La donación de órganos se lleva a cabo con la extracción de un órgano o tejido de un donante voluntario o de una persona que ha fallecido y ha autorizado su extracción y donación para su posterior trasplante a una persona que necesita ese órgano para poder seguir viviendo.
Dependiendo de cada país, para que la persona sea donante tiene que haber manifestado su voluntad afirmativa a las familias, puede dejarlo asentado por medio de un acta certificada, o puede ser suficiente que no haya dejado una constancia previa de que está en contra de realizarlo.
Actualmente, es posible donar riñones, hígado, corazón, páncreas y pulmones, además de tejidos como córneas, piel, huesos, cartílagos, sangre, válvulas cardíacas y médula ósea. Algunos órganos, como un riñón o una porción del hígado, por ejemplo, pueden donarse en vida, pero la mayoría de los órganos que pueden ser trasplantados solo pueden ser extraídos de personas que han tenido una confirmación de muerte cerebral.
Quienes pueden donar
En caso de muerte cerebral, la donación depende de las características del fallecimiento. Llegado el momento, los médicos determinan cuáles son los órganos y/o tejidos aptos para trasplante. La mayoría de las donaciones ocurren en los siguientes casos:
- Muerte en terapia intensiva en el hospital: la muerte de la persona en terapia intensiva de un hospital, es la única manera de poder donar los órganos de la persona fallecida, ya que solo así puede mantenerse el cuerpo artificialmente desde el momento del fallecimiento hasta que se produce la extracción de los órganos;
- Muerte sin llegar a terapia intensiva en un hospital: si la persona murió y no llegó a estar en terapia intensiva en el hospital, en este caso solo pueden ser donados los tejidos, como córneas, vasos sanguíneos, piel, huesos y tendones, ya que la falta de circulación durante un tiempo puede afectar el funcionamiento de los órganos, como el corazón y los riñones, por ejemplo;
- Personas que fallecieron en casa: solo pueden donar córneas, hasta 6 horas después de la muerte, porque la falta de circulación sanguínea puede dañar los demás órganos, poniendo en riesgo la vida de la persona receptora.
Para donar órganos hay límite de edad, pero es fundamental que estén funcionando perfectamente, ya que la salud del donante determinará si los órganos y tejidos pueden ser trasplantados o no.
¿Se pueden donar órganos en vida?
Solo ante una necesidad extrema, frente a la falta de donantes fallecidos, se plantea la posibilidad del donante vivo, debiendo existir un vínculo familiar de acuerdo con las normativas de cada país. Esta alternativa se refiere únicamente al caso de trasplantes renales y hepáticos.
El órgano más común que se dona en vida es el riñón, ya que una persona puede desarrollar una vida normal con un solo riñón en funcionamiento. Parte del hígado también puede ser trasplantado. La donación de órganos entre familiares está permitida exclusivamente cuando se estima que no afectará la salud del donante y existan perspectivas de éxito para el receptor.
Asimismo, puede ser posible donar tejidos en vida, como piel, células progenitoras, además de sangre. Conozca cuáles son los requisitos para donar sangre.
Quién no puede donar
La donación de órganos y tejidos no está permitida en personas que han fallecido a causa de enfermedades infecciosas o contagiosas, o que han dañado gravemente su organismo, ya que la función del órgano podría estar comprometida o la infección podría transmitirse a la persona receptora del órgano.
Por lo tanto, la donación no está recomendada para personas con insuficiencia renal grave o insuficiencia hepática, cardíaca o pulmonar, porque en estos casos existe un grave compromiso de la circulación y funcionamiento de estos órganos, además de cáncer con metástasis y enfermedades infecciosas y transmisibles, como el VIH, hepatitis B, C o enfermedad de Chagas, por ejemplo. Además, la donación de órganos se desaconseja en casos de infecciones graves por bacterias o virus que han afectado el torrente sanguíneo.
La donación de órganos también se desaconseja si el posible donante se encuentra en coma. Sin embargo, si después de realizar ciertos exámenes se confirma la muerte cerebral, la donación puede llevarse a cabo.
Cómo se realiza el trasplante
Después de obtener la autorización del donante o su familia, este se someterá a exámenes que evaluarán su estado de salud y su compatibilidad con la persona receptora. La extracción del órgano se realiza en un quirófano, como en otras cirugías, y luego el cuerpo del donante es cerrado cuidadosamente por el cirujano.
La elección del receptor de los órganos y tejidos solo es posible cuando la donación se realiza en vida. En caso contrario, los órganos se asignarán a las personas que estén en la lista de espera de la central de trasplantes, siguiendo el orden de tiempo de espera y necesidad.
Cómo es la recuperación del trasplante
La recuperación de una persona que ha recibido un trasplante de órganos o tejidos es similar a la de cualquier cirugía, con reposo y el uso de medicamentos para el dolor, como ibuprofeno o dipirona, por ejemplo.
A fin de evitar el rechazo del organismo hacia el órgano implantado, la persona debe recibir medicamentos para atenuar la respuesta del sistema inmune, para evitar que el propio organismo ataque al órgano nuevo. Además de eso, es importante un control estricto continuo con el médico y la realización de exámenes y revisiones periódicas.
En la mayoría de los casos, luego de la realización de un implante, con el tiempo la persona puede volver a hacer una vida normal, incluso es posible hacer actividad física.