El dolor en los pulmones puede ser causado por infecciones respiratorias, como tuberculosis, neumonía o COVID-19, pleuresía, asma, enfisema o embolia pulmonar, por ejemplo. Generalmente, cuando una persona menciona que tiene dolor en el pulmón, significa que tiene un dolor en la zona del pecho, esto debido a que el pulmón no tiene receptores de dolor.
Por ello, a pesar de que algunas veces el dolor puede estar relacionado a problemas en los pulmones, también puede ser causado por problemas en otros órganos o incluso, estar relacionado a los músculos o articulaciones.
Lo ideal es que siempre que haya algún malestar en la zona del pecho, que no mejora con el tiempo, empeora rápidamente o que no desaparece después de 24 horas, se debe acudir con un médico para una evaluación, pudiendo solicitar exámenes para descartar problemas cardíacos. Vea qué puede causar dolor en el pecho y qué hacer.
Principales causas de dolor en los pulmones
Las causas más comunes para el surgimiento de dolor en el pulmón son:
1. Pleuritis
También conocida como pleuresía, se caracteriza por la inflamación de la pleura, que es la membrana que reviste los pulmones y el interior del tórax; pudiendo causar síntomas como dolor en la región del pecho y las costillas al respirar profundamente, tos y dificultad para respirar.
Generalmente, este problema surge debido a la acumulación de líquido entre las dos capas de la pleura, siendo más frecuente en personas con problemas respiratorios, como gripe, neumonía o infecciones pulmonares. Conozca más sobre los síntomas de pleuritis.
Qué hacer: siempre que se sospeche de una pleuritis es muy importante acudir al la urgencia médica o consultar un neumólogo para confirmar el diagnóstico e iniciar el tratamiento más adecuado. El tratamiento dependerá de la causa que esté originando esta condición, sin embargo, los síntomas pueden aliviarse con antiinflamatorios recetados por el médico, como el ibuprofeno, por ejemplo,
2. Infección respiratoria
Las infecciones en el pulmón, como la tuberculosis o la neumonía, también pueden causar dolor en el pecho, manifestándose síntomas como: dificultad para respirar, exceso de producción de moco, tos con o sin sangre, fiebre, temblores y sudores nocturnos. Conozca cómo identificar una infección respiratoria.
Qué hacer: en caso de sospecha de infección en el pulmón, se debe acudir inmediatamente al médico para evitar que el problema se agrave. Normalmente, el tratamiento inicial se realiza mediante la administración de antibióticos y otros medicamentos para aliviar otros síntomas.
3. COVID-19
El COVID-19 es una infección causada por el coronavirus SARS-CoV-2, y se caracteriza por síntomas semejantes a los de la gripe, como fiebre superior a 38ºC, dolor de cabeza, garganta inflamada, malestar general, tos seca y persistente, que puede causar dolor en los pulmones, además de haber dificultad para respirar, en casos graves.
Qué hacer: en caso de sospecha de COVID-19 se debe realizar una prueba de antígenos o PCR para confirmar la infección. En caso de ser positiva, se debe mantener un aislamiento en casa, de acuerdo a los lineamientos del país en el que se encuentre, además de tratamiento sintomático con paracetamol. En casos graves, en que hay dificultad respiratoria y síntomas intensos, se debe acudir al hospital para recibir tratamiento específico.
Para prevenir casos graves de COVID-19, se recomienda la aplicación de la vacuna contra esta infección y sus refuerzos correspondientes. Conozca más sobre las vacunas contra COVID-19.
4. Asma
El asma es una enfermedad crónica de los pulmones que causa irritación e inflamación de las vías aéreas y, durante una crisis, puede causar dolor en el pecho, silbidos, falta de aire y tos. Vea cómo identificar los síntomas del asma.
Qué hacer: generalmente, el tratamiento del asma se realiza con medicamentos corticoides y broncodilatadores, los cuales muchas veces son usados durante toda la vida. Además, existen otras maneras de prevenir las crisis, como no tener animales dentro de casa, mantener la casa limpia, evitar tapetes y cortinas, y mantenerse alejado del humo del tabaco.
