Dolor de rodilla: 11 causas y cómo quitar

El dolor de rodilla es un síntoma que puede surgir debido al desgaste de la articulación, al exceso de peso o a las lesiones deportivas que pueden ocurrir durante una corrida o un juego de fútbol.

Sin embargo, cuando el dolor en la rodilla impide caminar o empeora a lo largo del tiempo, puede ser señal de un problema más grave como una ruptura de los ligamentos, osteoartritis o quiste de Baker, que pueden confirmarse a través de exámenes de imagen como una radiografía o una tomografía computarizada. 

Sin embargo, el dolor de rodilla, en la mayoría de los casos, no es grave y puede tratarse en casa con la aplicación de hielo 2 veces al día, durante los primeros 3 días a partir del inicio del dolor. Además de esto, la utilización de una rodillera durante todo el día ayuda a inmovilizarla, disminuyendo el dolor mientras se espera por la consulta.

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Qué puede ser el dolor de rodilla

Para averiguar qué podría estar causando el dolor de rodilla, responda las siguientes preguntas:

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¿En qué región siente el dolor?

11 causas de dolor de rodilla

Las principales causas de dolor en la rodilla son:

1. Lesión por trauma

La lesión por trauma en la rodilla puede ocurrir por una caída, contusión, golpe, esguince en la rodilla o trauma, por ejemplo. En estos casos, el dolor puede surgir en toda la rodilla o en regiones específicas de acuerdo a la localización de la lesión.

Qué hacer: en caso de lesiones leves, sin fractura, se puede estar en reposo o aplicar una compresa de hielo de 2 a 3 veces al día durante 15 minutos. Sin embargo, en casos más graves, como fractura, se debe buscar ayuda médica de inmediato para iniciar el tratamiento adecuado. La fisioterapia también se recomienda para ayudar en la recuperación y aliviar el dolor, incluso en casos leves. 

2. Rotura de ligamento

La rotura de ligamento de rodilla puede ocurrir por un esguince provocado por un golpe fuerte o torsión de la rodilla durante un cambio súbito de dirección, por ejemplo. El tipo de dolor generalmente indica el ligamento que se rompió:

  • Dolor en la parte lateral: puede indicar lesión en los ligamentos cruzados anterior, posterior o en el ligamento coronario;
  • Dolor en la rodilla al estirar la pierna: puede indicar rotura del ligamento patelar;
  • Dolor en la parte interna: puede indicar lesión en el ligamento colateral medial;
  • Dolor profundo, en medio de la rodilla: puede ser ruptura de los ligamento cruzados anterior o posterior.

Generalmente, cuando la ruptura del ligamento es leve, no es necesario ningún tratamiento específico, pero debe ser siempre evaluado por un ortopedista o fisioterapeuta.

Qué hacer: puede aplicarse compresas de hielo 3 a 4 veces al día por 20 minutos durante 3 a 4 días, así como reposo, utilizar muletas para no sobrecargar las rodillas, elevar la pierna para evitar la inflamación y utilizar una rodillera en la articulación afectada. En casos más graves, es importante consultar a un médico, el cual podrá inmovilizar la rodilla con una férula durante 4 a 6 semanas y, en caso necesario, indicar una cirugía. Conozca otras opciones de tratamiento para la ruptura en los ligamentos de la rodilla. 

3. Tendinitis

La tendinitis es una inflamación en un tendón de la rodilla y el tipo de dolor varía con la localización de este:

  • Dolor en la parte de enfrente de la rodilla: indica inflamación en el tendón rotuliano;
  • Dolor en la parte lateral de la rodilla: indica inflamación en el tendón iliotibial;
  • Dolor en la parte interna de la rodilla: indica inflamación en los tendones de la pata de ganso.

Generalmente, uno de los síntomas característicos de la tendinitis es el dolor en la rodilla al estirar la pierna y es más común en atletas, debido al impacto de actividades físicas como carreras, ciclismo, fútbol, baloncesto o tenis. Además, puede haber desgaste natural de la articulación, siendo también frecuente en ancianos. 

Qué hacer: se debe estar en reposo y utilizar una rodillera, aplicar compresas de hielo durante 15 minutos, 2 a 3 veces al día, esto puede ayudar a aliviar el dolor y combatir la inflamación. Es importante consultar a un ortopedista para una mejor evaluación y tratamiento con antiinflamatorios, como Ibuprofeno o Naproxeno, por ejemplo. Además, se puede realizar fisioterapia para fortalecer los músculos de la rodilla y evitar el desarrollo de tendinitis de nuevo. Conozca otras formas de tratar la tendinitis rotuliana.

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4. Bursitis

La bursitis es la inflamación de la bursa, que es una pequeña bolsa que contiene líquido y funciona como un amortiguador, además de reducir la fricción entre los huesos, tendones y músculos de las articulaciones. 

