan la remoción de las heces, puesto que la pieza que sostiene la bolsa en la piel permanece siempre adherida, mientras que sólo es retirada y sustituida la bolsa. Aun así, la pieza que permanece adherida debe ser sustituida por lo menos cada 2 o 3 días.
¿Cuándo se debe cambiar?
La cantidad de veces que la bolsa debe ser sustituida varía de acuerdo con el propio funcionamiento del intestino, pero lo ideal es que se realice el cambio siempre que 2/3 de la bolsa estén llenos.
¿Es seguro usar la bolsa de colostomía en el día a día?
La bolsa de colostomía, puede utilizarse sin ningún problema en todas las actividades diarias, incluso para bañarse, nadar en la piscina o entrar en un jacuzzi, pues el agua no afecta al sistema. No obstante, únicamente se recomienda que sea sustituida la bolsa antes de entrar en el agua por cuestiones de higiene.
Algunas personas pueden no sentirse cómodas utilizando la bolsa durante todo el tiempo, razón por la cual existen unos pequeños objetos, semejante a unas tapas, que pueden ser colocadas en la colostomía y que evitan la salida de las heces durante un determinado período de tiempo. Sin embargo, es necesario conocer muy bien el tránsito intestinal para evitar la acumulación excesiva de heces en el intestino.
Cuidados de la piel alrededor de la colostomía
La mejor forma de evitar irritaciones en la piel alrededor de la colostomía cortar la abertura de la bolsa del tamaño correcto, ya que esto evita que las heces entren en contacto directo con la piel.
Además, otros cuidados que también se deben tener son lavar bien la piel después de retirar la bolsa y verificar, con la ayuda de un espejo, si quedó algún residuo en la parte inferior de la colostomía.
En caso de que la piel se irrite mucho a lo largo del tiempo, es recomendable consultar un dermatólogo o al médico responsable para utilizar una crema propia que actúe como barrera y no impida la adhesión de la bolsa a la piel.
Cómo debe ser la alimentación
Cada persona reacciona de forma diferente a la alimentación, siendo necesario estar atento a los alimentos que causan trastornos, como estreñimiento, fuerte mal olor y gases. Para esto, se deben experimentar nuevos alimentos en pequeñas cantidades, observando los efectos que causan en la colostomía.
En general, es posible tener una alimentación normal, pero se debe tener en atención los alimentos que favorecen el surgimiento de problemas intestinales, como se muestra en la tabla a continuación:
Los alimentos que deben ser consumidos para ayudar a neutralizar el olor de las heces son zanahoria, chayote, espinaca, maicena, yogur natural, cuajada integral sin suero, té concentrado de perejil o apio, té de cáscara de manzana, de hierbabuena y de cáscara y hojas de guayaba.
Asimismo, es importante recordar que saltar comidas y permanecer mucho tiempo sin comer no impide la producción de gases, siendo necesario comer de forma regular para mejorar el funcionamiento de la colostomía.