El dolor en la espalda al respirar generalmente está relacionado con algún problema que afecta a los pulmones o al revestimiento de estos órganos, el cual se conoce como pleura. Los casos más comunes son los de gripe y resfriado, pero el dolor también puede surgir en alteraciones pulmonares más graves, como neumonía o embolia pulmonar, por ejemplo.
Aunque sea menos frecuente, el dolor también puede ser signo de problemas en otras zonas, desde los músculos hasta el corazón, sin embargo, estas situaciones usualmente están asociadas a otros síntomas que no involucran solo la respiración.
De cualquier forma, la mejor opción siempre que surja este tipo de dolor, especialmente si dura más de 3 días o si es muy intenso, es consultar a un neumonólogo o a un médico general para que sean realizados exámenes de diagnóstico, como radiografías, y así lograr identificar la posible causa e iniciar el tratamiento más idóneo.
Así, las causas más comunes de dolor en la espalda al respirar incluyen:
1. Gripe y resfriado
La gripe y el resfriado son condiciones de salud bastante comunes que son causadas por la entrada del virus en el organismo, los cuales ocasionan síntomas como rinitis, tos, cansancio excesivo e incluso fiebre. No obstante, aunque sea menos frecuente, tanto la gripe como el resfriado también pueden ocasionar el surgimiento de dolor en la espalda al respirar, lo que normalmente está relacionado con la acumulación de secreciones en las vías respiratorias o con el cansancio de los músculos respiratorios por el acto de toser.
Qué hacer: los virus de la gripe y del resfriado son eliminados naturalmente por el propio sistema inmune luego de algunos días. Por esta razón, lo mejor es adoptar medidas que ayuden a fortalecer las defensas del cuerpo y a una recuperación más rápida, como mantener reposo y beber muchos líquidos durante el día. Conozca 7 simples consejos para realizar en casa y librarse más rápido de la gripe.
2. Distensión muscular
La distensión muscular es otra causa relativamente común y poco grave del surgimiento de dolor al respirar. Esta condición ocurre cuando las fibras musculares sufren pequeñas lesiones y, por lo tanto, generan dolor durante 2 a 3 días. Esto puede surgir cuando se hace algún esfuerzo mayor con los músculos de la espalda, lo que puede ocurrir al tener mala postura durante el día, realizar ejercicios en el gimnasio o, simplemente, por toser muy fuerte durante una situación de gripe o resfriado.
Qué hacer: la mejor forma de tratamiento para la distensión muscular es el reposo, pues evita el uso de las fibras musculares lesionadas. Además, aplicar una compresa fría en la zona durante las primeras 48 horas de 3 a 4 veces al día, también puede ayudar a aliviar el dolor. Conozca más acerca de la distensión muscular y qué hacer.
3. Costocondritis
La costocondritis consiste en la inflamación de los cartílagos que unen el hueso esternón a las costillas. Esta condición generalmente causa dolor fuerte en el pecho, el cual puede irradiarse hacia la espalda, especialmente al respirar profundo. Además del dolor, la costocondritis puede incluso causar falta de aire e incomodidad si se presiona el esternón.
Qué hacer: normalmente, el dolor causado por la costocondritis mejora con la aplicación de compresas calientes en la región del esternón, además de reposo y evitar grandes esfuerzos. No obstante, cuando el dolor es muy fuerte o dificulta la realización de actividades diarias, se aconseja consultar a un ortopedista o médico general para evaluar la necesidad de iniciar el tratamiento con medicamentos, como analgésicos y antiinflamatorios. Conozca más sobre esta condición y su tratamiento.
4. Neumonía
Aunque normalmente el dolor en la espalda al respirar sea sólo un síntoma de gripe o resfriado, también existen situaciones en las que el dolor se agrava, pudiendo indicar una infección un poco más seria, como es el caso de la neumonía.
En estos casos, además del dolor, de la tos y de la rinitis, que son comunes de la gripe y del resfriado, pueden incluso aparecer otros signos y síntomas como intensa dificultad para respirar, fiebre por encima de los 38 ºC y flema verdosa o con sangre, por ejemplo. Conozca cómo identificar una situación de neumonía.
Qué hacer: en caso de sospecha de neumonía, es siempre muy importante consultar un médico para diagnosticar el problema e iniciar el tratamiento más adecuado, que puede incluir el uso de antibióticos. No obstante, en vista de que la neumonía puede ser bastante contagiosa, especialmente si es causada por un virus, se recomienda que, de ser posible, se coloque una mascarilla cuando se salga de casa.
