Para aumentar las defensas del bebé, es importante dejarlo jugar al aire libre para que este tipo de experiencia lo ayude a fortalecer el sistema inmunológico, evitando la aparición de gran parte de las alergias al polvo o a los ácaros. Además, una alimentación saludable ayuda en la producción de células de defensa mejorando la inmunidad del niño.
El sistema inmunológico del bebé se fortalece con el tiempo a través de la lactancia materna y también al entrar en contacto con virus y bacterias que se encuentran normalmente presentes en el ambiente, que van a estimular la producción de defensas.
Consejos para aumentar la inmunidad del bebé
Algunos consejos simples e interesantes para aumentar la inmunidad del bebé pueden ser:
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Amamantar al bebé, ya que la leche materna posee anticuerpos que refuerzan al sistema inmunológico del bebé. Conozca otros beneficios de la lactancia materna;
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Colocarse todas las vacunas indicadas en el calendario de vacunación, debido a que estas exponen al bebé al microorganismo de forma controlada y estimulan al organismo a producir anticuerpos contra la enfermedad. Así, cuando el bebé está expuesto a la bacteria o al virus, su organismo tendrá la forma de combatirlo;
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Descanso adecuado, ya que las horas de dormir son necesarias y fundamentales para fortalecer el sistema inmunológico;
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Consumir frutas y verduras, porque son alimentos que contienen vitaminas y minerales necesarios para fortalecer el sistema inmunológico.
Además de esto, algunos estudios indican que el hecho de tener mascotas en casa también podrían ayudar a aumentar la inmunidad, disminuir el tiempo que dura una enfermedad y disminuir el riesgo de alergias.
La ingesta de medicamentos para aumentar la inmunidad del bebé, como los medicamentos homeopáticos, solo deben ser realizados bajo la indicación y orientación del pediatra.
Que alimentos se deben incluir en la dieta
Los alimentos para aumentar la inmunidad del bebé son principalmente la leche materna, frutas, vegetales y yogures.
Las frutas y vegetales pueden ofrecerse en forma de sopa, purés, jugos o enteras y picadas, conforme la edad del niño, como por ejemplo: la manzana, pera, banana, calabaza, papas, zanahoria, coliflor, camote, cebolla, puerro, chayote, brócoli, fresas, jugo de naranja, repollo, remolacha y pepino.
A pesar de existir frutas y verduras en papillas ya listas en el supermercado, es importante que el bebé coma alimentos sin procesar, ya que poseen más nutrientes disponibles y son absorbidos más fácilmente por el organismo, fortaleciendo más rápido el sistema inmune.
Es frecuente que exista alguna resistencia del bebé en comer, principalmente vegetales, pero cuando se insiste en el consumo de sopa diariamente después de 15 días o 1 mes, el bebé comienza a aceptar mejor la comida. Conozca más sobre la alimentación del bebé en el primer año de edad.