Cómo eliminar quistes en los ovarios (con plantas medicinales)

Evidencia científica

Para eliminar quistes en los ovarios de forma natural, se pueden utilizar remedios caseros como el té verde, el té de jengibre o el té de cimífuga, pues pueden favorecer el tratamiento médico de esta condición debido a que poseen sustancias con acción antiinflamatoria, antioxidante o analgésica, las cuales ayudan a reducir el dolor y la inflamación en el ovario o a regular el ciclo menstrual. 

Asimismo, estos remedios caseros, cuando son utilizados regularmente, contribuyen al alivio de los síntomas típicos del quiste ovárico, como cólicos, náuseas, vómitos o sensación de abdomen hinchado. Vea otros síntomas de quistes en el ovario.  

Es importante tener en cuenta que estos remedios caseros pueden ser utilizados únicamente para complementar el tratamiento indicado por el médico, el cual suele incluir el uso de pastillas anticonceptivas y, en ciertos casos, cirugía para retirar los quistes.

Este contenido tiene fines informativos y no reemplaza la orientación médica. No interrumpa ningún tratamiento sin la debida asesoría.
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4 plantas naturales para eliminar quistes de ovarios

Algunas formas naturales de eliminar los quistes de ovarios son:

1. Té verde

Algunos estudios muestran que el té verde, conocido científicamente como Camellia sinensis, posee compuestos fenólicos en su composición, como la epigalocatequina, que tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, por lo que ayudan a reducir la inflamación en el ovario y los daños causados por los radicales libres en las células del ovario, siendo un buen remedio casero para ayudar en el tratamiento del quiste ovárico. 

Asimismo, el consumo de té verde puede favorecer la mejoría de los niveles de hormonas femeninas, reducir la resistencia a la insulina y contribuir a la pérdida de peso, pudiendo ser muy útil principalmente para el síndrome de ovarios poliquísticos. Conozca mejor qué es y qué causa el síndrome de ovario poliquístico

Esta planta puede ser utilizada en forma de tés, infusiones o extracto natural, y debe ser empleada bajo la orientación del ginecólogo, pues su uso en exceso puede perjudicar el hígado. 

Ingredientes

  • 1 cucharadita de hojas de té verde o 1 bolsita de té verde;
  • 1 taza de agua hirviendo.

Modo de preparación

Añadir las hojas o la bolsita de té verde en la taza con agua hirviendo y dejar reposar por 10 minutos. Colar o retirar la bolsita y beber a continuación. Este té puede ser consumido de 3 a 4 veces al día, o según las indicaciones médicas. 

El té verde no debe ser consumido por niños, mujeres embarazadas o en período de lactancia ni en aquellas que sufran de insomnio, hipertiroidismo, gastritis o hipertensión arterial. Asimismo, por contener cafeína en su composición, se debe evitar tomar este té al final del día o en cantidades superiores a las recomendadas, pues puede causar efectos secundarios como insomnio, irritación, sensación de ardor en el estómago, cansancio o palpitaciones. 

2. Té de jengibre

El jengibre, científicamente conocido como Zingiber officinalis, posee compuestos fenólicos, especialmente el gingerol, que posee propiedades antioxidantes, antiinflamatorias e inmunomoduladoras, por lo que es muy útil para aliviar los síntomas de abdomen hinchado, náuseas, vómitos o cólicos causados por el quiste en el ovario. 

Ingredientes

  • 1 cm de raíz de jengibre cortada en rodajas o rallada;
  • 1 litro de agua hirviendo.

Modo de preparación

Llevar el agua a ebullición y añadir el jengibre. Dejar hervir de 5 a 10 minutos. Luego, retirar el jengibre de la taza y beber el té en 3 o 4 dosis divididas a lo largo del día. 

Otra opción para preparar el té es sustituir la raíz por una cucharadita de jengibre en polvo. 

El té de jengibre debe ser evitado por mujeres que utilizan anticoagulantes, como warfarina o aspirina, pues puede aumentar el riesgo de sangrados o hemorragias. Asimismo, las mujeres embarazadas, cercanas al parto o con antecedentes de aborto, problemas de coagulación o que tengan riesgo de hemorragias deben evitar el uso del té de jengibre. 

3. Té de cimífuga

El té de cimífuga, elaborado con la planta Cimicifuga recemosa, posee isoflavonas y ácido cafeico y salicílico en su composición, por lo que cuenta con propiedades antiinflamatorias, analgésicas y antioxidantes, las cuales ayudan a reducir los cólicos ocasionados por el quiste en el ovario y a regular el ciclo menstrual. 

Ingredientes

  • 1 cucharadita de raíz seca de cimífuga;
  • 1 taza de agua hirviendo.

Modo de preparación

Colocar la raíz seca en la taza de agua hirviendo y dejar reposar durante 10 minutos. Colar y beber a continuación de 2 a 3 veces al día, por un período máximo de 6 meses a 1 año, pues puede causar daños en el hígado. 

El té de cimífuga no debe ser empleado por mujeres embarazadas o en período de lactancia ni por aquellas que toman medicamentos anticoagulantes. Asimismo, este té no debe ser consumido por mujeres que han sido diagnosticadas de cáncer de mama, útero u ovario, problemas cardíacos como arritmia, presión baja, problemas hepáticos o convulsiones. 

Este té puede interferir en la acción de la pastilla anticonceptiva y también puede causar efectos secundarios como dolor de estómago, problemas hepáticos o formación de bolitas en la piel. 

4. Té de guaraniná

El té de guaraniná, preparado con la planta de la especie Sideroxylon obtusifolium, es rico en flavonoides y compuestos fenólicos con acción antiinflamatoria, antioxidante y analgésica, por lo que ayuda a reducir la inflamación y el dolor causados por el quiste en el ovario.

Esta planta puede conseguirse en herbolarios y en tiendas de productos naturales. 

Ingredientes

  • 1 cucharada de cáscara de guaraniná;
  • 500 ml de agua.

Modo de preparación

Colocar la cáscara de guaraniná en el agua y llevarla a ebullición. Después de que hierva, apagar el fuego, dejar entibiar, colar y beber hasta 2 tazas al día.

Este remedio casero para quiste en el ovario está contraindicado en mujeres diabéticas dependientes de insulina, pues la guaraniná provoca disminución de los niveles de azúcar en la sangre, por lo que puede causar crisis de hipoglucemia.