En la semana 26 de gestación, el bebé ya tiene todas las células del cerebro formadas y, aunque aún no estén todas conectadas, el bebé comienza a desarrollar el reflejo de sobresalto, moviendo la cabeza hacia atrás, estirando las piernas y abriendo los brazos.
Además, los intestinos ya están formados, produciendo enzimas para la digestión de azúcares, proteínas y grasas, y también absorben los nutrientes del líquido amniótico.
Durante esta semana, algunas mujeres pueden experimentar contracciones de Braxton-Hicks, que son contracciones de entrenamiento y se consideran normales en el segundo y tercer trimestre del embarazo. Además, los síntomas de reflujo o acidez, dolor de espalda o calambres en las piernas pueden persistir, y también puede aparecer dolor en las costillas.
Desarrollo del bebé
En la semana 26 de gestación, los principales hitos en el desarrollo son:
- Los intestinos continúan creciendo y desarrollándose, absorbiendo nutrientes del líquido amniótico y produciendo enzimas para la digestión de azúcares, proteínas y grasas;
- Los ojos del bebé ya están completamente formados, aunque aún no puede ver muy bien ni enfocar un objeto. La mayoría de los bebés nacen con ojos más claros, y con el paso de los días, van oscureciendo hasta alcanzar el color normal;
- El bebé es capaz de escuchar con mayor claridad los sonidos, distinguiendo diferentes voces y respondiendo con movimientos a esos sonidos;
- La piel del bebé deja de ser translúcida y se nota una fina capa de grasa debajo de la piel;
- Si es un niño, los testículos comienzan a descender hacia el escroto, aunque a veces algunos bebés nacen con uno de los testículos aún dentro de la cavidad abdominal;
- Si es una niña, es posible que ya tenga todos los óvulos debidamente formados dentro de los ovarios.
En esta semana de gestación, todas las células del cerebro del bebé ya están formadas, aunque no todas están conectadas. Sin embargo, el bebé comienza a desarrollar el reflejo de Moro, también llamado reflejo de sobresalto, que son movimientos en los que el bebé mueve la cabeza hacia atrás, estira las piernas y abre los brazos.
Tamaño y peso del bebé
El tamaño del feto con 26 semanas de gestación es de alrededor de 34 centímetros, medidos de la cabeza a los pies, y alrededor de 23,4 centímetros de la cabeza a los glúteos, siendo equivalente al tamaño de una lechuga americana.
El peso del bebé esta semana es de 900 g aproximadamente.
Cambios en el cuerpo de la mujer
En la 26.ª semana de embarazo, ciertas mujeres pueden continuar sintiendo las contracciones de Braxton-Hicks, también llamadas contracciones de entrenamiento o falsas contracciones, que son leves y consideradas normales en el segundo y el tercer trimestre de gestación. Estas contracciones pueden hacer que el vientre se sienta más duro en algunos momentos del día, debido a la contracción y relajación de los músculos del útero, preparándolo para el futuro parto.
En esta etapa de la gestación, los síntomas de reflujo o acidez, dolor en la espalda, calambres en las piernas e hinchazón en los pies y en las piernas pueden continuar, y puede surgir dolor en las costillas debido al crecimiento del útero y a la posición del bebé en el vientre, que puede comprimir las costillas.
Cuidados durante la 26.ª semana
En la 26.ª semana de embarazo, ciertos cuidados son importantes para ayudar a aliviar las molestias que pueden surgir, tales como:
- Contracciones de Braxton-Hicks: mover el cuerpo, cambiar de posición, beber más agua o tomar un baño tibio pueden ayudar a aliviar las molestias causadas por las contracciones. No obstante, si la contracción es muy fuerte, muy frecuente o está acompañada de otros síntomas como dolor en la espalda, sangrado vaginal o flujo líquido, se debe buscar ayuda médica de inmediato, pues la mujer puede haber entrado en trabajo de parto. Vea cómo identificar los signos del trabajo de parto;
- Reflujo o acidez: evitar acostarse luego de comer, comer en intervalos menores de 2 a 3 horas y en pequeñas cantidades, evitar ingerir comidas con pimienta, muy condimentadas o frituras pueden ayudar a aliviar esta molestia. Vea otros consejos acerca de cómo aliviar el reflujo y la acidez en la gestación;
- Dolor en la espalda: no permanecer mucho tiempo de pie y evitar cruzar las piernas al sentarse, usar una faja de maternidad para conferir soporte al vientre y a la espalda pueden ayudar a mejorar este dolor. Asimismo, es importante llevar a cabo ejercicios para estirar y fortalecer la musculatura de la espalda y de la pelvis, como yoga o pilates, por ejemplo. Conozca los mejores ejercicios para practicar durante el embarazo;
- Calambre en las piernas: masajear la pantorrilla, aplicar compresas calientes o utilizar suplementos como calcio, magnesio o vitamina B, recomendados por el médico, pueden ayudar a disminuir los calambres;
- Hinchazón de las piernas y pies: mantener el cuerpo hidratado, tomando al menos 8 vasos de agua al día, sentarse o acostarse con los pies hacia arriba siempre que sea posible y hacer ejercicios físicos recomendados por el médico pueden ayudar a mejorar la circulación y disminuir las molestias de la hinchazón. Sin embargo, si la hinchazón no mejora, comienza de forma repentina o surge hinchazón de las manos y del rostro, se debe buscar ayuda médica inmediatamente, pues puede ser un signo de preeclampsia. Vea más sobre la preeclampsia y cómo es realizado el tratamiento;
- Dolor en las costillas: cambiar de posición para sentirse más cómoda, usar almohadas extras al sentarse o acostarse o presionar suavemente el abdomen para que el bebé modifique su posición en el vientre pueden contribuir al alivio de esta molestia. No obstante, si el dolor en las costillas está acompañado de otros síntomas como falta de aire, dificultad para respirar, respiración rápida o hiperventilación o dolor en el pecho, se debe buscar ayuda médica lo antes posible.
Durante toda la gestación, es importante seguir las recomendaciones médicas, tomar los suplementos vitamínicos y el ácido fólico, además de acudir a las consultas prenatales según las indicaciones del obstetra.
Asimismo, se deben realizar actividades físicas como natación, hidrogimnasia, caminata o yoga y tener una alimentación balanceada y nutritiva para garantizar el buen funcionamiento del intestino, controlar el aumento del peso y proporcionar los nutrientes necesarios para el desarrollo saludable del bebé.
Vea más sobre cómo debe ser la alimentación en el embarazo.
Principales exámenes
En la 26.ª semana de embarazo, se pueden llevar a cabo las pruebas de sangre solicitadas por el médico, como hemograma y orina, con el objetivo de llevar los resultados en la próxima consulta prenatal, que debe ser realizada hasta el final de la 27.ª semana de gestación.
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