Para lograr que el bebé duerma solo en la cuna es necesario acostumbrar al bebé a dormir solo poco a poco. Para eso, se deben seguir algunos pasos, que deben realizarse cada semana, y lo ideal es que los padres vean cuándo se sienten seguros para avanzar al siguiente paso. Cada niño se desarrolla de una forma, y a veces lo que funciona para una, no funciona para otra, por lo que se debe tener paciencia y ser constante en seguir los pasos.
Es importante aclarar, que el bebé menor de 1 año de edad debería dormir en el cuarto de los padres por razones de seguridad, pudiendo ser en la cuna o en la cama con los padres, según la decisión de cada familia, siendo necesario que en algún momento se comience la adaptación para que el bebé aprenda a dormir solo de manera gradual.
Hoy en día no hay un momento adecuado para hacer que el bebé duerma solo en la cuna, pudiendo ser en función a las necesidades del bebé y situación de cada familia en particular. Sin embargo, es recomendado que cuanto antes se acostumbre el bebé a dormir solo mejor, ya que de esta manera es más fácil realizar la transición, siendo recomendado entre los 3 a 6 meses de edad. Vea también cómo dormir a un bebé para que no se despierte durante la noche.
Pasos para enseñar al bebé a dormir solo
A continuación se indican 6 pasos recomendados para enseñar a su bebé a dormir solo:
1. Respetar la rutina del sueño
El primer paso consiste en respetar la rutina del sueño, creando hábitos que deben preservarse siempre a la misma hora, todos los días, por lo menos 10 días. Por ejemplo: el bebé puede tomar baño a las 19:30, cenar a las 20 h, lactar o tomar el biberón a las 21 h, a continuación el papá o mamá ya pueden ir al cuarto con él, manteniendo una luz baja, en un ambiente tranquilo, que favorezca el sueño y cambiar el pañal y poner la pijama.
Debe estar muy tranquilo y centrado en hablar con el bebé, siempre en voz baja para que no lo estimule y se vaya durmiendo. Si el bebé está habituado a los brazos, que es lo más habitual, puede inicialmente seguir esta rutina y adormecer al bebé en sus brazos.
2. Colocar al bebé en la cuna
Después de la rutina de la hora del sueño, en lugar de permanecer con el bebé en brazos para que duerma, debe colocar al bebé en la cuna y quedarse a su lado, observándolo, cantando, haciendo mimos al bebé para que se quede tranquilo y calmado. Puede incluso poner su mantita preferida o un peluche de estimación, para que el bebé duerma con él.
Es importante resistir y no ponerse al bebé en los brazos en caso de que comience a hacer pucheros, pero en caso de que llore de forma intensa por más de 1 minutos, puede reconsiderar si el bebé se encuentra en el momento indicado para que duerma solo o si puede intentarlo más adelante. Si esta fuera su opción, mantenga la rutina de sueño para que el bebé se habitúe a ella, ya que de esta forma se sentirá más seguro en el cuarto y dormirá más rápido.
3. Consolarlo en caso de que llore, pero sin levantarlo de la cuna
Si el bebé hace pucheros y no llora por más de 1 minutos, puede intentar resistir y no cargarlo, pero debe permanecer junto a él, haciendo caricias en su espalda o su cabeza, diciendo "shhh", por ejemplo. Así, el niño puede tranquilizarse y sentirse seguro y parar de llorar. Sin embargo, aún no es hora de salir del cuarto y usted debe llegar hasta este paso en 2 semanas aproximadamente.
4. Alejarse poco a poco
Si no necesita permanecer junto al bebé y cargarlo y si este se calma estando acostado en la cuna, solo con su presencia, ya puede pasar al 4° paso que consiste en alejarse poco a poco. Cada día debe irse alejando más de la cuna, pero eso no quiere decir que no va a poner al bebé a dormir en este 4° paso, sino que cada día cumplirá los pasos del 1 al 4.
Usted puede permanecer sentada en el sofá, en la cama o al lado, incluso puede sentarse en el piso. Lo importante es que el bebé sienta su presencia aún en el cuarto y en caso de que levante la cabeza se encontrará mirándolo y estará lista para acudir hacia él en caso de ser necesario. Así, el niño aprende a tener más confianza y se siente más segura para dormir en su cuna.
5. Mostrar seguridad y firmeza
Con el 4° paso el bebé va entendiendo que usted se encuentra cerca, pero lejos de tocarlo, y en el 5° paso es importante que entienda que usted está ahí listo para consolarlo, pero que no va a cargarlo siempre que haga pucheros o amenace con llorar. De esta forma, si el bebé comienza a hacer pucheros en la cuna, usted a la distancia puede con calma hacer "shhh" e ir hablándole con un volumen bajo y con calma para que se sienta seguro.
6. Permanecer al lado del bebé hasta que duerma
Inicialmente, usted debe permanecer al lado del bebé hasta que este se duerma, haciendo de esto una rutina que debe seguir por algunas semanas. Poco a poco debe irse alejando y, un día, debe estar a 3 pasos de distancia, al siguiente a 6 pasos hasta que pueda estar recargado en la puerta. Después de que se duerma puede salir del cuarto, en silencio para que no despertarlo.
No se debe colocar al bebé en la cuna y darle la espalda o no intentar consolar al bebé cuando llora y demuestra que necesita atención. Los bebés no saben hablar y su mayor forma de comunicación es el llanto. Por eso, cuando un niño llora y nadie lo atiende, tiende a desarrollar inseguridad y se hace asustadizo, haciendo que llore aún más.
7. Evitar estímulos antes de dormir
Algunos estimulantes como una cena pesada y con muchos carbohidratos, uso de televisión nocturna o ruidos muy altos, puede hacer que el niño o bebé tarde en conciliar el sueño o se despierte, solicitando la atención de los padres y queriendo dormir con ellos.
Por ello, es importante evitar estímulos que impidan una buena noche de sueño al niño y tener una rutina diaria para garantizar que el niño duerma en su cuarto sin la compañía de sus padres.
¿Qué hago si no lo consigo?
En caso de no lograr que el niño duerma solo a pesar de las recomendaciones que se han mencionado, puede volver a intentar estos pasos nuevamente dentro de unas semanas, e intentarlo otra vez, hasta que el niño se encuentre preparado, ya que la idea es que estos pasos sean realizados de manera gradual, para que sea lo menos angustiante para los padres y el bebé.
Además de eso, es recomendado hablar con el pediatra para que realice un control general del niño, y que evalúe si en necesario tener alguna otra ayuda profesional, como por ejemplo un psicólogo infantil, con el fin de obtener otras herramientas adicionales, en caso de ser necesario.