Qué es:
La disnea paroxistica nocturna es la falta de aire que surge durante el sueño de forma repentina, causando sensación de sofoco y haciendo que la persona se tenga que sentar o incluso levantar en busca de más aire para aliviar esta sensación.
Este tipo de disnea suele ser una complicación que surge en personas con insuficiencia cardíaca, principalmente cuando no están en tratamiento adecuado. No obstante, también puede ser ocasionada por otros problemas como asma o EPOC, por ejemplo.
En caso de padecer algún síntoma relacionado a la disnea paroxística nocturna, es importante acudir al médico especialista en sueño, de manera que realice una evaluación que permita identificar la causa del problema e indicar el tratamiento más adecuado. Vea otros tipos de disnea.
Principales síntomas
El síntoma principal de la disnea paroxística nocturna es la sensación de dificultad para respirar, la cual aparece de forma repentina y despierta a la persona, a menudo después de 1 o 2 horas de sueño.
Las personas suelen despertarse con una sensación aterradora y de angustia, así como jadeando y/o con tos, debiendo sentarse o pararse durante algunos minutos para poder aliviar el malestar. También pueden presentar sudoración excesiva y sibilancias en el pecho.
Además, las personas que sufren de este tipo de disnea pueden hacer uso de varias almohadas para no dormir totalmente acostado y evitar que se repita el episodio.
Qué puede causarla
La disnea paroxística nocturna suele ser causada por problemas cardíacos o respiratorios, siendo las principales causas:
- Insuficiencia cardíaca congestiva;
- Asma;
- Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC);
- Apnea del sueño;
- Neumonía;
- Edema pulmonar.
Además, de esto las personas con hipertensión arterial, diabetes, que fuman, beben alcohol o tiene una enfermedad arterial coronaria, tienen mayor riesgo de padecer este tipo de disnea. Vea otras causas de falta de aire.
Diagnóstico de la disnea paroxística nocturna
Para diagnosticar la disnea paroxística nocturna, el médico evalúa los síntomas que la persona presenta y practica un examen físico general, donde ausculta el corazón y los pulmones.
Además, también puede solicitar otros exámenes de diagnóstico para evaluar la función cardíaca y pulmonar, como un ecocardiograma, ultrasonido cardíaco, electrocardiograma, radiografía, resonancia magnética y/o una tomografía computarizada; así como una prueba de esfuerzo con ejercicio, a menudo realizada en una caminadora, cuya finalidad es verificar cómo responde el corazón al estrés físico y al esfuerzo.
Cómo se realiza el tratamiento
El tratamiento de la disnea paroxística nocturna dependerá de cuál sea la causa del problema. El tratamiento puede implicar:
- Terapia de presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP): es un tipo de ventilación mecánica no invasiva que funciona aplicando una presión continua durante la respiración, siendo utilizado en personas con apnea del sueño, pues permite que las vías respiratorias permanezcan abiertas todo el tiempo, manteniendo constante el paso de oxígeno mientras la persona está durmiendo;
- Oxigenoterapia: es la administración de oxígeno en una cantidad mayor de la que se encuentra en el ambiente normal, teniendo como objetivo garantizar, siendo usado por personas con EPOC, ataques de asma o neumonía, por ejemplo. Vea los tipos de oxigenoterapia;
- Cambios en el estilo de vida, como perder peso, hacer actividad física de formar regular, realizar alteraciones en la alimentación, evitar el consumo de cigarrillo y bebidas alcohólicas.
En los casos de insuficiencia cardíaca y para disminuir la acumulación de líquido en los pulmones, el tratamiento puede incluir el uso de diuréticos, como la furosemida o espironolactona; antihipertensivos como enalapril, captopril o carvedilol; antiarrítimicos como amiodarona o cardiotónicos como Digoxina, por ejemplo. Estos medicamentos deberán ser indicados por el cardiólogo, según el estado de salud de la persona. Conozcamás detalles sobre el tratamiento para la insuficiencia cardíaca.
En los casos de asma, se debe utilizar los inhaladores con corticosteroides o el tratamiento indicado por el médico para ayudar a controlar los síntomas por la noche.