El cuello hinchado puede deberse a infecciones o inflamaciones, como en el caso gripes, resfriados, mononucleosis infecciosa, otitis o amigdalitis, por ejemplo, lo que genera el aumento de tamaño de los ganglios presentes en el cuello, siendo también un signo indicativo de cáncer, como el linfoma.
Dependiendo de la causa, la hinchazón del cuello puede estar acompañada por otros síntomas como aumento de la temperatura en la zona, enrojecimiento, sensibilidad o dolor en los ganglios linfáticos al tocarlos, fiebre o pus.
Por lo tanto, es importante observar el progreso de la hinchazón, por lo que se debe acudir al médico cuando esto dura más de 3 días o surge acompañado de otros síntomas. De esta forma, el médico podrá realizar exámenes para identificar la causa de la hinchazón y así iniciar el tratamiento más idóneo.
Las principales causas del cuello hinchado son:
1. Infecciones virales
Las infecciones virales, como gripe, resfriado, mononucleosis infecciosa, dengue, Zika o citomegalovirus, pueden causar hinchazón en el cuello debido a la inflamación de los ganglios que forman un bulto o una bolita en la región del cuello, debido a la respuesta del sistema inmunológico para combatir las infecciones.
Estas bolitas pueden surgir en cualquier parte del cuello, y pueden estar asociadas a otros síntomas, como dolor de garganta, fiebre o malestar generalizado.
Qué hacer: se debe hacer reposo y aumentar la ingesta de líquidos, pues la hinchazón en el cuello normalmente desaparece cuando el virus es eliminado. En algunos casos, el médico puede recomendar el uso de analgésicos o antitérmicos, para ayudar a aliviar los síntomas. Conozca las principales infecciones causadas por los virus y cómo es realizado en tratamiento.
2. Infecciones bacterianas
Algunas infecciones bacterianas, como otitis, amigdalitis, sinusitis o faringitis, por ejemplo, pueden llevar al surgimiento de bolitas atrás de la oreja, mandíbula o nuca, generando la hinchazón del cuello.
Estas infecciones normalmente están acompañadas de otros síntomas, como fiebre, dolor en la garganta, dificultad para tragar, dolor de oído, tos, dolor en el rostro, inclusive pus en la garganta o en el oído, por ejemplo.
Qué hacer: el tratamiento de las infecciones bacterianas debe ser realizado bajo orientación del médico clínico general u otorrinolaringólogo, siendo indicado el uso de antibióticos, lo que varía de acuerdo con el tipo de infección. Vea cómo es realizado el tratamiento de la sinusitis, otitis, amigdalitis y faringitis.
3. Inflamación de los ganglios linfáticos
La inflamación de los ganglios linfáticos en el cuello, también conocidos como linfonodos, puede llevar al surgimiento de bultos pequeños en la parte de la garganta, además de dolor, enrojecimiento, sensibilidad en la piel y fiebre.
La inflamación de los ganglios linfáticos, también llamada adenitis o linfadenitis cervical, generalmente indican una inflamación o infección en la región, pudiendo también surgir debido a enfermedades autoinmunes, uso de medicamentos o por cáncer de cabeza, de cuello o linfoma, por ejemplo.
Qué hacer: el tratamiento debe ser realizado bajo orientación de un médico clínico general, de acuerdo con la causa de la inflamación en el linfodo, pudiendo ser indicado el uso de medicamentos antiinflamatorios, antibióticos, antivirales, corticoides o terapia biológica, por ejemplo, En el caso de que esta inflamación sea causada por cáncer, puede ser recomendada la remoción quirúrgica de los ganglios o del tumor que está provocando esta hinchazón, además de realizar secciones de quimioterapia o radioterapia
4. Problemas en la tiroides
Algunas alteraciones en la tiroides ocasionan la hinchazón del cuello, principalmente el bocio, que se caracteriza por el aumento de tamaño de la glándula tiroides como una forma de compensar la producción de hormonas tiroideas debido al hipo o hipertiroidismo, por ejemplo.
Qué hacer: en caso de que se sospeche de problemas en la tiroides, es importante acudir al endocrinólogo para que sean llevados a cabo exámenes de imagen y de laboratorio que puedan confirmar el diagnóstico. El tratamiento es realizado de acuerdo con la causa del bocio y puede ser indicada la administración de yodo o de la reposición hormonal. Conozca otras enfermedades relacionadas con la tiroides.
5. Paperas
Las paperas, afección científicamente conocida como parotiditis, es una enfermedad infecciosa causada por un virus que se aloja en las glándulas salivales, lo que promueve la hinchazón del rostro y, principalmente, de la parte lateral del cuello.
