Cuando un insecto entra en el oído puede provocar bastante malestar, generando síntomas como dificultad para escuchar, comezón intensa, dolor o sensación de que algo se está moviendo.
En estos casos se debe evitar rascarse el oído, así como también no remover lo que está en el interior con el dedo o un hisopo, ya que esto puede hacer que el insecto se agite, agravando los síntomas.
Para remover el insecto del oído se debe:
- Observar si hay algún insecto en el interior del oído, utilizando una linterna y una lupa, por ejemplo;
- Evitar quitar el insecto con bastoncillos u otros objetos, ya que puede empujar al insecto más hacia el interior del oído;
- Inclinar la cabeza hacia el lado del oído afectado y agitar suavemente, para intentar que el insecto salga.
Sin embargo, si el insecto no sale, se pueden utilizar otras técnicas para intentar sacarlo como:
1. Utilizar una hoja del césped
El césped es un material bastante flexible que posee pequeñas ramitas salientes donde los insectos se agarran. De esta forma, puede ser usada dentro del oído sin existir el riesgo de perforar el tímpano o empujar el insecto.
Para utilizar la hoja de césped, debe lavar la hoja con un poco de agua y jabón e intentar colocarla debajo de las patas del insecto y esperar unos segundos, jalando a continuación. Si el insecto agarra la hoja, será removido hacia el exterior, pero si continúa dentro del oído se puede repetir este proceso varias veces.
2. Utilizar algunas gotas de aceite
El aceite es una excelente opción para cuando los otros intentos no funcionan, pues es una forma de matarlo rápidamente, sin que exista el riesgo de ser mordido o arañado en el interior del oído. Además de esto, como el aceite lubrica el canal auditivo, facilita que el insecto se deslice hacia el exterior o salga más fácilmente cuando se agita de nuevo la cabeza.
Para utilizar esta técnica se deben colocar 2 a 3 gotas de aceite, aceite de oliva o aceite Johnson en el interior del oído y luego inclinar la cabeza hacia el lado del oído afectado, esperando algunos segundos. Si el insecto no sale solo, se debe intentar sacudir de nuevo la cabeza o mover la oreja.
Esta técnica no debe ser utilizada en caso tenga alguna ruptura en el tímpano o si se sospecha de algún problema en el oído. Lo ideal es que el aceite esté a temperatura ambiente o ligeramente caliente, pero no lo suficiente como para causar quemaduras.
3. Colocar agua tibia
Esta técnica sólo se debe utilizar cuando se está seguro de que el insecto ya está muerto, ya que el uso de agua puede hacer que el insecto comience a intentar arañar o morder, causando lesiones en el interior del oído, si todavía está vivo.
Lo ideal en este caso es utilizar una botella de plástico con un orificio en la tapa, para crear un chorro de agua que entre con alguna presión en el oído y limpiar lo que está en su interior.
Cuando debe acudir al médico
Se aconseja acudir a la emergencia hospitalaria cuando los síntomas son muy fuertes o empeoran a lo largo del tiempo, así como si no se consigue sacar al insecto a través de estas técnicas. El médico podrá utilizar instrumentos especiales para remover el insecto sin causar ninguna lesión en el interior del oído y evitando que alguna parte del insecto quede dentro causando una infección. Vea los principales síntomas de una infección en el oído.
Además de esto, si no es posible observar un insecto en el interior del oído, pero existe una incomodidad intensa, se debe consultar a un otorrinolaringólogo para evaluar las posibles causas e iniciar el tratamiento adecuado, si es necesario. Vea más sobre cuándo consultar a un otorrinolaringólogo.