El desprendimiento ovular es la acumulación de sangre entre la placenta y el útero debido al desprendimiento del óvulo fecundado de la pared del útero. Esta situación puede suceder durante el primer trimestre de embarazo.
En la mayoría de los casos, el desprendimiento ovular, conocido también como hematoma subcoriónico o retrocorial, no produce síntomas, ya que desaparece a lo largo de la gestación, pero algunas mujeres pueden presentar cólicos abdominales y sangrado, siendo importante consultar al médico.
En caso de que haya sospecha de desprendimiento ovular, el ginecólogo puede recomendar la realización de exámenes de imagen para confirmar el diagnóstico y, de esta forma, se inicie el tratamiento más adecuado para prevenir complicaciones, como parto prematuro o aborto.
Principales síntomas
Los principales síntomas de desprendimiento ovular son:
- Dolor abdominal;
- Sangrado vaginal;
- Sensación de contracciones en el abdomen.
Sin embargo, el desprendimiento ovular no suele causar signos o síntomas, siendo apenas identificado a través de un ultrasonido, que normalmente es indicado durante el acompañamiento del embarazo.
¿El desprendimiento ovular es grave?
En algunos casos, el desprendimiento ovular puede ser grave, aumentando el riesgo de complicaciones, como aborto espontáneo, parto prematuro y desprendimiento de la placenta, principalmente cuando el hematoma es grande o surge al inicio del embarazo.
Cómo confirmar el diagnóstico
El diagnóstico de desprendimiento ovular se realiza por parte del obstetra, teniendo en cuenta los síntomas, cuando están presentes, y los resultados de exámenes de imagen como el ultrasonido, que puede mostrar la presencia de un hematoma en el útero.
En caso de sangrado vaginal durante el embarazo, se recomienda acudir a una unidad de emergencia obstétrica para una evaluación, ya que podría ser indicativo de un aborto, especialmente si ocurre antes de las 20 semanas de embarazo. Conozca otras causas de sangrado y cólicos en el embarazo.
Posibles causas
Aún no se conoce la causa exacta del desprendimiento ovular. Sin embargo, el desprendimiento es más común en casos de malformaciones en la pared del útero, antecedentes de abortos espontáneos e infecciones uterinas.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento del desprendimiento ovular depende del tamaño del hematoma, la edad de la madre y la etapa del embarazo. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el desprendimiento no requiere un tratamiento específico y el hematoma tiende a desaparecer entre 1 y 2 semanas.
Durante este período, el tratamiento del desprendimiento ovular se realiza normalmente con reposo y seguimiento regular por parte del obstetra. Es común que el médico indique repetir la ecografía en varias ocasiones para verificar el tamaño del hematoma y la salud del bebé.
Además de esto, durante el tratamiento médico también podrá indicar otros cuidados que la embarazada debe tener para que el hematoma no aumente, debiendo:
- Evitar tener contacto íntimo;
- Evitar mantenerse de pie durante mucho tiempo, prefiriendo mantenerse sentada o acostada con las piernas elevadas;
- Evitar realizar esfuerzos físicos, como limpiar a casa o ejercicio pesado, por ejemplo.
En los casos más graves, puede ser necesario que la embarazada quede internada para evitar complicaciones que puedan colocar en riesgo la vida de la madre o del bebé, como caída de la presión debido a la pérdida de sangre o sufrimiento fetal.