El metamizol sódico o dipirona es un medicamento analgésico y antipirético que actúa reduciendo la producción de sustancias en el cuerpo responsables por causar dolor o fiebre, razón por la cual está indicado para aliviar el dolor y reducir la fiebre, normalmente provocados por gripes y resfriados, por ejemplo.
Este medicamento puede encontrarse en farmacias convencionales en forma de gotas, tabletas, jarabe o supositorios, con el nombre comercial de Neo-Melubrina, Novalcina, Novalgina, Apiron, Prodolina, Messelfenil, Dalmasin, Conmel, entre otros, o en su forma genérica, y siempre debe emplearse bajo las indicaciones médicas.
La dipirona también puede encontrarse en forma de solución inyectable, la cual es aplicada directamente en la vena o en el músculo por un enfermero u otro profesional de la salud, en el hospital, puesto de salud o farmacia, de acuerdo con las indicaciones médicas.
Para qué sirve
El metamizol sódico está indicado para el tratamiento del dolor y la fiebre en adultos, adolescentes, niños o bebés mayores de 3 meses de edad. Vea cuál es la temperatura normal en adultos y niños y cómo se mide.
Este medicamento comienza a actuar en el cuerpo aproximadamente de 30 a 60 minutos luego de su administración, y su efecto dura alrededor de 4 horas.
Cómo tomar y en qué dosis
El modo de uso de la dipirona depende de la presentación, e incluye:
1. Tableta de 500 mg y 1 g
El metamizol sódico en tabletas puede emplearse en adultos o adolescentes mayores de 15 años de edad, y debe tomarse por vía oral, con un vaso de agua.
El modo de uso varía de acuerdo con la dosis de la tableta, e incluye:
- Dipirona 500 mg: 1 o 2 tabletas, hasta 4 veces por día, es decir, cada 6 horas;
- Dipirona 1 g: 1/2 o 1 tableta, hasta 4 veces por día, es decir, cada 6 horas.
El tiempo de tratamiento debe ser indicado por el médico, y no debe excederse la dosis máxima recomendada.
2. Jarabe de 50 mg/mL
El metamizol sódico en jarabe o solución oral de 50 mg/mL debe ser administrado por vía oral, utilizando la jeringa dosificadora contenida en el empaque para medir el volumen de medicamento que debe ser administrado, de acuerdo con el peso del niño o del bebé mayor de 3 meses de vida. La dipirona en jarabe no debe emplearse en bebés menores de 3 meses de edad o que pesen menos de 5 kg.
La dosis de dipirona en jarabe o solución oral puede administrarse 4 veces al día, es decir, cada 6 horas, o de acuerdo con las indicaciones médicas, y no debe excederse la dosis máxima total diaria.
Las dosis recomendadas de la dipirona en jarabe o solución oral de 50 mg/mL incluyen:
Para adolescentes mayores de 15 años de edad y adultos, se recomiendan dosis de 10 o 20 mL, 4 veces al día.
3. Comprimido efervescente de 1 g
El comprimido efervescente de metamizol sódico debe ser disuelto en medio vaso de agua y beberse inmediatamente después de la preparación, y puede emplearse en adultos y en adolescentes mayores de 15 años de edad.
La dosis recomendada es de 1 comprimido efervescente de 1 g, hasta 4 veces por día, es decir, cada 6 horas, o según las indicaciones médicas.
4. Gotas de 500 mg/mL
La dipirona en gotas de 500 mg/mL debe emplearse por vía oral, y está indicada para niños o bebés mayores de 3 meses de vida. Los bebés menores de 3 meses de edad o que pesen menos de 5 kg no deben ser tratados con dipirona.
Este medicamento puede ser administrado 4 veces al día, es decir, cada 6 horas, o de acuerdo con las indicaciones médicas, y no debe excederse la dosis máxima diaria.
La dosis recomendada de metamizol sódico en gotas de 500 mg/mL depende del peso del niño, como se muestra en la siguiente tabla:
Para adolescentes mayores de 15 años de edad y adultos, se recomiendan dosis de 20 a 40 gotas, administradas 4 veces al día.
