La alimentación a través de la sonda nasogástrica es un procedimiento sencillo, pero requiere ciertos cuidados para evitar complicaciones, como que la sonda se desplace o que los alimentos lleguen a los pulmones, lo que podría causar una neumonía.
Lo ideal es que el cuidador reciba entrenamiento en el hospital, con la ayuda de un enfermero, antes de realizar el procedimiento en casa. En caso de que la persona que necesita la sonda sea autónoma, ella misma puede encargarse de la alimentación.
La sonda nasogástrica es un tubo flexible que se inserta desde la nariz hasta el estómago, y se utiliza para alimentar y administrar medicamentos a quienes no pueden tragar de manera normal, debido a cirugías en la boca o garganta, o enfermedades degenerativas, entre otras razones.
Lea también: Nutrición enteral: tipos, indicación y complicaciones tuasaude.com/es/nutricion-enteral8 pasos para alimentar una persona con sonda
Antes de iniciar la técnica para alimentación por sonda nasogástrica, es importante sentar a la persona o levantar la espalda con una almohada, para evitar que los alimentos se regresen hacia la boca o sean succionados a los pulmones. Luego debe seguirse los siguientes pasos:
1. Colocar a la persona sentada o en un ángulo de 30-45º
Es importante colocar a la persona que va a recibir la nutrición enteral sentada o levantar la cabecera de la cama en un ángulo de 45º, debiendo mantenerla en esta postura mientras se esté administrando la alimentación y como mínimo hasta una hora después de haber terminado. Esto con la finalidad de evitar el reflujo.
Sin embargo, si no es posible mantener a la persona sentada por mucho tiempo, se debe girar para el lado derecho, para respetar la anatomía del estómago y evitar el reflujo de los alimentos.
2. Colocar un paño debajo de la sonda nasogástrica
El paño sirve para proteger la cama y a la persona de los restos de comida que puedan caer de la jeringa. En los casos de alimentación continua, a través de una bomba, esto no será necesario.
3. Doblar la punta de la sonda nasogástrica
Para iniciar la alimentación, es importante lavarse muy bien las manos con agua y jabón (antes de manipular la sonda). A continuación, doblar la punta de la sonda nasogástrica, debiendo apretarla bien para que no entre el aire en el tubo, como muestra la imagen, y retirar la tapa, colocándola sobre el paño.
4. Insertar la punta de la jeringa de 100 ml en la abertura de la sonda
Insertar la punta de la jeringa de 100 ml en la abertura de la sonda, desdoblar el tubo y empujar el émbolo para aspirar el líquido que está adentro del estómago.
En caso se logre succionar más de la mitad de la cantidad de líquido de la comida anterior (alrededor de 100 ml), se recomienda alimentar a la persona más tarde, cuando el contenido sea inferior a 50 ml. El contenido aspirado debe ser siempre colocado nuevamente en el estómago.
5. Doblar la punta de la sonda nasogástrica
Se debe doblar nuevamente la punta de la sonda nasogástrica y apretar bien para que no entre aire en el tubo al retirar la jeringa. Volver a colocar la tapa antes de desdoblar la sonda.
6. Llenar la jeringa con la fórmula enteral
Llenar la jeringa con la fórmula enteral o con la dieta líquida y volver a colocarla en la sonda, doblando el tubo antes de retirar la tapa.
Es importante certificarse que la fórmula o los alimentos están a temperatura ambiente, pues estos no deben estar ni muy fríos ni muy calientes ya que pueden causar un shock térmico o quemaduras al llegar al estómago o intestino.
7. Desdoblar nuevamente el tubo
Desdoblar nuevamente el tubo y presionar lentamente el émbolo de la jeringa, la velocidad con la que se administra el suplemento nutricional no debe ser superior a 20 ml por minuto, para evitar que los alimentos ingresen muy rápido al estómago.
Repetir este paso hasta terminar toda la comida, doblando y tapando la sonda con la tapa cada vez que retire la jeringa.
8. Lavar con agua la sonda
Desconectar la jeringa y aspirar entre 50 a 100 ml de agua. Conectar nuevamente la jeringa a la sonda e introducir lentamente el agua a través del tubo de alimentación, cerrar el tapón de la sonda y limpiar todo el material.
Después de cada toma de alimentación, se debe lavar con agua y jabón el émbolo y el exterior de la jeringa. También se debe limpiar cada día la sonda por fuera con una gasa, agua tibia y jabón suave, debiendo secarla bien.
Dieta por sonda nasogástrica
La alimentación por sonda nasogástrica es realizada de preferencia con fórmulas poliméricas listas de nutrición enteral para pasarlas a través de la sonda, como Ensure, Pediasure, Enterex o Glucerna, por ejemplo. Estos productos tienen el mismo valor nutricional, es decir, contienen proteínas, vitaminas, hierro, calcio, energía, entre otros, que una alimentación saludable.