La rodilla tiene 11 bursas y generalmente actividades como doblar la rodilla o arrodillarse repetidamente, practicar deportes como jiu-jitsu, fútbol y voleibol, caídas o golpes pueden causar irritación e inflamación de la bursa, provocando bursitis pre-rotuliana, que causa dolor en la parte superior de la rodilla e inflamación.

Además, la obesidad o la artrosis pueden ocasionar bursitis anserina, también llamada bursitis de la pata de ganso, que causa dolor en la rodilla en la parte interna justo debajo de la articulación.

Qué hacer: se debe estar en reposo y aplicar una compresa de hielo durante 15 minutos, 2 a 3 veces al día. Además, por ser una inflamación, la bursitis debe ser tratada con antiinflamatorios por vía oral, como Ibuprofeno o Diclofenaco, por ejemplo, o por medio de la aplicación de una inyección con corticoides justo en la bursa. Otros tratamientos incluyen fisioterapia y cirugía. 

5. Osteoartrosis

La osteoartrosis o artrosis en la rodilla es una enfermedad reumática que causa degeneración del cartílago de esta articulación, disminuyendo la calidad, cantidad y grosor del cartílago, provocando dolor crónico.

Esta enfermedad puede impactar en las actividades diarias por generar dolor en la rodilla al caminar, al final del día, por permanecer mucho tiempo de pie o por dolor en la rodilla al subir escaleras, por ejemplo. 

Qué hacer: es importante consultar a un ortopedista, ya que el tratamiento debe ser realizado con analgésicos como paracetamol o antiinflamatorios como Ibuprofeno o Diclofenaco. Además, también son recomendadas sesiones de fisioterapia y, en algunos casos, el médico puede aplicar inyecciones de corticoides o ácido hialurónico en la rodilla afectada. 

6. Artritis reumatoide

La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune, inflamatoria y crónica que produce rigidez, dolor e hinchazón en las articulaciones. El dolor en la rodilla al despertarse puede ser causado por esta enfermedad, siendo que este es más intenso durante los primeros minutos de la mañana y mejora con el movimiento.

Además, el dolor en la rodilla que surge con hinchazón, sin haber sido producido por un trauma puede indicar artritis reumatoide.

Qué hacer: pueden utilizarse analgésicos y antiinflamatorios para el alivio del dolor pero el tratamiento debe estar siempre acompañado de un reumatólogo para evaluar la evolución de la enfermedad, así como de un fisioterapeuta para mejorar el movimiento de la rodilla. Conozca más sobre el tratamiento de la artritis reumatoide.

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7. Síndrome de la banda iliotibial

El síndrome de la banda iliotibial produce dolor en la parte lateral de la rodilla y es muy común en quienes practican carreras, ciclismo u otros deportes que necesiten doblar la rodilla de forma repetida. Generalmente, este síndrome está relacionado con la debilidad y la mala flexibilidad muscular o errores en el entrenamiento con intensidades y pesos inadecuados. Además de las condiciones en que se practica el deporte, como el tipo terreno, de tenis o una postura inadecuada, por ejemplo. Este tipo de dolor no debe ignorarse, ya que puede empeorar con el tiempo.

Qué hacer: se puede utilizar una pomada antiinflamatoria 2 a 3 veces al día o aplicar una compresa congelada durante 15 minutos. Es importante, antes de practicar cualquier actividad física, realizar actividades de fortalecimiento muscular, como ejercicios con pesas o estiramientos, siempre bajo la orientación de un entrenador físico. Sin embargo, en caso de que el dolor en la parte lateral de la rodilla se produzca cuando se esté practicando la actividad física, lo ideal es consultar a un ortopedista para el correcto diagnóstico y tratamiento con antiinflamatorios como Diclofenaco o Ibuprofeno, por ejemplo, además, de fisioterapia para fortalecer los músculos. Conozca cómo se trata el síndrome de la banda iliotibial.

8. Lesión en el menisco

El dolor en la rodilla al doblar la pierna, en la parte interna de la rodilla, al subir escaleras, al agacharse o dentro de la rodilla, por ejemplo, puede indicar lesión en el menisco que es un disco que funciona como una almohada o amortiguador dentro de la rodilla. Generalmente, las lesiones en el menisco son causadas por actividades físicas como judo, jiu-jitsu o por la degeneración natural, que es el envejecimiento del menisco y que pueden comenzar alrededor de los 40 años de edad. 

Qué hacer: se debe estar en reposo y evitar actividades que muevan mucho la rodilla, además de fisioterapia para fortalecer la musculatura de la rodilla. En algunos casos, el médico también puede aplicar inyecciones de corticoides o ácido hialurónico en la rodilla. En los casos más graves puede indicarse la cirugía.

9. Problemas en la patela (rótula)

Otras causas comunes de dolor en la rodilla son los problemas en la patela, también llamada rótula, como condropatía rotuliana, que es el desgaste de la articulación alrededor de la patela, o la condromalacia rotuliana, que es el reblandecimiento del cartílago de la patela. Generalmente, las causas de los problemas en la patela son envejecimiento, obesidad, pie plano o la práctica de deportes como corrida, por ejemplo. 

