¿Qué es mejor paracetamol o ibuprofeno? diferencias y cuándo tomar

Evidencia científica

El paracetamol y el ibuprofeno son medicamentos recomendados para aliviar diversos tipos de dolor o fiebre; sin embargo, tienen propiedades, indicaciones, duración de acción y eficacia diferentes, por lo que deben ser utilizados bajo orientación médica.

Mientras que el paracetamol es un analgésico indicado para dolores leves a moderados, el ibuprofeno es un antiinflamatorio no esteroideo recomendado principalmente para dolores causados por inflamación. Vea cómo tomar el paracetamol con ibuprofeno.

Es importante consultar a un médico general o pediatra antes de comenzar el uso de paracetamol o ibuprofeno, ya que hay situaciones en las que estos medicamentos están contraindicados, como en personas con enfermedades del hígado o del corazón, por ejemplo

Mujer con su hija en el pediatra

Cuándo tomar paracetamol

El paracetamol, también conocido como acetaminofén, es un medicamento analgésico y antipirético indicado para el tratamiento del dolor de intensidad leve a moderada y de estados febriles.

  • Nombres comerciales: Tylenol, Tempra, Tafirol, Atamel, Dopagan, Supracalm, entre otros.
  • Indicaciones: aliviar el dolor de cabeza, dolor de espalda, dolor de muela, dolor muscular, dolor de garganta, dolor de oído, dolor postoperatorio, fiebre y a las molestias que acompañan a la gripe y al resfriado.
  • Dosis máxima por día: no se debe ingerir más de 4 gramos por día en una persona saludable sin problemas hepáticos, se aconseja tomar hasta 1 gramo cada 8 horas. 
  • Mecanismo de acción: el paracetamol reduce el dolor a través de la inhibición de la producción de prostaglandinas, que son sustancias que se liberan cuando existe dolor o lesiones. De esta forma, el cuerpo queda menos consciente de que está sintiendo dolor, generando sensación de alivio. No obstante, el paracetamol no inhibe las ciclooxigenasas en los tejidos periféricos, por lo que no posee actividad antiinflamatoria.
  • Posibles efectos secundarios: malestar, bajada de tensión y aumento de los niveles de las enzimas del hígado.

Es importante recalcar que si el dolor se mantiene durante más de 5 días, la fiebre más de 3 días o bien el dolor o la fiebre empeoran o aparecen otros síntomas, hay que interrumpir el tratamiento y consultar al médico.

Además, antes de utilizar el paracetamol se pueden buscar opciones más naturales para bajar la fiebre. Vea algunos tés que ayudan a bajar la fiebre naturalmente.

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Contraindicaciones

El paracetamol debe tomarse bajo indicación médica si presenta alguna enfermedad hepática, renal, pulmonar, cardíaca o anemia.

En el caso de personas que sufran de alcoholismo, solo deben consumir este medicamento bajo orientación médica ya que podría causar graves daños hepáticos. 

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Las mujeres embarazadas o en período de lactancia deben consultar a su médico tratante antes de ingerir paracetamol. Tampoco debe ser utilizado por personas con alergia al paracetamol o a los componentes del medicamento.

Cuándo tomar Ibuprofeno

El ibuprofeno es un medicamento antiinflamatorio no esteroideo (AINES) y es utilizado como antipirético, analgésico y antiinflamatorio.

  • Nombres comerciales: Brugesic, Motrin, Advil, Ibupirac, Espidifen, Neobrufen, entre otros.
  • Indicaciones: tratar la fiebre, aliviar el dolor de intensidad leve a moderada, incluyendo la migraña, dolor postoperatorio y después de alguna fractura; también puede ser utilizado para aliviar el dolor en enfermedades como la artritis, artrosis, espondilitis anquilosante y menstruación dolorosa.
  • Dosis máxima por día: No se debe tomar mas de 1600 mg de este medicamento por día, se recomienda ingerir hasta 400 mg cada 8 horas.
  • Mecanismo de acción: al igual que el paracetamol, el ibuprofeno también inhibe la síntesis de prostaglandinas, no obstante también lo hace a nivel periférico, lo que le da su potencial antiinflamatorio. 
  • Posibles efectos secundarios: cuando el ibuprofeno es usado por un tiempo prolongado puede ocasionar úlceras pépticas, hemorragias digestivas, perforaciones (en algunos casos mortales), especialmente en las personas de edad avanzada. También se han observado náuseas, vómitos, diarrea, flatulencia, estreñimiento, ardor de estómago, dolor abdominal, sangre en heces, aftas bucales, empeoramiento de colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn. Menos frecuentemente se ha observado la aparición de gastritis.

Debido a sus efectos en el tracto gastrointestinal, el ibuprofeno debe ser ingerido después de las comidas.

En caso que se deba tomar por más de 1 semana, el médico prescribirá un protector gástrico para evitar ocasionar estos trastornos.

Contraindicaciones

El ibuprofeno no debe ser ingerido por embarazadas y mujeres durante la lactancia materna sin consultar a su médico tratante.

Además, también está contraindicado en personas con dengue, enfermedades graves del hígado o de los riñones, insuficiencia cardíaca grave, en caso de haber padecido una úlcera o hemorragia en el estómago o a nivel intestinal o si se ha sufrido de una perforación del aparato digestivo.

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Tampoco debe ser usado si presenta vómitos con sangre, heces negras o diarrea con sangre, si padece trastornos hemorrágicos o de la coagulación sanguínea, o si está tomando medicamentos anticoagulantes y asma.

Además, se debe evitar la ingesta si es alérgico al ibuprofeno o a cualquier antiinflamatorio no esteroideo. Conozca algunos remedios naturales que pueden sustituir al ibuprofeno.

¿Se puede alternar paracetamol e ibuprofeno?

Alternar el uso de paracetamol e ibuprofeno no se recomienda para reducir la fiebre, ya que el efecto en la disminución de la fiebre o del malestar es mínimo al usar estos medicamentos de manera alternada.

Además, se deben tener en cuenta las indicaciones y contraindicaciones de estos fármacos y el estado de salud general de la persona.

En el caso de los niños, alternar paracetamol e ibuprofeno también puede dar lugar a errores en las dosis por parte de los padres o cuidadores, lo que podría resultar en intoxicación en el niño.

Lo ideal es llevar al niño al pediatra o consultar a un médico general en el caso de adultos, para que se realice una evaluación y se indique el mejor medicamento de manera individualizada, según el estado general de salud