En la semana 37 de gestación el bebé continúa creciendo y acumulando grasa sobre la piel que servirá para regular la temperatura del cuerpo fuera del útero después del nacimiento. Los reflejos de succión y deglución están cada vez más desarrollados, preparando al bebé para la futura amamantación.
Durante esta fase de la gestación, el líquido amniótico ingerido por el bebé continúa siendo absorbido por el intestino, formando el meconio, que son las primeras heces del bebé al nacer.
En esta semana, la mujer puede continuar teniendo síntomas de ganas frecuentes de orinar, contracciones de Braxton-Hicks o hinchazón en las manos o pies. Además, puede presentar flujo vaginal, que es la expulsión del tapón mucoso, el cual es considerado normal y que no necesariamente indica que el trabajo de parto comenzará, pudiendo llegar a tardar hasta 3 semanas para que esto suceda, aunque es importante estar atenta a los signos que indiquen el inicio del trabajo de parto.
En esta fase, es importante que la mujer tenga todo listo para ir al hospital y también para prepararse para la futura lactancia. Vea cómo prepararse para amamantar.
Desarrollo del bebé
En la semana 37 de embarazo las principales características en el desarrollo del bebé son:
- El bebé sigue acumulando grasa en la piel, llamada grasa parda, que será utilizada para regular la temperatura corporal fuera del útero, después del nacimiento;
- Los movimientos de succión y deglución están cada vez más desarrollados, que serán de utilidad para la lactancia, alcanzando su madurez plena alrededor de la semana 38 de embarazo;
- El intestino continúa absorbiendo nutrientes del líquido amniótico ingerido por el bebé y almacena meconio, que serán sus primeras heces, las cuales se forman desde las 12 semanas, hasta el nacimiento.
En esta etapa del embarazo, se espera que el bebé esté en la posición de nacimiento, boca abajo, llamada posición cefálica. Si no está en esta posición, el obstetra puede realizar una versión cefálica externa, que consiste en girar al bebé mediante maniobras específicas sobre el vientre de la gestante.
A partir de esta semana, si el bebé nace será considerado un bebé a término y no un bebé prematuro.
Lea también: Bebé prematuro: desarrollo, cuidados y alimentación tuasaude.com/es/bebe-prematuroTamaño y peso del bebé
El tamaño del feto con 37 semanas de gestación es de alrededor de 48,5 centímetros medidos de la cabeza a los pies y alrededor de 33,8 centímetros de la cabeza hasta los glúteos, siendo equivalente al tamaño de una calabaza china.
El peso del bebé esta semana es de 3,2 Kg aproximadamente.
Cambios en el cuerpo de la mujer
En la semana 37 del embarazo, el cuello del útero comienza a prepararse para el parto y la mujer puede presentar flujo vaginal con puntitos de sangre, llamado tapón mucoso, que tiene una consistencia gelatinosa y el color puede variar desde transparente hasta café rojizo.
La salida del tapón mucoso se considera normal y no indica necesariamente que el trabajo de parto va a comenzar, pudiendo llegar a tardar hasta 3 semanas para que esto suceda. Conozca más sobre qué es el tapón mucoso y cómo identificar los signos del parto.
Durante esta semana de gestación, la mujer puede continuar teniendo contracciones de Braxton-Hicks, hinchazón en las piernas o pies o ganas frecuentes de orinar, además de otros síntomas como dolor pélvico, sensación de falta de aire, dificultad para dormir e insomnio.
