Después de una cirugía son importantes algunos cuidados como cambiarse los apósitos, mantenerse de reposo y mantener una alimentación adecuada para reducir el tiempo de hospitalización, facilitar la recuperación y evitar el riesgo de complicaciones como infecciones o trombosis, por ejemplo.
Cuando la recuperación se realiza en casa, es importante saber cómo y cuándo se deben hacer las curaciones de la herida, cómo debe ser la alimentación, el reposo y el regreso a las actividades de la vida diaria, como el trabajo y ejercicio, ya que, generalmente, estos cuidados varían de acuerdo a la cirugía realizada.
Además, las consultas con el médico deben realizarse conforme a las indicaciones dadas al alta hospitalaria y ante cualquier síntoma de dolor que no mejore con medicamentos, fiebre o falta de aire, por ejemplo.
Principales cuidados
Algunos cuidados postoperatorios que se deben seguir son:
1. Cambios de apósitos
Los apósitos protegen a la herida de la cirugía de infecciones y debe ser cambiado, de preferencia, en la clínica o en el hospital, de acuerdo con la indicación del médico o enfermero. Existen varios tipos de apósitos, y sus indicaciones y el tiempo que deben permanecer en la herida dependen del tipo de cirugía o tamaño de la herida, por ejemplo. Sin embargo, en caso de que no sea posible, conozca cómo realizar el cambio de apósito en casa.
De forma general, se debe lavar bien las manos con agua y jabón antes de cambiar el apósito para evitar la contaminación y el riesgo de infección de la herida quirúrgica. Además, es importante verificar siempre si el apósito está sucio, si la herida tiene mal olor o libera pus, ya que estos son signos de infección, y en ese caso se debe acudir a la clínica de salud o al servicio de urgencias para recibir apoyo médico.
Además, si el apósito no fuera impermeable, es importante no mojarlo durante el baño, protegiéndolo del agua, ya que esta puede causar infección en la herida si entran en contacto.
2. Reposo
Generalmente, después de una cirugía, se recomienda el reposo para una correcta cicatrización del tejido y evitar que los puntos de la herida se salgan y la se abra, por lo que el médico indicará el tiempo que deberá tener de reposo el paciente, de acuerdo con el tipo de cirugía realizado.
En cirugías menos invasivas, como laparoscopia, el tiempo de recuperación es más rápido y el médico puede permitir un reposo alternando caminatas cortas y leves por la casa para ayudar a eliminar los gases de la cirugía y ayudar a la circulación sanguínea, reduciendo el riesgo de complicaciones como trombosis. Conozca cómo evitar la trombosis después de una cirugía.
Además, es importante respetar el tiempo de recuperación y no realizar esfuerzos, levantar peso, subir escaleras, conducir, tener relaciones sexuales o hacer ejercicio físico hasta recibir el alta médica. Sin embargo, en caso de tener que estar más de 3 días de reposo en la cama, debe realizar ejercicios respiratorios para prevenir infecciones en el pulmón.
Normalmente, después de un mes de la cirugía, ya se puede regresar a las actividades, como trabajar, conducir, tener relaciones sexuales y realizar ejercicios leves, como caminatas. En el caso de ejercicios más intensos, como jugar fútbol, andar en bicicleta, nadar, levantar pesas u otros ejercicios de gimnasio, generalmente pueden retomarse 3 meses después de la cirugía, por lo que el médico es quien debe valorar e indicar cuándo regresar a las actividades.
3. Alimentación
La alimentación en el posoperatorio es importante para la recuperación, por lo que debe seguir la recomendación médica que puede variar de acuerdo al tipo de cirugía realizada. En algunas cirugías, el médico puede recomendar una dieta específica durante la recuperación o para toda la vida, por lo que en estos casos es fundamental consultar a un nutriólogo.
De forma general, después de cualquier cirugía, debido a los efectos de la anestesia, se debe llevar una dieta líquida por lo menos en la primeras 24 horas, y después de este período, una dieta blanda, que es baja en fibras para facilitar la digestión y tolerar mejor los alimentos. Una buena opción es comer una sopa de verduras licuada o un jugo de frutas natural con galletas tipo cracker, por ejemplo.