Vea en el siguiente video más detalles sobre los tratamiento de la neumonía:
NEUMONÍA: los síntomas que tienes que conocer
08:30 | 71.167 visualizações5. Embolia pulmonar
Aunque sea inusual, la embolia pulmonar es otro problema que puede causar un dolor intenso en la espalda al respirar. Esta condición ocurre cuando uno de los vasos del pulmón es bloqueado por un coágulo, lo que impide el paso de sangre para algunas partes del pulmón. Cuando esto ocurre, además del dolor, es común el surgimiento de síntomas como falta de aire intensa, tos con sangre y piel azulada, por ejemplo.
La embolia puede surgir en cualquier persona, pero es más frecuente en aquellas con antecedentes de trombosis, problemas de circulación, sobrepeso o un estilo de vida muy sedentario.
Qué hacer: dado que es una situación bastante grave, siempre que exista sospecha de poseer una embolia pulmonar, se recomienda acudir lo más rápido posible a emergencia para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento, el cual normalmente es realizado mediante el uso de medicamentos que ayudan a destruir el coágulo, como la heparina. Entienda mejor qué es la embolia, cuáles son los síntomas y cómo tratarla.
6. Pleuritis
La pleuritis, también llamada pleuresía, es otra condición que puede causar dolor intenso en la espalda al respirar, ocurriendo cuando algún tipo de líquido se acumula entre las dos capas de la pleura, que es la membrana que reviste los pulmones. Cuando esto ocurre, la pleura se inflama y el dolor tiende a empeorar cuando se respira profundo o se tose. Asimismo, otros síntomas incluyen tos muy frecuente, sensación de falta de aire y fiebre baja persistente.
Aunque no se considere una situación grave, la pleuritis puede ser un signo importante, puesto que generalmente surge en personas que tienen otro problema respiratorio y puede significar que el tratamiento para este problema no está ejerciendo efecto.
Qué hacer: la sospecha de pleuritis debe ser siempre evaluada por el médico, por esta razón, es importante acudir al hospital. Para llevar a cabo el tratamiento, casi siempre es indicado un antiinflamatorio para aliviar la inflamación de la pleura y mejorar los síntomas, sin embargo, el médico también puede necesitar identificar la causa de la pleuritis.
7. Pericarditis
El dolor en la espalda al respirar está casi siempre relacionado con un problema pulmonar, no obstante, este también puede surgir gracias a ciertos problemas cardíacos, como es el caso de la pericarditis. La pericarditis es la inflamación de la membrana que recubre el músculo del corazón, llamada pericardio; el cual, además de generar dolor fuerte en el pecho, puede causar un intenso dolor que se irradia hacia la espalda, especialmente al respirar profundamente.
La pericarditis es más común en personas que tienen algún tipo de infección o inflamación en otra parte del cuerpo, como neumonía, tuberculosis, artritis reumatoide o incluso una caries.
Qué hacer: el tratamiento de la pericarditis puede ser relativamente fácil, principalmente cuando el problema es identificado en una fase inicial. Por lo tanto, si existe sospecha de algún problema en el corazón, se aconseja consultar a un cardiólogo para que evalúe tanto los síntomas como los antecedentes médicos personales, con la finalidad de establecer un diagnóstico e indicar el tratamiento más adecuado.
8. Infarto
Pese a que el síntoma más común de un infarto sea el surgimiento de un dolor muy intenso en forma de opresión en el pecho, también existen casos en los que el dolor inicia con una ligera incomodidad en la espalda que empeora al respirar. Otros síntomas que pueden estar asociados son la sensación de hormigueo en uno de los dos brazos, normalmente en el izquierdo, náuseas y malestar general, así como dificultad para respirar.
Aunque sea relativamente raro, el infarto es una situación cada vez más frecuente, especialmente en personas que tienen algunos factores de riesgo, como una alimentación poco equilibrada, fumar, vivir constantemente en estrés o tener antecedentes de presión alta, diabetes o colesterol alto.
Qué hacer: siempre que exista la sospecha de infarto, es muy importante acudir rápidamente al hospital, puesto que, mientras más temprano sea diagnosticado, mayores son la probabilidades de tratar el problema y evitar el surgimiento de complicaciones. Conozca más sobre cómo reconocer un posible infarto.