10 consecuencias de tomar refresco en nuestro cuerpo

Evidencia científica

Tomar refresco o gaseosa es malo para la salud, no sólo porque contiene mucha azúcar sino porque también posee componentes que pueden afectar la salud de diversos órganos.

Asimismo, este tipo de bebidas no poseen ningún valor nutricional, por lo que el individuo está ingiriendo calorías vacías que no aportan nutrientes esenciales, favoreciendo tanto el aumento de peso, como el surgimiento de diversas enfermedades como diabetes e hipertensión. 

Gran parte de estas bebidas contienen como ingredientes ácido fosfórico, cafeína, jarabe de maíz, sodio, potasio, colorantes y saborizantes, las cuales son substancias que pueden causar diversos problemas para la salud cuando se consumen con frecuencia y a largo plazo. 

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Las consecuencias de tomar refresco para la salud son:

1. Diabetes

Una lata de refresco contiene alrededor de 7 a 10 cucharadas de azúcar, esto hace con que los niveles de glucosa en la sangre aumenten considerablemente y se disminuya la acción de la insulina en el organismo, que es la hormona encargada de regular el azúcar en la sangre, por lo que si se ingiere refrescos frecuentemente hay mayor riesgo de desarrollar diabetes. 

2. Aumento de peso

Además de esto, el azúcar que contienen los refrescos se absorbe muy rápidamente a nivel intestinal, lo que hace que el azúcar en la sangre se eleve repentinamente y se sienta hambre más rápido, situación que favorece el exceso de peso. Asimismo, este exceso de azúcar también se acumula en el organismo en forma de grasa, depositándose a nivel abdominal, en el hígado y en las arterias principalmente. 

3. Debilitamiento de los huesos y de los dientes

La mayoría de los refrescos contienen una elevada cantidad de ácido fosfórico, esta substancia hace que el calcio sea eliminado a través de la orina, esto hace que los huesos se debiliten, pudiendo desarrollar a largo plazo problemas como osteoporosis.

Asimismo, la acidez de este tipo de bebidas puede causar erosiones en la superficie del esmalte dental debilitando los dientes, y el azúcar ingerido aumenta la probabilidad de desarrollar caries dentales si no se realiza una buena higiene oral. 

El ácido fosfórico también dificulta el trabajo del estómago para producir ácido gástrico, retardando el proceso de digestión y la absorción de ciertos nutrientes. 

4. Piedras en los riñones

Debido a la acidez que poseen los refrescos, el organismo necesita utilizar el calcio, que sería utilizado para fortalecer los huesos, para equilibrar el pH de la sangre. Por lo que los riñones necesitan eliminar el calcio que es utilizado en este proceso, aumentando el riesgo de formar piedras en los riñones debido a la acumulación de calcio en su interior. 

Conozca cuáles son las principales causas de piedras en los riñones.

5. Aumento de la presión arterial

Los refrescos pueden causar un aumento gradual de la presión arterial debido a sus elevadas cantidades de sodio y de cafeína. Asimismo, la cafeína en conjunto con el azúcar puede agravar el sistema digestivo causando inflamación, deshidratación y un desequilibrio en la flora bacteriana intestinal.

Además de esto, varios estudios indican que el consumo en exceso de fructosa, que es el azúcar presente en los refrescos, también es una de las principales causas de hipertensión arterial. 

6. Alteraciones en el cerebro

Este tipo de bebidas puede ocasionar alteraciones a nivel cerebral debido a su contenido de cafeína y debido a que estimulan diversas sustancias en el organismo que se han visto relacionadas con la demencia, incluyendo el Alzheimer. Además de esto, la cafeína también puede causar problemas de insomnio, agitación, temblores y dolor de cabeza.

Asimismo, los refrescos contienen otra sustancia llamada benzoato de sodio que también se ha relacionada con el deterioro de la memoria, la coordinación motora y con el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) en los niños.

7. Alteraciones en la flora intestinal

El consumo excesivo de alimentos ricos en azúcares, como los refrescos, pueden afectar el equilibrio de la microbiota intestinal, ocasionando disbiosis, favoreciendo el surgimiento de síntomas como gases intestinales, náuseas y mala digestión, por ejemplo. Conozca qué es la disbiosis, qué síntomas produce y cómo se trata.

8. Hígado graso

El consumo excesivo de refrescos aumenta el riesgo de padecer hígado graso no alcohólico, pues estos son ricos en grandes cantidades de jarabe de maíz con alto contenido de fructosa (JMAF), que eleva los triglicéridos y la glucosa en sangre de manera similar al azúcar blanco, aumentando el riesgo de padecer esta enfermedad hepática.

9. Cáncer

Por ser rico en azúcares, el consumo frecuente de refrescos aumenta el riesgo de padecer cáncer, inclusive en personas que se encuentran dentro de su peso ideal. Esto ocurre debido a que a que el individuo es más propenso a sufrir de obesidad y otras enfermedades como gastritis, reflujo, inflamación intestinal, hipertensión, diabetes, entre otras, las cuales aumentan el riesgo de padecer cáncer.

10. Aumentar el riesgo de enfermedades del corazón

La ingesta de refrescos está asociada con un aumento del azúcar en la sangre, de los triglicéridos y del colesterol LDL "malo", motivo por el cual se ha relacionado con un incremento en el riesgo de padecer enfermedades cardíacas. 

Vea cómo disminuir las ganas de comer dulce en el video a continuación:

5 pasos para controlar las ganas de comer dulces

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Por qué las embarazadas y los niños no deben consumirlos 

Durante el embarazo no se debe ingerir refrescos, debido a que este tipo de bebidas además de causar incomodidad abdominal por la formación de gases, contribuye al aumento de peso y puede provocar retención de líquidos. Los refrescos a base de cola, como Coca-Cola y Pepsi poseen mucha cafeína, que durante el embarazo no puede sobrepasar los 200 mg al día. Si la embarazada toma 2 tazas de café en un día, ya no puede ingerir más cafeína.

Los refrescos que tienen cafeína tampoco deben ser ingeridos durante la lactancia materna porque la cafeína pasa a la leche materna y puede provocar insomnio en el bebé.

En el caso de los niños, la soda puede afectar su crecimiento por la falta de calcio y su desarrollo mental, así como hay mayor riesgo de prevalencia de enfermedades como la obesidad y la diabetes. Los refrescos deben ser excluidos de la alimentación del bebé, pudiendo optarse por la ingesta de jugos de frutas naturales, además del agua, para mantener una ingestión de líquidos adecuada.

Cómo reemplazar los refrescos

Una forma de reemplazar los refrescos es a través del consumo de aguas saborizadas, las cuales se preparan con agua con gas y se le agregan frutas para darles sabor. Algunas frutas utilizadas son el limón, las fresas o las naranjas, por ejemplo, y al beberlas nos hace recordar el sabor del refresco. Vea algunas recetas de aguas saborizadas.

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