Durante las primeras semanas del posoperatorio, se debe optar por alimentos que ayuden a la cicatrización o que tengan propiedades antiinflamatorias para facilitar la recuperación como carnes magras, brócoli y frutas ricas en vitamina C, como naranja, fresa, piña o kiwi, por ejemplo. Vea una lista completa de alimentos que ayudan a la cicatrización.
Después de un procedimiento quirúrgico, se deben evitar algunos alimentos como frituras, alimentos grasosos, condimentados, embutidos, alimentos enlatados, dulces, café, refrescos o bebidas alcohólicas, ya que dificultan la circulación sanguínea y retrasan el proceso de cicatrización.
Otra recomendación muy importante es beber bastante agua después del alta médica, ya que mejora la función del cuerpo, ayuda a la recuperación y disminuye la hinchazón que puede haber después de la cirugía.
4. Bañarse con cuidado
El baño después de una cirugía debe realizarse con cuidado, ya que en algunos casos no se puede quitar ni mojar el apósito para que no haya contaminación de la herida quirúrgica, que puede causar infección o dificultar la cicatrización, y perjudicar la recuperación.
Cuando se recibe el alta médica, el baño en casa debe ser realizado en la regadera, con agua tibia y sentado para que no haya riesgo de mareos y caídas. En las primeras semanas, puede ser necesaria la ayuda de un acompañante o cuidador, ya que lavarse el cabello y la zona íntima puede exigir esfuerzo y causar la abertura de las suturas, por ejemplo, lo cual no debe suceder para que se tenga una buena recuperación.
Después del baño se recomienda utilizar una toalla limpia y suave, además de una para uso exclusivo de la zona en donde se realizó la cirugía, haciendo un cambio de toalla cada vez que se bañe, para reducir el riesgo de contaminación e infección de la herida. Es importante no frotar la zona tratada, por lo que se debe solo secar levemente.
5. Levantarse de la cama correctamente
La forma correcta de levantarse de la cama ayuda a prevenir lesiones, dolor y a evitar el esfuerzo excesivo que puede causar abertura de las suturas y perjudicar la cicatrización y recuperación posoperatoria.
Para levantarse de la cama se debe pedir ayuda al cuidador, en caso de ser posible, con mucho cuidado se debe voltear de lado y utilizar los brazos para apoyarse y sentarse en la cama durante 5 minutos antes de levantarse y caminar. Es importante sentarse siempre en la cama durante este tiempo, ya que puede haber mareos, lo cual es normal cuando se está por largo tiempo acostado.
6. Tomar los medicamentos en los horarios indicados
Después de una cirugía, es común tomar algunos medicamentos como analgésicos o antibióticos, por ejemplo, para controlar síntomas de dolor o evitar complicaciones como infecciones que pueden perjudicar la recuperación. Esos medicamentos deben tomarse siempre en los horarios estipulados por el médico para garantizar su eficacia.
Los medicamentos para el dolor prescritos por el médico, suelen ser antiinflamatorios como el ibuprofeno o diclofenaco, analgésicos como el paracetamol o dipirona, por ejemplo. Dependiendo de la severidad de los síntomas, medicamentos más fuertes como el tramadol, codeína o morfina pueden ser prescritos por el médico en casos más graves de dolor. El control del dolor es muy importante, ya que reduce el tiempo de hospitalización, permite una mejor movilización del cuerpo, lo cual facilita y disminuye el tiempo de recuperación.
Ademas, en algunos casos, el médico puede prescribir antibióticos para evitar infecciones que pueden perjudicar la recuperación. Los antibióticos deben ser siempre tomados en los horarios indicados por el médico y acompañados de un vaso de agua.
Cuándo acudir al médico
Es importante consultar al médico inmediatamente o acudir al servicio de urgencias más cercano en caso de presentar síntomas como:
- Dolor que no cede con medicamentos;
- Fiebre superior a los 38ºC;
- Escalofríos;
- Diarrea;
- Malestar;
- Falta de aire;
- Dolor severo o enrojecimiento en las piernas;
- Náuseas y vómitos que no ceden;
- Abertura de las suturas de la herida;
- Manchas de sangre u pus en el apósito.
Además, se debe estar atento a síntomas como hinchazón o dolor fuerte en el abdomen, o sensación de dolor o ardor al orinar. En caso de presentar estos síntomas se debe entrar en contacto con el médico inmediatamente o acudir al servicio de urgencias lo antes posible.