Qué es:
La criptosporidiosis es una enfermedad infecciosa causada por el parásito Cryptosporidium sp., que causa síntomas como dolor abdominal, náuseas, vómitos y diarrea, por ejemplo.
La principal especie causante de la enfermedad en humanos es el Cryptosporidium hominis, mientras que en los animales es más frecuente que se observe infección por Cryptosporidium parvum, sin embargo también puede infectar humanos.
La criptosporidiosis puede diagnosticarse por medio de un examen parasitológico de heces o biopsia de vellosidades gástricas, debiendo ser solicitado por el médico general o gastroenterólogo de acuerdo a los síntomas presentados
Principales síntomas
Los principales síntomas que pueden indicar criptosporidiosis son:
- Diarrea acuosa o con moco;
- Dolor en las articulaciones;
- Dolor abdominal;
- Pérdida de peso;
- Dolor de cabeza;
- Dolor en los ojos;
- Náuseas y vómito;
- Fiebre baja;
- Deshidratación.
Los síntomas duran en promedio 10 días y pueden variar de acuerdo a la edad, sistema inmune y la presencia de otras infecciones. Niños y personas con el sistema inmune comprometido como por ejemplo los portadores de VIH, tienen más posibilidades de infección por Cryptosporidium sp.
Cómo se contagia la criptosporidiosis
La infección por Cryptosporidium puede ocurrir por medio del contacto directo con personas infectadas, siendo común en ambientes con una gran concentración de personas, como guarderías y hospitales, por ejemplo, o por medio de contacto sexual, a pesar de que esta forma es más rara. Además, la infección también puede ocurrir por medio del contacto con animales que están eliminando los ooquistes por medio de las heces.
La infección por este parásito también puede presentarse por medio de la ingesta de alimentos o agua contaminados con heces que contienen ooquistes de Cryptosporidium. El contagio de este parásito también puede suceder debido al uso de piscinas o baños con poca higiene o restos de heces de personas, siendo esta forma de transmisión más frecuente en aquellos que asisten a piscinas públicas con malas condiciones de higiene.
La criptosporidiosis es una de las infecciones parasitarias más frecuentes en ambientes hospitalarios debido al hecho de que es un parásito oportunista, infectando principalmente a personas con el sistema inmune debilitado. Además, el ciclo de vida de este parásito es sencillo y corto, poca cantidad de este parásito es capaz de causar la enfermedad, habiendo liberación de estructuras ya maduras, que favorece los casos de autoinfección.
Ciclo de vida
El ciclo de vida del Cryptosporidium es corto, durante en promedio de 2 a 7 días. Los ooquistes entran en el organismo por medio del consumo de alimentos o agua contaminados o a través del contacto con personas infectadas o ambientes contaminados. En el organismo, el ooquiste libera esporozoitos, que parasitan el tracto gastrointestinal u otros tejidos, como el sistema respiratorio, por ejemplo.
A continuación, hay multiplicación y maduración del parásito, habiendo producción de dos tipos de oosquistes, uno con pared más gruesa, que normalmente se libera por medio de las heces, permitiendo el inicio del ciclo, y otro con pared más delgada, que normalmente se relaciona con la autoinfección.
Diagnóstico de criptosporidiosis
El diagnóstico de criptosporidiosis se realiza por medio de la búsqueda de ooquistes en la heces a través de un examen parasitológico o por medio de la búsqueda de estos en una biopsia intestinal o raspado de mucosa.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la criptosporidiosis se realiza con el objetivo de aliviar los síntomas, principalmente la diarrea y la deshidratación, por medio de la reposición de fluidos, por ejemplo, ya que los medicamentos para esta enfermedad aún están en fase de prueba.
Para evitar la infección por este parásito, es importante adoptar medidas profilácticas, como lavar los alimentos antes de prepararlos o consumirlos, cuidados especiales de higiene personal y con los utensilios usados, además de evitar el contacto con personas infectadas. Asimismo, debe lavarse las manos antes y después de cocinar, comer y después de ir al baño. Vea cómo lavarse las manos correctamente para evitar infecciones.