Las pastillas para la retención de líquidos, como la furosemida, hidroclorotiazida o espironolactona, son algunos ejemplos de diuréticos que también son utilizadas para tratar la presión alta, insuficiencia cardíaca e hinchazón de los tobillos, pies y piernas.
Los diuréticos son medicamentos que aumentan el volumen de orina, debido a que incrementan la excreción de agua por los riñones como respuesta al aumento de la eliminación de sal o disminución de su reabsorción en los túbulos renales. Así, con la reducción de la cantidad de líquido circulante en la sangre, la presión en las arterias y la hinchazón causada por la retención de líquidos, son reducidos.
Existen diferentes tipos de diuréticos que pueden utilizarse para tratar la inflamación, que incluyen los diuréticos ahorradores de potasio, tiazídicos, de asa, inhibidores de la anhidrasa carbónica y osmóticos, aunque estos últimos se utilicen con menos frecuencia. Este tipo de medicamentos solo deben utilizarse bajo orientación médica, ya que el tipo y dosis debe ser adaptado al objetivo específico de cada tratamiento.
Diuréticos para la retención de líquidos
Algunos de los principales diuréticos son:
1. Furosemida
La furosemida (Lasix, Furosemide, Osemin) es un diurético de asa indicado para el tratamiento de la hipertensión arterial y del edema causado por enfermedades del corazón, hígado, riñones o edema cerebral, así como en edemas por quemaduras.
Además, la furosemida está indicada para el tratamiento de gestosis, una enfermedad hipertensiva que surge en el último trimestre de la gestación, y para facilitar la eliminación de orina en caso de envenenamiento. Las dosis recomendadas deben ser indicadas por el médico, ya que dependen del problema a tratar. Conozca cómo es utilizada la furosemida y qué efectos secundarios puede ocasionar.
2. Hidroclorotiazida
La hidroclorotiazida (Rofucal, Diurex 25, Tandiur) es un diurético tiazídico, indicado para controlar la presión arterial y en el tratamiento de edemas o hinchazón causados por problemas en el corazón, cirrosis, diabetes insípida y para la prevención de la formación de piedras de oxalato de calcio en los riñones. Pueden recomendarse dosis que varían entre los 25 y los 200 mg por día, dependiendo del problema a tratar y de la gravedad.
3. Espironolactona
La espironolactona (Aldactone, Nolasque, Biolactona) es un diurético ahorrador de potasio y está indicado en el tratamiento de la presión alta e hinchazón causada por problemas en el corazón, enfermedad en el hígado o riñones. Sin embargo, debido a su débil acción, normalmente se usa en combinación con otros diuréticos como las tiazidas para aumentar su acción. En general, se recomiendan dosis que varían entre los 50 y los 200 mg al día, según las indicaciones del médico. Conozca más sobre los efectos secundarios de la espironolactona.
4. Amilorida
La amilorida (Moduretic, Hidrium, Amilorid) también es un diurético ahorrador de potasio y está generalmente asociado a la hidroclorotiazida para el tratamiento de la presión alta, reducción de la hinchazón en los tobillos, pies y piernas causados por la retención de líquidos y para el tratamiento de la ascitis, que es la acumulación de agua en el agua el abdomen causado por una cirrosis hepática. En general, se recomienda tomar 1 comprimido de 50 mg / 5 mg al día, sin embargo, la dosis puede variar de acuerdo a la enfermedad tratada.
5. Hidroclorotiazida y Espironolactona
Se trata de una combinación de 2 tipos distintos de diuréticos, indicados para el tratamiento de la alta presión e hinchazón causada por enfermedades o problemas en el corazón, hígado o riñones. Además de esto, está indicado como diurético en casos de retención de líquidos. Generalmente, se indican dosis que varían entre medio comprimido a 2 comprimidos de 50 mg + 50 mg al día, dependiendo del problema a tratar.
Cómo tomar diuréticos
Cualquier medicamento con acción diurética solo debe ser tomado bajo indicación médica, debido a que cuando se usan incorrectamente pueden provocar un desequilibrio hidroelectrolítico, que son alteraciones en la cantidad de minerales importantes en la sangre, causando síntomas como cansancio excesivo, náuseas, debilidad y convulsiones. Además, también pueden surgir otros problemas como deshidratación o arritmias cardíacas, por ejemplo.
Existen también diuréticos naturales como el té verde o alimentos diuréticos como el perejil, el pepino o el limón, debido a que tienen un efecto similar a los medicamentos pero con menos riesgos para la salud. Vea una lista más completa de algunos alimentos diuréticos y algunos tés diuréticos.
Sin embargo, los diuréticos naturales no sustituyen los medicamentos indicados por el médico y su uso en combinación con los medicamentos puede poner la vida en riesgo, por lo que antes de iniciar el uso de un diurético natural, es importante consultar al médico.