5. Embolia pulmonar
También conocida como trombosis pulmonar, es una situación de emergencia que se caracteriza por la obstrucción de un vaso sanguíneo en el pulmón, en general, debido a un coágulo que impide el flujo de sangre, causando la muerte progresiva de la región afectada, ocasionando dolor al respirar y falta de aire; esto ocurre de forma súbita y va empeorando con el tiempo. Asimismo, la cantidad de oxígeno en la sangre disminuye, lo que causa que los órganos del cuerpo puedan verse afectados por la falta de oxígeno.
Es más común que ocurra una embolia en personas que ya sufrieron una trombosis, pasaron recientemente por una cirugía o tuvieron que estar mucho tiempo inmovilizadas.
Qué hacer: la persona que sufre de embolia pulmonar, debe ser auxiliada con urgencia y el tratamiento consiste en la administración de anticoagulantes inyectables, como heparina, por ejemplo; la cual va a ayudar a disolver el coágulo para que la sangre circule nuevamente. Además, también puede ser necesario tomar analgésicos para aliviar el dolor en el pecho, y la realización de otros procedimientos dependiendo de la gravedad del cuadro del paciente.
6. Atelectasia pulmonar
La atelectasia pulmonar se caracteriza por ser una complicación respiratoria que impide el flujo de aire necesario, debido a un colapso de los alvéolos pulmonares; esto generalmente ocurre debido a una enfermedad llamada fibrosis quística, tumores o a la presencia de lesiones en el pulmón.
Esta condición puede causar dificultad intensa para respirar, tos persistente y dolor constante en el pecho.
Qué hacer: cualquier alteración que cause dificultad intensa para respirar debe acudir al hospital para ser evaluado por un neumonólogo lo más rápido posible. El tratamiento dependerá de la causa de la afección y, en los casos más graves, podría ser necesario recurrir a una cirugía para limpiar las vías aéreas e incluso remover la región afectada del pulmón.
7. Enfisema pulmonar
El enfisema pulmonar es una situación en que los pulmones pierden elasticidad a lo largo del tiempo, lo que da como resultado la destrucción de los alvéolos y el surgimiento de síntomas como sensación de falta de aire, cansancio excesivo, dolor en el pecho, tos persistente y sibilancias. Conozca cómo reconocer los síntomas de enfisema pulmonar.
Qué hacer: se recomienda evitar permanecer en ambientes contaminados o con mucho humo, además de evitar fumar, pues pueden agravar los síntomas. Asimismo, es importante que el neumólogo sea consultado para que sea evaluada la gravedad de los síntomas y, de esta forma, sea indicado el tratamiento más adecuado, el cual puede implicar el uso de medicamentos para dilatar las estructuras del pulmón y aliviar los síntomas.
8. Neumotórax
El neumotórax ocurre cuando el aire se escapa hacia el espacio pleural, que es el espacio que hay entre los pulmones y la pared torácica, aumentando la presión en los pulmones y causando dolor intenso al respirar, sensación de falta de aire, alteración de los latidos cardíacos y piel azulada, principalmente la de los dedos y los labios.
Qué hacer: es importante acudir al hospital inmediatamente apenas surjan los signos y síntomas indicativos de neumotórax, pues así es posible identificar la causa e iniciar el tratamiento más adecuado, realizándose un procedimiento para retirar el exceso de aire acumulado. Conozca más sobre el neumotórax.
9. Problemas cardíacos
Algunos problemas cardíacos como infarto, angina y arritmia también pueden causar sensación de dolor en el pulmón debido a dolor intenso en el pecho, además de palpitaciones, cansancio excesivo, respiración más acelerada. Además, en caso de infarto, es común que el dolor en el pecho se irradie hacia el brazo, habiendo sensación de hormigueo.
Qué hacer: en estos casos se recomienda consultar al cardiólogo para que puedan realizarse exámenes que ayuden a identificar la alteración cardíaca e iniciar el tratamiento más adecuado de acuerdo a la causa.
10. Crisis de ansiedad
En situaciones de ansiedad o de ataque de pánico, algunas personas pueden sentir dolor en el pecho, por respirar rápidamente, lo cual puede llevar a un desequilibrio entre la cantidad de oxígeno y dióxido de carbono, produciendo mareos, dolor de cabeza y dificultad para concentrarse. Vea cómo identificar una crisis de ansiedad.
Qué hacer: una buena forma para intentar disminuir la ansiedad y aliviar el dolor es hacer respiraciones hacia el interior de una bolsa de papel, por lo menos 5 minutos, intentando controlar l a respiración. En caso de que el dolor no mejore, se recomienda acudir al hospital.