La falta de vitamina C es una condición que puede originarse por una ingesta insuficiente o por dificultades en la absorción de este nutriente. Esto puede generar síntomas como cansancio, malestar general, pérdida del apetito, palidez y mareos.
Cuando la deficiencia de vitamina C se vuelve crónica, puede derivar en una enfermedad conocida como escorbuto, que se caracteriza por síntomas como sangrado en las encías, pérdida de dientes y aparición de manchas moradas en la piel, entre otros.
Lea también: Escorbuto: qué es, síntomas y qué es bueno para tratarlo tuasaude.com/es/escorbutoEl tratamiento para la carencia de vitamina C debe ser indicado por un nutricionista o médico. Este puede incluir una dieta rica en alimentos que contengan este nutriente y, en algunos casos, el uso de suplementos orales.

Síntomas de falta de vitamina C
Los síntomas de la deficiencia de vitamina C son:
- Cansancio.
- Malestar general.
- Pérdida del apetito.
- Palidez en la piel, los labios y los ojos.
- Mareos.
Además, también puede causar sangrado en las encías, debilitamiento y pérdida de dientes, aparición de manchas moradas en la piel y dificultad para cicatrizar heridas, entre otros, principalmente cuando la deficiencia de vitamina C se agrava.
Qué provoca la falta de vitamina C
La falta crónica y persistente de vitamina C en el organismo puede provocar una condición grave conocida como escorbuto.
Cómo confirmar el diagnóstico
El diagnóstico de la deficiencia de vitamina C lo realiza un nutricionista o un médico general mediante un examen físico y la evaluación del historial alimentario y de salud de la persona.
Para confirmar el diagnóstico, el nutricionista o médico puede solicitar un análisis de sangre, como un hemograma completo y la medición de los niveles plasmáticos de vitamina C.
Principales causas
La deficiencia de vitamina C se debe principalmente a una ingesta insuficiente de este nutriente.
Además, puede surgir por condiciones que disminuyen su absorción, como desnutrición, tabaquismo, cirugía bariátrica, hemodiálisis, alcoholismo, enfermedad inflamatoria intestinal y enfermedad celíaca, entre otras.
Asimismo, factores como el embarazo, la lactancia, quemaduras graves, diabetes tipo 1 y diarrea pueden aumentar las necesidades o causar la pérdida de este nutriente, incrementando el riesgo de desarrollar una deficiencia de vitamina C.
Cómo se realiza el tratamiento
Los tratamientos indicados para la falta de vitamina C son:
1. Dieta
Para tratar la deficiencia de vitamina C, el nutricionista puede recomendar una dieta saludable y variada que incluya alimentos ricos en este nutriente, como anacardo, acerola, naranja, limón, pimiento y rúcula, entre otros.
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En casos de escorbuto, el nutricionista o médico también pueden recomendar el uso de suplementos de vitamina C. Las dosis sugeridas suelen variar entre 300 mg al día para niños y 500 a 1000 mg al día para adultos.
El uso de suplementos puede prolongarse durante 1 a 3 meses, o hasta que se observe una mejora en los signos y síntomas clínicos.
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