5. Supositorio de 300 mg
El supositorio de metamizol sódico debe aplicarse por vía rectal, en niños mayores de 4 años de edad o que pesen más de 16 kg, y la dosis recomendada es 1 supositorio, hasta un máximo de 4 veces por día, es decir, se puede administrar 1 supositorio cada 6 horas.
Antes de aplicar el supositorio en el niño, las manos deben estar lavadas con agua y jabón y, de ser posible, desinfectadas con alcohol. Luego, se debe abrir el sobre con el supositorio y retirarlo del empaque. Con el dedo pulgar e índice se deben separar las nalgas e introducir el supositorio en el orificio anal. A continuación, se debe comprimir suavemente una nalga contra la otra, durante algunos segundos, para evitar que el supositorio se salga.
El tiempo de tratamiento con la dipirona en supositorio debe ser realizado bajo orientación del pediatra.
6. Solución inyectable
El metamizol sódico inyectable puede administrarse directamente en la vena o en el músculo, por un enfermero u otro profesional de salud con conocimiento en la aplicación de inyectables, y siempre bajo supervisión médica.
Para colocarlo por vía intravenosa, se recomienda que la persona esté acostada y la aplicación sea muy lenta, a una velocidad de infusión que no sobrepase 1 mL, que corresponde a 500 mg de dipirona, por minuto, para evitar una caída brusca de la presión arterial.
La dosis recomendada en adultos y adolescentes mayores de 15 años de edad es de 2 a 5 mL en dosis única, hasta una dosis máxima de 10 mL al día. Para niños menores de 1 año de edad, la dipirona inyectable debe emplearse solo mediante la inyección en el músculo.
En niños y bebés, la dosis recomendada depende del peso, como se muestra en la siguiente tabla:
La dipirona inyectable no debe ser empleada en bebés menores de 3 meses de edad.
Posibles efectos secundarios
Algunos de los efectos secundarios que pueden surgir con el tratamiento con metamizol sódico incluyen dolor estomacal o intestinal, indigestión, diarrea, coloración rojiza de la orina, presión baja, arritmias cardíacas y ardor o urticaria en la piel.
La dipirona puede causar reacciones alérgicas graves o choque anafiláctico que requieran de atención médica inmediata. Por esta razón, se debe interrumpir el tratamiento y acudir al puesto de salud u hospital más cercanos al presentar síntomas como dificultad para respirar; tos; hinchazón de la boca, lengua o rostro, o enrojecimiento o formación de ampollas en la piel. Vea cómo identificar los síntomas de una reacción alérgica.
Asimismo, uno de los efectos secundarios graves que puede surgir con el uso de la dipirona, y que también debe ser tratado inmediatamente por el médico, es la agranulocitosis, que es una disminución de la cantidad de glóbulos blancos de la sangre, los cuales participan en la defensa del organismo contra infecciones. Esta condición puede notarse por medio de síntomas como formación de heridas en la boca, fiebre, escalofríos o postración, en la que el adulto o niño pueden sentir el cuerpo sin energías y movimientos lentos, recomendándose llevar al niño o acudir al hospital inmediatamente, pues la agranulocitosis puede colocar la vida en riesgo.
Contraindicaciones
El metamizol sódico no debe ser usado por personas con la función de la médula ósea perjudicada ni con enfermedades relacionadas con la producción de las células sanguíneas, ni tampoco por aquellos individuos que hayan desarrollado reacciones alérgicas luego del uso de medicamentos para el dolor o la fiebre, como ácido acetilsalicílico, paracetamol, diclofenac, ibuprofeno, indometacina y naproxeno, por ejemplo.
Asimismo, la dipirona no debe emplearse en personas que sean alérgicas o intolerantes a la dipirona o a cualquier otro componente de la fórmula, o a medicamentos como la propanona, propifenazona, fenilbutazona u oxifenbutazona, por ejemplo.
El metamizol en gotas, jarabe o inyectable no debe utilizarse en niños menores de 3 meses de edad; en forma de supositorios no debe emplearse en niños menores de 4 años de edad, y en tabletas no debe ser consumido por adolescentes menores de 15 años de edad.
Este medicamento tampoco debe emplearse en personas con porfiria hepática aguda intermitente o deficiencia congénita de la glucosa-6-fosfato-deshidrogenasa.