Las lesiones en la rótula pueden causar dolor en la rodilla al agacharse o al bajar escaleras, además de sensación de que la rodilla se sale de su lugar.

Qué hacer: para practicantes de carreras, se aconseja cambiar de deporte de forma temporaria a natación o hidrogimnasia hasta tener la musculatura de la rodilla fortalecida. La fisioterapia puede ayudar en el fortalecimiento de la rodilla, y después del alivio del dolor, se puede realizar musculación o ejercicios con pesas orientados por un entrenador físico. Además, el médico puede aplicar inyecciones de ácido hialurónico en la rodilla y, en los casos más graves, puede recomendarse la cirugía.

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10. Quiste de Baker

El quiste de Baker, también conocido como quiste poplíteo, es un bulto que se forma detrás de la rodilla, en la articulación, debido a la acumulación de líquido. Causa dolor en la parte de atrás de la rodilla, hinchazón, rigidez y dolor al doblar la rodilla, los cuales empeoran con la actividad física. Las causas del quiste de Baker son osteoartritis o artritis reumatoide, por ejemplo. 

Qué hacer: se debe estar en reposo y consultar a un ortopedista para que aspire el líquido del quiste o aplicar inyecciones de corticoides directamente en él. En caso de que el quiste se rompa, el tratamiento es quirúrgico. Conozca más sobre el tratamiento del quiste de Baker.

11. Enfermedad de Osgood-Schlatter

La enfermedad de Osgood-Schlatter es una inflamación en el tendón de la patela y está relacionada al crecimiento rápido, pudiendo presentarse en niños de 10 a 15 años. Generalmente, el dolor ocurre después de actividades físicas como fútbol, baloncesto, voleibol o gimnasia olímpica, por ejemplo. Además de que puede causar dolor en la parte inferior de la rodilla el cual mejorar con reposo.

Qué hacer: se debe estar en reposo, limitando las actividades físicas que produzcan dolor. Puede aplicarse compresas de hielo durante 15 minutos, 2 a 3 veces al día o aplicar pomadas antiinflamatorias en la zona del dolor. Además, es importante tener un acompañamiento clínico por un ortopedista.

Alimentación para el dolor en la rodilla

Enriquecer la alimentación diaria con alimentos con propiedades antiinflamatorias, como salmón, jengibre, cúrcuma, azafrán, ajo macerado o semillas de chia, ayudan a complementar el tratamiento del dolor en la rodilla y prevenir el dolor en otras articulaciones. Conozca más ejemplos de alimentos antiinflamatorios que debe consumir en mayor cantidad en días de dolor.

Además, se deben evitar alimentos muy azucarados, ya que agravan la inflamación en cualquier parte del cuerpo.

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Tratamiento alternativo para el dolor de rodilla

Normalmente, el dolor en la rodilla puede ser tratado con antiinflamatorios recetados por el traumatólogo como Diclofenaco o Ibuprofeno, y en algunos casos puede recomendar la realización de una cirugía para sustituir las partes de la rodilla que estén dañadas. Sin embargo, se puede adoptar un tratamiento alternativo para aliviar el dolor, especialmente en aquellas personas que son sensibles a la ingesta de antiinflamatorios e incluye:

  • Homeopatía: el traumatólogo puede recetar el uso de medicamentos homeopáticos como Rhus Toxicodendron o Bryonia, para tratar la inflamación de la rodilla causada por artritis o la tendinitis;
  • Acupuntura: esta técnica puede ayudar en el alivio del dolor en la rodilla relacionada con artritis, osteoartrosis o traumas, por ejemplo;
  • Compresas: colocar compresas calientes con 3 gotas de aceite esencial de salvia o romero 2 veces al día, a partir del 3º día del surgimiento de los síntomas;
  • Mantener en reposo la rodilla: consiste en vendarse la rodilla, principalmente cuando sea necesario mantenerse mucho tiempo de pie.

Además, se debe evitar correr o caminar siempre que el dolor en la rodilla esté presente, no cargar pesado ni sentarse en sillas altas para no forzar las rodillas al levantarse. 

El tratamiento alternativo para el dolor en la rodilla no debe sustituir el tratamiento indicado por el médico, ya que podría empeorar el problema que originó el dolor. Vea cuándo debe usar una compresa fría o caliente.

Cuando debe acudir al médico

Es importante consultar al traumatólogo o al fisioterapeuta cuando:

  • El dolor dura más de 3 días, incluso después de mantenerse en reposo y de aplicar compresas frías;
  • El dolor es muy intenso al hacer actividades diarias como planchar la ropa de pie, cargar al niño en el regazo, caminar o subir escaleras;
  • La rodilla no se dobla o hace ruido al moverse;
  • La rodilla se encuentra deformada;
  • Se presentan otros síntomas como fiebre u hormigueo;

En estos casos, el traumatólogo pedirá exámenes de imagen para realizar el diagnóstico del problema y poder recomendar el tratamiento más adecuado según sea el caso. 

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