Si bien el dolor en el bajo vientre en el embarazo es motivo de preocupación para las embarazadas, en la mayor parte de los casos no representa situaciones graves y está principalmente relacionado con las alteraciones que se dan en el cuerpo para acomodar al bebé en desarrollo, en especial cuando el dolor ocurre en las primeras semanas de gestación.
Por otra parte, cuando el dolor abdominal en el embarazo es intenso y está acompañado de otros síntomas, como secreción vaginal, fiebre, temblores y dolor de cabeza, puede ser indicativo de situaciones más graves, por lo que la mujer debe acudir al hospital lo antes posible para que sea realizado el diagnóstico e iniciado el tratamiento.
Por ello, es importante que la mujer acuda a sus consultas prenatales y realice los exámenes correspondientes de cada fase del embarazo, ya que de esta forma, el médico podrá descartar situaciones esperadas durante la gestación e indicar el tratamiento específico en caso de alteraciones en el desarrollo del bebé.
Principales causas
Las principales causas de dolor en el bajo vientre en el embarazo son:
1. Desarrollo del embarazo
El dolor abdominal en el embarazo en las primeras semanas es una situación bastante frecuente que ocurre, principalmente, debido a la expansión del útero y al desplazamiento de los órganos abdominales para acomodar al bebé en desarrollo. De esta forma, es común que a medida que el bebé crece, la mujer sienta incomodidad y un dolor leve y pasajero en el vientre.
Qué hacer: como el dolor abdominal en el embarazo es considerado normal y parte del proceso de desarrollo de la gestación, no es necesario ningún tipo de tratamiento. De igual forma, es importante que la mujer tenga consultas regulares con el médico para que este haga el seguimiento del embarazo.
2. Contracciones
Las contracciones en el segundo trimestre de gestación, conocidas como contracciones de entrenamiento o de Braxton Hicks, las cuales son más leves y duran máximo 60 segundos, también pueden generar dolor abdominal. Vea más sobre este tipo de contracciones.
Qué hacer: estas contracciones no son graves y normalmente desaparecen en poco tiempo solo con un cambio de posición, por lo que no es motivo de preocupación. No obstante, cuando se tornan frecuentes, se recomienda acudir al médico para que sean realizados exámenes que evalúen el desarrollo de la gestación.
3. Embarazo ectópico
El embarazo ectópico también es una situación que puede provocar dolor abdominal y se caracteriza por la implantación del embrión fuera del útero, normalmente en las trompas de Falopio. Además del dolor abdominal, el cual puede ser bastante intenso, también surgen otros síntomas, como presión baja y sangrado vaginal anormal.
Qué hacer: es importante que la mujer consulte al ginecólogo obstetra para que sea realizada la evaluación y el diagnóstico del embarazo ectópico y sea iniciado el tratamiento más adecuado, el cual depende de la localización de la implantación del embrión y del tiempo de gestación.
Generalmente, el tratamiento para el embarazo ectópico es llevado a cabo mediante el uso de medicamentos para interrumpir la gestación, pues puede representar riesgo para la mujer, o la realización de cirugía para retirar el embrión y reconstruir la trompa de Falopio.
Conozca más sobre el tratamiento para el embarazo ectópico.
4. Aborto espontáneo
En caso de que el dolor abdominal esté relacionado con un aborto, el dolor suele surgir en el primer trimestre de gestación, es bastante intenso y está acompañado por otros signos y síntomas característicos, como fiebre, secreciones vaginales, sangrados y dolor de cabeza constante.
Qué hacer: en estos casos, es muy importante que la mujer acuda al hospital para que sean realizados exámenes que permitan verificar los latidos cardíacos del bebé y, de esta forma, realizar el tratamiento más adecuado.
Conozca las principales causas del aborto y qué hacer.
Cuándo acudir al médico
Se recomienda acudir al ginecólogo obstetra cuando el dolor abdominal sea fuerte, frecuente o esté acompañado por otros síntomas como dolor de cabeza, temblores, fiebre, sangrados o expulsión de coágulos por la vagina; pues estos suelen indicar alteraciones más graves que necesitan ser investigadas y tratadas de inmediato para evitar complicaciones para la madre o el bebé.