Qué hacer: la mejor forma de prevenir las paperas es mediante la administración de la vacuna triple vírica, la cual protege contra la parotiditis, el sarampión y la rubéola, y debe ser aplicada en el primer año de vida. No obstante, en caso de que el niño no haya sido vacunado, es importante desinfectar objetos contaminados con secreciones de garganta, boca y nariz, y evitar el contacto del niño con otras personas que puedan tener la enfermedad.
El tratamiento de las paperas es realizado con el objetivo de aliviar los síntomas, recomendándose reposo y uso de medicamentos para aliviar las molestias, como el paracetamol o el ibuprofeno, por ejemplo. Conozca cómo es realizado el tratamiento de las paperas.
6. Enfermedades autoinmunes
Las enfermedades autoinmunes, como lupus o artritis reumatoide, afectan gravemente el sistema inmune, y es por eso que las células de defensa pueden acumularse en los ganglios linfáticos, provocando inflamación y el surgimiento de bultos o bolas en la región de la garganta, generando hinchazón en el cuello.
En estos casos, los bultos pueden aparecer en varias partes del cuerpo, además del cuello, y también es común el surgimiento de otros síntomas, como dolor muscular, náuseas, vómitos y sudores nocturnos.
Qué hacer: en caso de que exista sospecha de tener una enfermedad autoinmune, es aconsejado consultar a un médico general para realizar exámenes e iniciar el tratamiento más adecuado de ser necesario.
7. Tuberculosis ganglionar
La tuberculosis ganglionar es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis, pudiendo provocar el surgimiento de bultos en el cuello o tórax, el cual puede estar presente también en la nuca, axilas o ingle.
Este tipo de tuberculosis es más común en personas que tienen la infección del virus del HIV y en mujeres con edad entre los 20 a 40 años. Conozca más sobre la tuberculosis ganglionar y cómo es realizado el tratamiento.
Qué hacer: en este caso, se debe consultar a un neumólogo, infectólogo o médico general, el cual puede indicar el uso de antibióticos, como rifampicina, isoniazida o pirazinamida, para ser ingerido durante un periodo mínimo de 6 meses.
8. Síndrome de Cushing
El síndrome de Cushing es una enfermedad endocrina que se caracteriza por el aumento de la concentración de cortisol en la sangre, lo que hace que haya un incremento rápido de peso y acumulación de grasa en la región abdominal y en el rostro, generando hinchazón en el cuello.
Este síndrome puede ser causado por el uso prolongado y en dosis elevadas de medicamentos corticoides o por un tumor en la glándula pituitaria. Conozca qué es el síndrome de Cushing y sus principales causas.
Qué hacer: es importante acudir al médico general o endocrinólogo para que sea realizado el diagnóstico y, de esta forma, sea iniciado el tratamiento. Este varía de acuerdo con la causa de la enfermedad: en el caso de uso prolongado de corticosteroides, la recomendación es suspender el tratamiento; y en caso de que la enfermedad sea el resultado de un tumor hipofisario, puede ser indicada la realización de cirugía para remover el tumor y, además, quimioterapia o radioterapia.
9. Celulitis bacteriana
La celulitis es una infección de la piel que puede ser causada por bacterias del género Staphylococcus o Streptococcus, que infectan una región específica de la misma, como la piel del cuello, por ejemplo. Esta enfermedad puede surgir luego de ciertas lesiones, como una herida o una picada de insecto.
Este tipo de infección normalmente causa síntomas de inflamación, como hinchazón, dolor, calor y enrojecimiento de la zona, además de fiebre, temblores y debilidad.
Qué hacer: el tratamiento para la celulitis bacteriana es orientado por el médico general o infectólogo, con el uso de antibióticos en la forma de comprimidos o por vía intravenosa. Conozca más sobre el tratamiento de la celulitis bacteriana.
10. Linfoma
El bulto en la nuca puede surgir debido a un linfoma, que es un tipo de cáncer de los linfonodos, llevando al surgimiento de bolas en el cuello, que no disminuye después de 1 a 2 meses y no deja de crecer.
Generalmente, en este tipo de cáncer también pueden estar presentes otros síntomas, como fiebre, sudores nocturnos, cansancio excesivo y pérdida de peso sin motivo aparente. Conozca más síntomas de linfoma.
Qué hacer: se debe consultar a un médico general, hematólogo u oncólogo, para que sean realizados los exámenes de sangre, tomografía o PET-CT, por ejemplo, para identificar el tipo de linfoma e iniciar el tratamiento más adecuado, que generalmente es realizado con quimioterapia o radioterapia. Conozca todas las opciones de tratamiento del linfoma.