Lea también: Dieta polimérica: para qué sirve, tipos y cómo preparar tuasaude.com/es/dieta-polimericaEstas suelen ser suministradas por el hospital, si la persona se encuentra internada, o pueden ser compradas en las farmacias en forma de polvo para diluir en el agua o líquidas que vienen en envases individuales.
No obstante, es posible dar alimentos a través de la sonda nasogástrica, pero solo bajo indicación y orientación del médico o nutricionista.
En estos casos, la dieta deberá ser líquida, como sopas y jugos, por ejemplo, debiendo ser bien cocidos, diluidos, licuados y colados, de manera que no contengan residuos sólidos que puedan tapar el tubo de alimentación.
¿Cómo preparar la fórmula enteral?
Si la persona se encuentra hospitalizada esta será preparada en el hospital. No obstante, si se encuentra en casa, deberá seguir las indicaciones del médico o nutricionista en cuanto a la cantidad y a la preparación.
Es importante que el agua utilizada para preparar el suplemento nutricional sea agua mineral, filtrada o hervida durante 15 minutos.
Alimentos por sonda nasogástrica
Los alimentos que se pueden utilizar para preparar una dieta casera enteral por sonda nasogástrica son:
- Caldos y sopas licuadas y coladas, que contengan vegetales cocidos (zanahoria, calabacín, chayote y calabaza), proteínas (pollo, pavo, carnes rojas o pescado) y tubérculos (papa, camote, ñame u ocumo);
- Jugos naturales, de frutas como manzana, pera, durazno, guayaba, papaya y melón;
- Atoles, gachas o papillas de avena, maicena o crema de arroz;
- Leche y yogures líquidos;
- Gelatina líquida.
Además de la alimentación, es muy importante recordar, que hay que ofrecer alrededor de 6 vasos de agua al día a través de la sonda.
Menú ejemplo de 3 días
A continuación se indica un menú ejemplo de 3 días para una persona que posee sonda nasogástrica, siendo importante licuar y colar todos los alimentos, además de que sean bien diluidos, para evitar la obstrucción de la sonda:
Las cantidades en el menú varían según la edad, sexo y cuál sea la enfermedad asociada, por ello debe ser calculada por un nutricionista de manera que elabore plan nutricional individualizado y con las cantidades adecuadas para preservar el estado nutricional de la persona.
Además, la dieta también puede ser mixta, es decir, que la dieta casera diaria también podría incluir la ingesta de uno o dos suplementos nutricionales, o suplementos modulares de proteínas o carbohidratos, por ejemplo.
¿Cuánto tiempo antes se puede preparar la dieta casera enteral?
La dieta enteral debe prepararse para su consumo inmediato o, como máximo, consumirse dentro de las 24 horas siguientes.
Si se prepara con un día de anticipación, debe almacenarse en frascos identificados y esterilizados, colocados preferentemente en la parte superior del refrigerador, evitando la puerta.
En días calurosos, es recomendable retirar la dieta del refrigerador entre 15 y 30 minutos antes de administrarla, mientras que en días fríos, el tiempo de espera debe ser de aproximadamente 60 minutos.
La dieta debe estar a temperatura ambiente y nunca calentarse en el microondas ni en baño María, ya que esto podría provocar quemaduras y alterar su composición nutricional.
Es importante desechar cualquier cantidad sobrante, tanto de fórmulas enterales como de dietas caseras.
¿Cómo prevenir que el tubo se bloquee?
La forma más eficaz de prevenir que la sonda se bloquee es enjuagarla regularmente con al menos 50 a 100 ml de agua tibia, principalmente antes y después de la alimentación y la administración de medicamentos.
Qué cuidados se deben tener con la boca
A pesar que no se está recibiendo alimentos a través d ela boca, es importante que la persona se lave los dientes y la lengua con un cepillo y pasta de dientes como mínimo dos veces al día, en la mañana y por la noche, intentando no tragar agua.
Además, se pueden mantener los labios hidratados con un protector labial, crema de cacao o vaselina y, cuándo sea necesario, es posible humedecer la boca con una gasa empapada en agua.
Material necesario para alimentar por sonda
Para alimentar correctamente una persona con sonda nasogástrica es importante tener el siguiente material:
-
1 jeringa de 100 ml (jeringa de alimentación);
-
1 vaso de agua;
-
1 paño (opcional).
La jeringa de alimentación debe ser lavada después de cada utilización y debe cambiarse al menos de 2 en 2 semanas por una nueva, comprada en la farmacia.
