Conjuntivitis: qué es, síntomas, tipos y tratamiento

La conjuntivitis es la inflamación de la conjuntiva, que es la membrana que recubre la parte blanca de los ojos y el interior de los párpados, provocando síntomas como enrojecimiento, picazón, dolor, hinchazón, exceso de lágrimas o incluso pus.

La conjuntivitis puede afectar a personas de cualquier edad, y normalmente está provocada por infecciones provocadas por bacterias, hongos o virus, o por alergias al polvo y ácaros, o por el contacto ocular con productos químicos, como el champú, por ejemplo.

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El tratamiento de la conjuntivitis lo realiza un oftalmólogo y varía según su causa, pudiendo estar indicada la aplicación de compresas frías, lágrimas o pomadas artificiales y colirios con antibióticos o corticoides.

Imagem ilustrativa número 1

Síntomas de conjuntivitis

Los principales síntomas de la conjuntivitis son:

  • Enrojecimiento en el ojo afectado;
  • Hinchazón en el párpado;
  • Producción excesiva de lágrimas;
  • Comezón en los ojos;
  • Mayor sensibilidad a la luz;
  • Dolor de ojo;
  • Dificultad para abrir el ojo afectado;
  • Sensación de arena en el ojo.

Además, si ha sido provocada por infecciones, también puede aparecer pus o secreción espesa y amarillenta, por ejemplo. Vea cuáles son los síntomas de la conjuntivitis.

La conjuntivitis puede afectar a uno o ambos ojos, siendo importante consultar con un oftalmólogo para identificar la causa e indicar el tratamiento más adecuado.

Test online de síntomas

Para conocer las probabilidades de tener conjuntivitis, seleccione los síntomas que presenta en el test a continuación:

  1. 1. Enrojecimiento en un ojo o en ambos.
  2. 2. Sensación de ardor o de tener polvo en el ojo.
  3. 3. Sensibilidad a la luz.
  4. 4. Ganglio dolorido en el cuello o junto al oído.
  5. 5. Lagañas amarillas en los ojos, especialmente al despertarse.
  6. 6. Comezón intensa en los ojos.
  7. 7. Estornudos, coriza o sensación de nariz tapada.
  8. 8. Dificultad para ver o visión borrosa.

El test de síntomas es solo una herramienta orientativa y no sirve como diagnóstico ni sustituye la consulta con un oftalmólogo.

Cómo confirmar el diagnóstico

El diagnóstico de conjuntivitis lo realiza un oftalmólogo evaluando los síntomas, así como cuándo comenzaron, antecedentes de salud y antecedentes de alergias o contacto con químicos.

Además, el médico debe realizar un examen oftalmológico, como pruebas de agudeza y campo visual, evaluación de la córnea, motilidad extraocular y reactividad pupilar, por ejemplo. 

Cuando la conjuntivitis es recurrente, se presenta con pus, es resistente al tratamiento o cuando hay sospecha de conjuntivitis por clamidia, gonorrea o conjuntivitis neonatal, el médico puede tomar una muestra de la secreción del ojo y enviarla al laboratorio para su análisis para identificar la causa.

Posibles causas

Las principales causas de la conjuntivitis son:

  • Infecciones causadas por virus, bacterias, hongos o protozoos;
  • Alergias al polvo, polen, ácaros, moho, contaminación, humo o productos cosméticos;
  • Uso de accesorios de maquillaje contaminados;
  • Mala limpieza de lentes de contacto;
  • Rascarse o tocarse los ojos;
  • Contacto con agua contaminada;
  • Objetos extraños en los ojos;
  • Reacción alérgica a gotas para los ojos o ungüentos oftálmicos.

Además, el contacto ocular con productos químicos, como champú, acondicionador o productos de limpieza, por ejemplo, también puede provocar conjuntivitis.

Tipos de conjuntivitis

La conjuntivitis puede ser infecciosa o no infecciosa, siendo los principales tipos:

1. Conjuntivitis bacteriana

La conjuntivitis bacteriana es un tipo de conjuntivitis infecciosa causada por bacterias, como S. aureus, Streptococcus pneumoniae, H. influenza, Chlamydia trachomatis o Corynebacterium diphtheria.

Estas bacterias se pueden transmitir a través del contacto cercano con una persona con conjuntivitis bacteriana, al tocarse los ojos con las manos sucias o al usar accesorios de maquillaje contaminados. Vea cómo se contrae la conjuntivitis bacteriana.

2. Conjuntivitis viral

La conjuntivitis viral es otro tipo de conjuntivitis infecciosa causada por virus, principalmente adenovirus, y se transmite por contacto directo con el virus, transmisión aérea y lugares contaminados, como piscinas, por ejemplo.

Otros virus que pueden provocar este tipo de conjuntivitis son el enterovirus, el herpes simple o el herpes zóster o el COVID-19. Vea más información sobre la conjuntivitis viral.

3. Conjuntivitis fúngica

La conjuntivitis fúngica es un tipo más raro de conjuntivitis infecciosa, causada por el uso de lentes de contacto mal desinfectadas o por el contacto accidental con madera contaminada.

Los principales hongos que pueden provocar este tipo de conjuntivitis son Aspergillus spp. o Fusarium spp, por ejemplo.

4. Conjuntivitis gonocócica

La conjuntivitis gonocócica es una conjuntivitis infecciosa causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae, que causa gonorrea, un tipo de infección de transmisión sexual.

Este tipo de conjuntivitis puede presentarse en recién nacidos, transmitiéndose a través del contacto del bebé con las secreciones vaginales de la madre contaminadas con la bacteria, durante el parto vaginal.

Además, la conjuntivitis gonocócica también se puede transmitir por contacto sexual directo con secreciones o por tocar el ojo con una mano contaminada por la bacteria.

