El dolor de hombro puede ser causado por el desgaste natural de la articulación debido al envejecimiento, pero también puede ser un signo de bursitis, tendinitis, artritis o capsulitis adhesiva.
Aunque le puede pasar a cualquier persona a cualquier edad, el dolor de hombro es más común en personas que usan la articulación en exceso, como tenistas o gimnastas, por ejemplo.
Normalmente, este tipo de dolor es transitorio, que desaparece al cabo de 3 a 5 días, solo con reposo y aplicación de hielo. Sin embargo, si el dolor tarda más tiempo en desaparecer, si es muy intenso o se acompaña de otros síntomas, se recomienda consultar a un ortopedista para identificar la causa e iniciar el tratamiento adecuado.
6 causas de dolor de hombro
Las principales causas del dolor de hombro son:
1. Desgaste de la articulación
La articulación del hombro se desgasta naturalmente a medida que la persona envejece, lo que provoca dolor en el hombro y dificultad para moverla.
Cómo tratar: es importante mantener el movimiento articular para garantizar que se pueden realizar todos los movimientos. Por ello, se recomienda que la persona siga practicando actividad física de forma regular, además de realizar sesiones de fisioterapia, donde el fisioterapeuta indicará una serie de ejercicios adaptados a las necesidades de la persona.
2. Bursitis
Este problema es provocado por la inflamación de la bolsa sinovial, una estructura similar a una almohadilla que protege los tendones y los músculos de los huesos del hombro durante el movimiento. Esta inflamación es más común en personas que hacen actividades repetitivas con el brazo como pintar, nadar o entrenamiento de brazos en el gimnasio. Conozca cómo identificar y tratar la bursitis en el hombro.
El dolor de hombro en el caso de la bursitis es agudo y tiende a empeorar cuando mueves la articulación para peinarte o vestirte, por ejemplo.
Cómo tratar: se debe aplicar hielo en la región afectada durante 20 minutos, 2 a 3 veces al día. Además de esto, se debe evitar el uso de la articulación en las actividades diarias para aliviar la inflamación. Si el dolor no mejora al cabo de 2 o 3 días se recomienda consultar un traumatólogo, ya que puede ser necesario tomar antiinflamatorios, como Diclofenac, o incluso iniciar fisioterapia.
3. Tendinitis
La tendinitis es un problema similar a la bursitis, sin embargo, provoca la inflamación de los tendones del hombro, en lugar de la bolsa sinovial o bursa. En muchos casos, puede incluso surgir acompañada de bursitis porque sus causas también son muy similares, pudiendo afectar los dos tipos de estructura al mismo tiempo.
En estos casos el dolor solo se produce en la parte frontal del hombro, especialmente cuando se realizan movimientos por encima de la línea de la cabeza o se estira el brazo hacia adelante. Conozca qué es la tendinitis en el hombro y cómo identificarla.
Cómo tratar: es muy importante realizar sesiones de fisioterapia para tratar la inflamación de los tendones. Además de esto, la aplicación de compresas frías y colocarse pomadas antiinflamatorias también ayuda a aliviar el dolor.
4. Artritis
Aunque es más común en las personas mayores, este problema también puede afectar a los adultos jóvenes, especialmente a los atletas que utilizan en exceso la articulación del hombro, debido a que ocurre un desgaste de la misma.
Además del dolor en el hombro, es común que la articulación se inflame, causando dificultad para mover el brazo. Como la artritis no es un problema temporal, los síntomas pueden ir empeorando con el paso del tiempo. Vea qué es la artritis, cómo identificarla y en qué consiste el tratamiento.
Cómo tratar: el tratamiento debe ser orientado por un traumatólogo o reumatólogo, debido a que normalmente, es necesario utilizar medicamentos antiinflamatorios como Ibuprofeno o Nimesulida, para aliviar el dolor. La fisioterapia también debe utilizarse ya que ayuda a fortalecer la articulación y reducir la inflamación, mejorando los movimientos del hombro.
5. Capsulitis adhesiva
Este problema, conocido también por hombro congelado, es una inflamación crónica del hombro que dificulta mucho el movimiento de la articulación. La capsulitis adhesiva es más común en mujeres mayores de 40 años que han tenido el brazo inmovilizado por más de 2 meses. Además del dolor, la capsulitis provoca una intensa dificultad para mover el brazo, que va surgiendo gradualmente.
Cómo tratar: se recomienda hacer sesiones de fisioterapia para movilizar el hombro y relajar los músculos de la articulación. En los casos más graves, puede ser necesario realizar una cirugía para identificar y reparar las posibles lesiones en el hombro.
6. Fracturas
Aunque casi siempre son fáciles de identificar, las fracturas también pueden provocar pocos síntomas más allá del dolor en el hombro, especialmente cuando no es una fractura completa o es muy pequeña. Lo más común es el surgimiento de fracturas en la clavícula o en el húmero debido a caídas o accidentes.
Generalmente, las fracturas provocan dolor muy intenso, hinchazón y manchas moradas en la piel. Sin embargo, cuando son muy pequeñas sólo pueden provocar un dolor leve que va aumentando con el tiempo y que impiden el movimiento del brazo.
Cómo tratar: se debe acudir inmediatamente al hospital para identificar el lugar de la fractura, corregir el hueso e inmovilizar el brazo de la forma correcta para facilitar la cicatrización. Vea qué hacer en caso de fractura.
Cómo se diagnostica el dolor en el hombro
El diagnóstico del dolor en el hombro debe realizarse por el ortopedista, que durante la consulta evalúa todas las estructuras asociadas al hombro y las características del dolor como la intensidad, localización, si es estimulada por algún movimiento específico y su frecuencia. Asimismo, también evalúa si hay alguna limitación del movimiento como dificultad para estirar o levantar el brazo por encima de la cabeza.
Además, el médico debe ser informado por la persona sobre los hábitos de vida y el momento en que el dolor comenzó, ya que este puede estar relacionado con movimientos repetitivos, con una mala postura o con la inflamación de la articulación causada por un movimiento brusco.
Para ayudar al diagnóstico, el médico podría recomendar la realización de exámenes de imagen como radiografía, ultrasonografía, tomografía computarizada o resonancia magnética, que ayudan a identificar la causa y la extensión de la lesión. El ortopedista también puede indicar la realización de una artroscopia, que es una técnica diagnóstica y de tratamiento en que la articulación es visualizada y corregida por medio de pequeños orificios en la piel. Vea cómo se realiza una artroscopia de hombro.