Además, para evitar que la sonda se obstruya y sea necesario cambiarla, solo se debe utilizar alimentos líquidos como sopas o merengadas, por ejemplo.
Cómo administrar medicamentos por sonda nasogástrica
Para administrar medicamentos por la sonda nasogástrica, se deben seguir algunas recomendaciones:
- Lavar las manos con agua y jabón antes de preparar el medicamento;
- Colocar a la persona sentada o parcialmente inclinada, elevando la cabecera de la cama;
- Doblar la punta de la sonda, apretando bien para que no entre aire en el tubo, retirar la tapa, colocándola sobre un paño limpio;
- Conectar la jeringa en la abertura de la sonda, desdoblar el tubo y aspirar con la jeringa para retirar el líquido que se encuentra adentro del estómago. El contenido aspirado debe ser siempre colocado nuevamente en el estómago;
- Volver a doblar la punta de la sonda nasogástrica y apretar bien para que no quede aire en el tubo al retirarse la jeringa;
- Conectar la jeringa con agua hacia la sonda, para lavar la sonda, utilizando cerca de 30 ml de agua en caso de adultos, o 10 a 15 ml para niños. Después de lavar la sonda, doblar nuevamente el tubo y desconectar la jeringa del agua, para conectar la jeringa con medicamento;
- Desdoblar el tubo y administrar el medicamento lentamente por la sonda;
- Lavar la sonda con agua para enviar todo el medicamento dentro del estómago;
- Doblar la punta de la sonda nasogástrica, apretando bien para que no entre aire en el tubo, y colocar la tapa;
- Desconectar la jeringa de la sonda;
- Mantener la posición elevada, por lo menos 30 minutos después de administrar el medicamento para evitar reflujo gástrico.
La preparación del medicamento debe ser realizada inmediatamente antes de la aplicación por sonda. Generalmente, el médico debe dar preferencia para la utilización de medicamentos líquidos, como jarabes, solución en gotas o suspensión. Sin embargo, si fuera necesario utilizar comprimidos o cápsulas, se deben triturar muy bien en un recipiente de vidrio, o abrir la cápsula antes de su uso, y mezclar con 10 a 15 ml de agua, hasta que el medicamento se encuentre completamente disuelto.
En el caso de utilizarse más de un medicamento, es recomendado lavar la sonda con 5 ml de agua aproximadamente, entre la administración de cada medicamento.
La jeringa utilizada para administrar medicamentos por la sonda nasogástrica debe ser exclusiva para este fin. Además de eso, es importante lavar la jeringa después de la administración del medicamento, así como el recipiente de vidrio para triturar o mezclar el medicamento con agua.
Cuándo cambiar la sonda o acudir al hospital
La mayoría de las sondas nasogástricas son muy resistentes y por esto pueden permanecer en el sitio alrededor de unas 6 semanas o según la indicación del médico.
Además, es importante acudir al hospital cuando la sonda se salga del sitio o se encuentre obstruida, de manera que pueda cambiarse y ser reinsertada nuevamente.
Cuándo es indicada la sonda nasogástrica
La sonda nasogástrica puede ser indicada en diversas condiciones de salud, que incluyen:
- Trastornos alimentarios: desnutrición, dificultad para tragar (disfagia), y enfermedades psiquiátricas como depresión grave o anorexia nerviosa;
- Lesiones y cirugías: lesiones en la cabeza, cirugía en la boca o garganta, cirugía intestinal y postoperatorio de un ACV;
- Enfermedades gastrointestinales: trastornos como enfermedad inflamatoria intestinal, síndrome de intestino corto, estrechamiento del esófago y otras condiciones que afectan el tracto gastrointestinal;
- Enfermedades degenerativas y neurológicas: como fibrosis quística, esclerosis múltiple, enfermedad de la neurona motora y otras enfermedades neurológicas;
- Problemas renales y hepáticos: enfermedades renales y hepáticas, especialmente en casos de ascitis;
- Cáncer: cáncer en la cabeza o cuello;
- Condiciones de coma o respiración asistida: en pacientes en coma o con respiración artificial.
La sonda nasogástrica puede utilizarse durante un máximo de 6 semanas, siempre que el estómago y los intestinos funcionen correctamente para permitir la absorción de nutrientes y medicamentos. También se usa en situaciones como descompresión del estómago o intestino en casos de obstrucción o íleo paralítico, para vaciar el contenido gástrico en personas entubadas, tratar hemorragias u obstrucciones del estómago, o para recolectar muestras gástricas para análisis.
En situaciones más raras, la sonda nasogástrica puede emplearse para lavado gástrico en caso de intoxicación, donde se aspira el contenido estomacal y se administra carbón activado, por ejemplo, en casos de ingestión accidental de medicamentos, drogas o venenos.