Cómo cortar la leche materna: medicamentos y naturalmente

Evidencia científica

Existen varias razones para que una mujer desee cortar la producción de leche materna; sin embargo, la más común ocurre cuando el bebé ya tiene más de 2 años de edad y logra alimentarse con la mayoría de los alimentos sólidos, por lo que ya no requiere de ser amamantado. 

No obstante, también existen ciertos problemas de salud que pueden impedir que la madre amamante, razón por la cual cortar la leche puede ser una forma de brindar mayor comodidad a la madre, tanto física como psicológica. 

Aun así, es importante tener en cuenta que el proceso para cortar la leche varía bastante de una mujer a otra, pues depende de factores como la edad del bebé y la cantidad de leche producida. Por estos motivos, muchas mujeres pueden cortar la leche en pocos días, mientras que otras pueden demorar varios meses para obtener los mismos resultados. 

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9 estrategias naturales para cortar la leche

Aunque no sean 100% eficaces para todas las mujeres, las estrategias naturales que ayudan a reducir bastante la producción de leche materna en pocos días son las siguientes:

  1. No ofrecerle pecho al bebé y no ceder si este aún muestra interés en ser amamantado. Lo ideal es distraer al bebé en los momentos en los que estaba acostumbrado a ser amamantado. En esta fase, él tampoco debe permanecer mucho tiempo en el regazo de la madre, pues el olor de ella va a llamar su atención, aumentando las probabilidades de que quiera ser amamantado;
  2. Reemplazar una sesión de amamantamiento a la vez, para permitir que la producción de leche disminuya lentamente. Esperar unos pocos días antes de dejar de amamantar en otra sesión. Generalmente, las últimas sesiones de amamantamiento que se abandonan son la primera en la mañana y la última en la noche;
  3. Retirar una pequeña cantidad de leche durante un baño tibio, solo para aliviar la incomodidad y siempre que se sientan las mamas muy llenas. La producción de leche va disminuyendo progresivamente de forma natural;
  4. Colocar hojas de repollo frías o tibias (dependiendo de la comodidad de la mujer) va a ayudar a disminuir durante más tiempo la molestia producida por las mamas llenas;
  5. Usar un sostén cómodo, que sujete las mamas y que no impida la circulación;
  6. Beber menos agua y otros líquidos, pues estos son esenciales para la producción de leche, y con su restricción, la producción natural disminuye;
  7. Colocar compresas frías en las mamas, previamente cubiertas con un paño o servilleta para no quemar la piel;
  8. Practicar actividad física intensa, puesto que con el aumento del gasto calórico, el cuerpo va a tener menos energía para la producción de leche;
  9. Beber té de salvia, que se cree que reduce la producción de leche. Vea los beneficios del té de salvia.

A un niño más grande se le puede distraer con otra actividad, como ofrecerle algo para comer o leerle un libro. En el caso de bebés pequeños, pida a otro miembro de la familia que le dé un biberón. A veces, los bebés que amamantan rechazan el biberón si se los da la mamá.

Asimismo, para cortar la producción de leche materna, la mujer también puede consultar un obstetra o un ginecólogo para utilizar algún medicamento específico para cortar la leche. Por lo general, las mujeres que toman este tipo de medicamentos y realizan las técnicas naturales presentan resultados más rápidos y eficaces. 

Medicamentos para cortar la leche materna

Algunos medicamentos que pueden utilizarse para cortar la producción de leche materna son la cabergolina, bromocriptina y quinagolida, por ejemplo, los cuales deben ser utilizados únicamente bajo orientación del obstetra o de un ginecólogo, pues tienen que ser adaptados a cada mujer.

Sin embargo, estos medicamentos también pueden ejercer fuertes efectos secundarios, como dolor de cabeza, mareos, vómitos, vértigos, dolor abdominal, somnolencia e infarto; por esta razón, solo deben ser usados cuando es realmente necesario cortar la leche de forma inmediata. 

Por eso, estos medicamentos son comúnmente indicados en ciertas situaciones como cuando la madre pasa por una situación de muerte fetal o neonatal; cuando el bebé posee alguna malformación en el rostro y el sistema digestivo, o cuando la madre posee alguna enfermedad grave que pueda trasmitir al bebé a través de la leche materna. 

Si la mujer y el bebé gozan de buena salud, estos medicamentos no deben indicarse solo por el deseo de no amamantar o de cortar la lactancia más rápido, pues existen otras estrategias naturales y menos arriesgadas que también son suficientes para inhibir la producción de leche materna. 

Cuándo se recomienda cortar la leche

La OMS promueve que todas las mujeres saludables alimenten a sus bebés exclusivamente con leche materna hasta un mínimo de 6 meses y luego pueden continuar amamantando hasta los 2 años de edad. No obstante, existen algunas situaciones en las que la lactancia materna está contraindicada, por lo que puede ser necesario cortar la leche, tanto por causas maternas o por el bebé.

Causas maternas

  • VIH positivo:
  • Cáncer de mama;
  • Trastornos de la conciencia o comportamientos de riesgo;
  • Uso de drogas ilícitas como marihuana, LSD, heroína, cocaína, opio;
  • Herpes activo en la mama o el pezón (parar temporalmente).

Causas del bebé:

  • Bajo peso con inmadurez para succionar o tragar la leche;
  • Situaciones como galactosemia o fenilcetonuria;
  • Malformación del rostro, esófago o tráquea que impida la alimentación oral;
  • Recién nacido con enfermedad neurológica grave con dificultad para alimentarse por la boca.

En todas estas ocasiones el bebé no debe ser amamantado, pero podrá ser alimentado con fórmula. En caso de enfermedades virales, fúngicas o bacterianas en la madre, esta restricción puede llevarse a cabo solo mientras ella esté enferma; y para mantener la producción de leche, la misma debe ser extraída con un extractor de leche o de forma manual, con el fin de que la lactancia pueda ser reanudada después de que la madre haya sido curada y dada de alta por el médico.