5. Conjuntivitis alérgica

La conjuntivitis alérgica es un tipo de conjuntivitis no infecciosa causada por alergias al polvo y a los ácaros del polvo, por ejemplo, y es más común durante la primavera o cuando el clima es más seco. Vea las principales causas de la conjuntivitis alérgica.

6. Conjuntivitis tóxica

La conjuntivitis tóxica es otro tipo de conjuntivitis no infecciosa, provocada por el contacto con sustancias que provocan irritación ocular, como el cloro de la piscina, el champú, los productos de limpieza o los cosméticos, por ejemplo.

7. Conjuntivitis neonatal

La conjuntivitis neonatal puede ocurrir en el primer mes de vida de un recién nacido debido a la obstrucción del conducto lagrimal o a infecciones transmitidas durante el parto vaginal con secreciones contaminadas por virus o bacterias.

Cómo se realiza el tratamiento

El tratamiento de la conjuntivitis debe realizarse bajo la orientación de un oftalmólogo y varía según el tipo de conjuntivitis, pudiendo recomendarse el uso de compresas frías en el ojo para reducir la inflamación y la hinchazón.

En casos de conjuntivitis alérgica se puede recomendar el uso de colirios humectantes, antialérgicos o con corticoides, por ejemplo.

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En casos de conjuntivitis bacteriana, el oftalmólogo puede recomendar colirios o pomadas oftálmicas con antibióticos, como tobramicina e o ciprofloxacino, por ejemplo. Si fue causada por gonorrea, el tratamiento es con antibióticos orales o inyectables. Vea los principales tratamientos para la conjuntivitis.

Cómo evitar la conjuntivitis

Para evitar la conjuntivitis es importante:

  • Evitar rascarse los ojos o tocarse los ojos con las manos sucias;
  • Lavarse las manos con frecuencia y cada vez que se toque los ojos;
  • Limpiar adecuadamente y no compartir accesorios de maquillaje;
  • Cambiar las sábanas al menos una vez por semana;
  • Limpiar las lentes de contacto correctamente;
  • Utilizar pañuelos desechables o compresas para limpiar los ojos;
  • Evitar el contacto con sustancias que puedan provocar alergias.

Además, también es muy importante evitar el contacto estrecho con otras personas con conjuntivitis infecciosa, mediante apretones de manos, besos o abrazos, ya que esto aumenta el riesgo de padecer conjuntivitis bacteriana, vírica o fúngica.

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Qué no hacer cuando tienes conjuntivitis

Algunas cosas que no se deben hacer cuando se tiene conjuntivitis son:

1. No utilizar lentes de contacto

Las lentes de contacto son un cuerpo extraño en el ojo que puede acumular varios tipos de bacterias a lo largo del día. De esta forma, usar lentes de contacto cuando se tiene conjuntivitis, además de que puede agravar la infección y retrasar el tratamiento, también puede hacer con que las bacterias contaminen el otro ojo, especialmente si son lentes mensuales que se guardan muy cerca.

En general, es posible volver a utilizar los lentes de contacto tan pronto como se complete el tratamiento con antibióticos recetados por el médico o, al menos, después de que ya no exista ninguna secreción acumulada en el ojo.

2. No compartir objetos personales

Como en cualquier infección, los objetos personales pueden transmitir fácilmente las bacterias o virus a otra persona, incluso si se utilizan después de lavarse a las manos.

En el caso de la conjuntivitis, los objetos con mayor riesgo de contagio son lentes, maquillaje, pinceles de maquillaje y toallas para secarse el rostro, por ejemplo.

3. No olvidar lavarse las manos

Las manos son la principal vía de transmisión de microorganismos una vez que entran en contacto con varias partes del cuerpo durante el día. En el caso de la conjuntivitis, colocarse las manos en la cara o utilizar los dedos para rascarse el ojo fácilmente transfiere bacterias a la piel, que se pueden pasar a otras personas u objetos, por lo que es importante lavarse las manos con frecuencia.

Lavarse las manos varias veces al día, especialmente después de tocarse la cara o antes de estar con amigos o familiares, por ejemplo, ayuda a disminuir el riesgo de transmitir la conjuntivitis a otras personas.

Vea en el vídeo a continuación cómo se deben lavar correctamente:

LAVARSE LAS MANOS PUEDE SALVAR TÚ VIDA

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4. No limpiarse las lagañas de los ojos

Las lagañas son muy frecuentes en personas con conjuntivitis, ya que el cuerpo produce una mayor cantidad de lágrimas para lubricar el ojo y eliminar los virus y las bacterias. Sin embargo, las lagañas también contienen restos de microorganismos y, por lo tanto, si se van acumulando pueden dificultar el tratamiento, además de llegar a ser muy incómodas.

Además, las lagañas se pegan muy fácilmente a las manos, lo que acaba aumentando el riesgo de transmisión de la conjuntivitis, ya que las manos tocan varios objetos y personas durante el día. Por esto, para limpiar las lagañas se debe utilizar un paño limpio, una gasa, algodón o una servilleta. 

5. Rascarse los ojos

La comezón en los ojos es uno de los síntomas más incómodos de la conjuntivitis, por lo que rascarse puede convertirse en un movimiento involuntario. Sin embargo, lo ideal es evitar tocarse las manos con la cara, ya que esto, además de aumentar la irritación ocular, también aumenta el riesgo de transmitir la infección a otras personas.

6. No usar lentes de sol

Aunque los lentes de sol no son esenciales para el éxito del tratamiento o para evitar la transmisión de la conjuntivitis, son una excelente forma de aliviar la sensibilidad ocular que surge con la infección, especialmente cuando hay que salir a la calle en un día soleado. 

Además, su uso evita el aumento de la comezón y de la irritación del ojo afectado. 

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