Cuidados durante la 37ª semana
En la semana 37 de gestación, algunos cuidados son importantes para ayudar a aliviar los malestares que pueden surgir como:
- Flujo vaginal (tapón mucoso): aunque perder el tapón mucoso sea una señal de que el cuerpo está preparado para el trabajo de parto, esto no indica necesariamente que el parto está por llegar, pudiendo demorar horas, días e incluso hasta 3 semanas para que esto ocurra, pero debe ser siempre comunicado al médico cuando presente este tipo de flujo vaginal. En el caso de sangrado intenso, contracciones frecuentes y regulares, rotura de la bolsa amniótica o disminución o ausencia de movimientos fetales, se debe entrar en contacto con el médico inmediatamente y acudir al hospital más cercano. Vea cómo identificar los signos de trabajo de parto;
- Contracciones de Braxton-Hicks: beber un vaso de agua, hacer ejercicios de relajación o de respiración profunda, o tomar un baño tibio por hasta 30 minutos, pueden ayudar a aliviar el malestar de las contracciones. Además, se recomienda mover el cuerpo, cambiar de posición, hacer una caminata leve o descansar en caso de que la mujer haya estado muy activa cuando las contracciones iniciaron. Sin embargo, en caso de que las contracciones sean muy fuertes o se acompañen de otros síntomas como dolor en la espalda, sangrado vaginal o flujo líquido, se debe procurar ayuda médica de inmediato, ya que puede haber entrado en trabajo de parto;
- Hinchazón en las piernas o en los pies: no permanecer mucho tiempo de pie, colocar los pies en un nivel más alto que el cuerpo y apoyarlos en caso de estar sentada, ayudan a mejorar la circulación sanguínea de las piernas y a evitar la hinchazón de las piernas y pies, Además, practicar ejercicio físico regular como caminar o nadar, de acuerdo a la orientación del médico, pueden ayudar a disminuir esta molestia. Sin embargo, en caso de que la hinchazón no mejore, comience de forma súbita o haya hinchazón en las manos y cara, debe acudir con el médico de inmediato, ya que puede ser señal de preeclampsia. Conozca más sobre la preeclampsia y su tratamiento.
- Ganas frecuentes de orinar: no aguantarse las ganas de orinar, ya que la orina retenida en la vejiga puede aumentar el riesgo de infección urinaria. Además, a pesar del aumento de la frecuencia urinaria debido al peso del útero sobre la vejiga, la mujer no debe reducir la ingesta de agua, ya que la deshidratación aumenta el riesgo de parto prematuro;
- Dolor pélvico: tomar un baño tibio o usar una faja de embarazo para darle soporte al vientre, pueden ayudar a mejorar el malestar. Sin embargo, en caso de que el dolor no mejore o haya fiebre, se debe entrar en contacto con el médico inmediatamente;
- Sensación de falta de aire: se debe cambiar de posición intentando permanecer los más recta posible para darle un poco más de espacio a los pulmones para que se expandan, además de procurar dormir del lado izquierdo, ya que esto ayuda a mejorar la circulación y el malestar. Sin embargo, en caso de que haya una intensa falta de aire, dificultad para respirar, respiración rápida o jadeante, dolor en el pecho, labios o dedos azulados o adormecimiento en las manos o pies, se debe buscar ayuda médica lo antes posible o acudir al servicio de urgencias más cercano;
- Dificultad para dormir o insomnio: dormir con una almohada o cojín entre las piernas recostada de lado o en una posición en que la mujer se sienta cómoda ayudan a reducir el malestar que dificulta el sueño. Además, es importante crear una rutina del sueño, un ambiente tranquilo y cómodo para dormir, y evitar dormir durante el día para no dificultar el sueño nocturno.
Durante toda la gestación, es importante seguir las recomendaciones médicas, acudir a las consultas prenatales, tomar ácido fólico o suplementos y realizar actividad física recomendada por el obstetra, ya que permiten un mejor control del peso, mejoran la calidad del sueño y fortalecen los músculos.
Además, se debe beber por lo menos 8 vasos de agua al día y llevar una alimentación nutritiva y balanceada que incluya frutas, legumbres y verduras frescas para garantizar la disposición de nutrientes esenciales para el desarrollo del bebé y ayudar a controlar el aumento de peso durante el embarazo. Vea cómo debe ser la alimentación durante el embarazo.
Principales exámenes
Durante la semana 37 de gestación, la mujer debe acudir a otra consulta prenatal para que el obstetra pueda evaluar su presión arterial, el peso, altura del útero, posición del bebé, latidos cardíacos y movimientos del feto, por ejemplo. Conozca más sobre las consultas prenatales.
Vea en qué mes del embarazo se encuentra introduciendo sus dato a continuación: