Existen 2 tipos de contracciones, las de Braxton Hicks o de entrenamiento, que suelen surgir a partir del 2.º trimestre del embarazo, y las contracciones de parto, que deben surgir a partir de la 37.ª semana de gestación.
Las contracciones de entrenamiento no provocan dolor, no dilatan el útero y, además, no tienen la fuerza necesaria para provocar el nacimiento del bebé, a diferencia de las contracciones de parto.
Las contracciones durante el embarazo son importantes para entrenar el útero para el momento del parto, pero la intensidad y la frecuencia con la que surgen determinan si son contracciones de entrenamiento o propias del trabajo de parto. Es importante, ante cualquier duda, contactar a su obstetra de confianza.
¿Cómo son los dolores de parto?
Los dolores de parto se caracterizan por:
- Dolor que se inicia en la espalda y que se extiende hacia el abdomen y se concentran en el vientre;
- El dolor no disminuye con el reposo;
- Son regulares, rítmicas y aumentan de intensidad;
- Inicialmente surgen cada 20 minutos, disminuyendo su intervalo progresivamente a 15 minutos, después a cada 10 y 5 minutos entre una contracción y otra.
Generalmente estas contracciones ocurren a partir de la 37ª semana de embarazo, sin embargo, pueden ocurrir antes siendo una señal de parto prematuro.
Cuándo se debe acudir al hospital
La embarazada debe acudir al hospital cuando las contracciones duren 1 minuto cada una y la diferencia entre una y otra sea de 5 minutos, pues esto es señal de que el bebé va a nacer. Conozca otros signos que indican que el trabajo de parto ha comenzado.
¿Cómo son las contracciones?
La siguiente tabla resume las principales diferencias entre las contracciones de entrenamiento o Braxton Hicks y las contracciones de parto:
Contracciones de Braxton Hicks
Las contracciones de Braxton Hicks, también llamadas contracciones de entrenamiento o falsas contracciones, suelen surgir alrededor del 2º trimestre de embarazo.
Se cree que las contracciones de Braxton Hicks ocurren para centralizar el cuello uterino, de modo que quede alineado con el canal vaginal, facilitando la salida del bebé durante el parto.
Además, también parecen ayudar a aumentar el flujo sanguíneo rico en oxígeno a la placenta. Estas contracciones no provocan que el cuello uterino se dilate, a diferencia de las contracciones del parto y, por lo tanto, no pueden inducir el nacimiento.
Estas contracciones suelen ocurrir 3 a 4 veces por día y pueden surgir cuando el bebé se mueve o patea.
Qué hacer durante las contracciones de entrenamiento
Durante las contracciones de entrenamiento, no es necesario que la gestante tenga ningún cuidado especial, sin embargo, si le causan mucha incomodidad, se recomienda que se acueste cómodamente con el apoyo de una almohada en la espalda y debajo de las rodillas, permaneciendo en esta posición durante unos minutos.
También se pueden utilizar otras técnicas, como la meditación, yoga o aromaterapia, que ayudan a relajar el cuerpo y la mente. Vea cómo practicar la aromaterapia.